Me han puesto de sobrenombre "El Águila", sin duda todos mis sentidos son de un águila: la visión y el buen ojo para encontrar el norte es mi mejor arma.
Hace siete años que estoy trabajando en la industria de la radio y la televisión hispana en Estados Unidos, desde Miami, cuando llegué al desierto de creatividad y áridas tierras con playas turísticas. Rápido me di cuenta que no se podía golpear la puerta, había que tirar la pared abajo y así lo hice. Tomé una bazuka y disparé (con mi lengua).
Si bien tengo que agradecer a Omar Romay la oportunidad del aire cuando tuve mi primer espacio en el Canal 41 de Miami, también es cierto que desde aquel show, "La Cosa Nostra", cambié el juego de los medios, en Miami por lo menos.
En aquel momento había intocables, vacas sagradas, y el queso se lo comían entre cuatro o cinco ratones... Me decían; "No hables de Emilio Estefan que te manda a matar... El Padre Alberto es intocable, Cristina Saralegui y Univision son los reyes de la pantalla... No critiques a los cantantes cubanos..."
Aunque hoy todos ellos son mis amigos, ¿Saben qué? ¡Hice lo que me dio la gana y dije lo que me dio la gana! Y estallé la "bomba Ceriani", nada ya iba ser igual, si eras un ejecutivo de Univision y te acostaste con la meteoróloga del noticiero, Ceriani lo iba a decir... Si te iban a sacar de tu show , si tenías un amante... lo que fuera, no había filtro. Eso generó un estado de crisis, angustia, miedo, pero también una sensación de libertad. El Robin Hood se reía de los ricos, y poderosos de Miami. Era realmente una transgresión
A eso le siguió el respeto, la radio, el teatro, el construir y predicar con acciones, las campañas de ayuda, investigaciones grandes sobre artistas, políticos.
Pero como una verdadera Águila necesitaba volar y conocer otras plazas, llegó el momento de internacionalizarme, fue el turno de irme a México, Los Angeles, Puerto Rico, Chile, Argentina, Perú y España. Pero el lugar que uno elige en la vida me llamó y volví a Miami. Y me encontré con las cadenas de televisión en cambios de mandos, habían perdido el norte , el rating y la personalidad. El elefante Univision desmanteló su imperio y sus figuras emblemáticas sin saber por qué o para qué. Telemundo con la lentitud y el letargo de siempre se durmió otra vez y desaprovechó el momento de debilidad de su rival. A Telefutura la 'asaltaron' sin avisarle y quedó desnuda. Nadie sabe quién es el público, a quiénes nos dirigimos y nadie se arriesga nada. Nunca he visto en USA tanto evento de ejecutivos... ¿A qué van? ¿De qué hablan? ¿Por qué no generan rating, ni cambios?
Hoy transgredir no es para mí hablar fuerte o decir lo que pienso, pasa por otro lado. Algunos aprendieron mi ruta y gracias a Dios ya muchos lo hacen... Hoy la transgresión enmedio de una industria del entretenimiento, aburrida, agotada, como una mujer sin útero, sin rumbo, sin brújula, sin jinetes con pantalones, ni visionarios con valentía, estamos estancados y perdidos.
Mi nueva revolución creativa, mi nueva transgresión, mi visión de águila, es ayudar a encontrar ese norte de los próximos 20 años, con la televisión, con la internet, con la nueva tecnología y de una vez por todas, los 50,000,000 de hispanos con peso en este país, tengamos una propuesta creativa, alegre, entretenida y audaz. Este es mi nuevo desafío. En esta columna encontrarán muchas pistas y muchas luces para lo nuevo: el futuro llegó.
Soy el águila ayer, hoy y siempre, yo recién comienzo mi carrera y mi camino, córranse, ábranse que vengo con todo para crear. Y recuerda, no dejes de hacer tu comentario, crítica y contarme de qué quieres que te hable, caiga quien caiga porque acá no hay miedos ni compromisos.
