No sé si sabías que el sobrenombre Chespirito, viene de cuando Roberto Gómez Bolaños hacía teatro, precisamente Shakespeare... Él era muy bajito, y así le quedó Chespirito de "Shakspirito".
Roberto era un escritor, uno de los mejores del mundo. Así se definía él, y así se sentía, más escritor que actor. Un escritor bajito y desde esa altura todo lo que hizo fue en grande.
Su "chiquitolina" no le hizo efecto y se convirtió en uno de los escritores más grandes de la TV hispana a nivel mundial. En una industria donde lo transgresor, sexual y falso parece traer resultados de audiencia, El Chavo del 8 era el show de comedia blanca y humor light de los más exitosos en toda América.
Roberto no exponía de religión, ni sexo, ni discriminaciones en sus guiones. El plasmaba en sus historias, la vida de los supuestos "débiles" o marginados, como un niño homeless (el Chavo), o los enfermos mentales (Lucas y Chaparrón) de "Digame Licenciado, Licenciado". Hasta su superhéroe El Chapulín Colorado, que tal vez sea el que más represente el pensar de DON ROBERTO.
Y él lo explica perfectamente que fue inspirado en una total diferenciación con los héroes norteamericanos, que son fuertes, robustos, hasta sexy; que no le tienen miedo a nada y son súper poderosos. Roberto decía que el Chapulín era un superhéroe iberoamericano y que precisamente era un ser chiquito, hasta débil, con miedos y poco agraciado físicamente, que se enfrentaba a pesar de los temores, al peligro igual que los súper sexy comic americanos: Batman, Superman, hoy en día IRON MAN, o Thor.
Tal vez así nos veía Chespirito a los latinos, en apariencia débiles, anti héroes pero a pesar de todo sí sabemos enfretarnos a los peligros más grandes, aunque no tengamos las grandes ventajas y autoestima que tienen los héroes del norte.
Sin duda, el Chavo también en su pobre situación y desventajas, el sin techo que termina siendo la estrella o el ángel del vecindario u otro héreo de la supervivencia. Las competencia y rivalidades de vecinos, la histeria de esos niños, algunos porque lo tienen todo como Kiko, o una niña como la Chilindrina que le falta su madre,y esta sola todo el día con su padre vago, son partes de los problemas que trajo como escritor Roberto Gómez Bolaños a la perfección.
El humor sano, fresco, pero inteligente, triunfó en sus episodios por décadas y es un fenómeno de formato televisivo, cuando hoy en día los show de TV no duran nada, ni tienen la solidez y la creatividad que tenían los capítulos de Chespirito, los que vivimos en Miami sabemos cuánto cuesta gustarle a todo los países, y hacer reír a tantas razas diferentes.
El Chavo del 8 era y es mundial. Jamás Roberto como productor hizo sentir que la serie era dirigida a una sola comunidad, ni siquiera a la mexicana. Él hablaba de Iberoamérica. Él escribía y actuaba para todos y todas sin banderas, y eso lo hizo más grande y mundial.
Deberían aprender muchos productores y escritores de hoy en día que hay un lenguaje de humor, de idiosincracia y espíritu que puede en un show de TV unir a todos los que somos hispanos como lo hizo este Grande.
Muchos son los llamados a la TV, pero muy pocos los "escogidos" para entretener de verdad y dar alegría a tanta gente. Hacer soñar a todo un contiene por varias generaciones, y sin que nadie lo haya podido superar, hoy en día es sorprendente y se puede sospechar que hay gente que vino a este mundo a dar clase de entretenimiento, hacer historia.
Desde una comedia, desde un show de TV lograr ser querido y tener tantos fanáticos como las grandes bandas de música, es increíble. Hay mucho que aprender de este fenómeno, no hay que olvidarlo, y tal vez seguir su ejemplo que nos hace reír y nos hace humanos.
Ni siquiera las telenovelas tienen las humanidad y las grandes actuaciones que tiene el CHAVO DEL 8. Nada importa si se llevaban bien, o tuvieron pleitos entre ellos, eso no puede ocultar el tremendo éxito que hicieron.
Todos hicieron un enorme equipo, pero Roberto fue su creador, el pintor oficial del cuadro completo. El era el mago en estas historias, y se merece todo el mérito y más... Gracias Don Roberto, gracias por dibujarle la sonrisa a miles de niños y grandes en toda América.
Y que los medios te recuerden como un genio, un artista, un gigante del humor, y aunque tomes todas las "chiquitolina" del mundo no hay nada que pueda achicar tu enorme capacidad de HACERNOS SOÑAR con tus personajes INOLVIDABLES.
Y algo muy importante que siempre él decía en sus entrevistas: "Síganme los buenos"... esa frase también merece su análisis en un mundo don parece partirse en dos. Muchos te siguieron Roberto y te damos las GRACIAS TOTALES.
