¡Sorpresa, Azúcar y Raiting!... Es lo que le faltaba a la televisión hispana y "Celia", la serie, lo dio todo.
Fue un cachetazo olímpico a la cantidad de mitos y prejuicios que tienen los ejecutivos de nuestra televisión, y que llevaron la industria donde está, sin raiting. Algunos aseguraban que la historia de Celia Cruz no le iba a interesar a los mexicanos.
Era un serie hecha en Colombia y con actores desconocidos. Pero además de que Celia es Celia y sigue reinando, la moraleja de este fenómeno es que cuando hay contenido el raiting aparece.
Las cadenas se gastan dinerales en traer una figura de México u otro país como el caso de Lucero, y la ponen hacer un show que no se entiende como "Yo Soy el Artista", y quedó claro que ni Lucero asegura el éxito. Todo lo contrario cuando a veces el presentador no es tan fuerte pero la producción es excelente y gana.
El éxito de esta serie es que está bien producida, que la historia es casi real y es mucho más moderno hacer una historia de una cantante real, que seguir apostando a las clásicas novelas inspiradas en "Cenicienta".
Disney se renueva pero nosotros seguimos con la clásica "Lichita" todavía, con refritos del pasado. Hay que escuchar al raiting. La gente quiere otra cosa. La gente quiere un cambio, y hay que encontrar a ese productor que tenga esa visión de mirar al futuro y no lo que funcionó en el ayer.
El raiting de "Celia" es el premio del público a que desde el primer momento atrapó con su buen guión, imágenes y producción. Ademas de los excelentes actores, aunque no sean tan conocidos.
La serie de Telemundo compite con "Antes Muerta que Lichita", que es más de lo mismo, y está discontinuada con las nuevas producciones que el público esta reclamando.
Que una cantante cubana de salsa y su vida no le iba a interesar al mercado en general, es no conocer a nuestra gente. La salsa y Celia es parte de nuestra vida en varias generaciones. Celia Cruz tenía lo que hay que tener en esta industria: alegría, audacia, chispa, carisma y color, lo que no abunda en nuestros presentadores. Están grises, copian, no se animan a ser ellos mismos. Están haciendo los pasitos de baile de "Despierta América" de hace 15 años o leen teleprompter.
Falta espontaneidad, ser uno mismo, estar vivos en pantalla, como lo hacía la "Guarachera", que con sus años encima tenía más vitalidad que los nuevos jovencitos que hoy conducen la televisión. "Azúcar" significa adrenalina, endorfinas, movimiento, energía, pasión y presión... todo eso que le hace falta a nuestra televisión hispana. Pero por sobre todas las cosas, una figura, no basta.
Un ejemplo de lo que digo es lo que pasa con "La Banda", tener a Ricky Martin, Laura Pausini y Alejandro Sanz juntos, no te asegura que la audiencia quiera ver un show tan complicado de entender y técnicamente mal editado, no se ve real.
La producción de la televisión está en crisis. El contenido es la estrella desde el primer segundo. Y "Celia" lo demuestra. El raiting apareció, está, no hay excusas, ya no más.
Hay que trabajar, crear, hay que ir por el camino más largo y más difícil. Estamos en tiempos difíciles para la televisión, o nos transformamos y avanzamos al futuro o quedaremos postergados con televisores apagados y computadoras prendidas.
Felicidades a los que tomaron esta decisión de poner una serie fuera de serie. ¡Reina Celia por siempre!, y que la tele hispana deje los edulcorantes artificiales, y le den ¡AZÚCAR! Basta de refritos, cuando un productos lo fríen dos veces eso es vagancia de producción. Corta visión. ¡AZÚCARRRRRR!
