Coyote Alberto, pionero en la cultura 'hippie' de México (FOTOS)

Coyote Alberto es hijo del reconocido arqueólogo francés naturalizado mexicano QEPD Alberto Ruz Lhuillier, descubridor de la tumba de Pakal en la ciudad maya de Palenque en Chiapas.
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Coyote Alberto es hijo del reconocido arqueólogo francés naturalizado mexicano QEPD Alberto Ruz Lhuillier, descubridor de la tumba de Pakal en la ciudad maya de Palenque en Chiapas, así que su ímpetu explorador viene de herencia. Nómada de nacimiento, Coyote Alberto (como se le conoce en la comunidad) es una referencia para los adeptos a la ecología, a la permacultura, a la sustentabilidad y a los temas holísticos.

coyote alberto

Las almas nómadas tenemos mucho que aprenderle a este gran sabio y aventurero que junto con un grupo de artistas fundó la primer ecoaldea de México pionera en América Latina y semillero de innumerables proyectos multiculturales: "Huehuecóyotl" (en náhuatl, Coyote Viejo, en honor al dios mexica de la danza y el destino), empezó a funcionar como tal en 1982, cuando Coyote Alberto, junto con una comunidad itinerante de artistas internacionales, decidieron establecerse a 20 minutos de Tepoztlán bajo la protección de un cerro mágico colindante con una extensa reserva natural en el corazón del país.

Desde sus orígenes en el situacionismo del 68, la tribu teatral había viajado en bus por los 5 continentes transitando innumerables fronteras y viviendo en diferentes pueblos, culturas y grupos sociales diferentes. Buscaba una nueva etapa para echar raíces y asentar la residencia definitiva de sus 32 integrantes, entre ellos 12 niños, quienes al mismo tiempo formaban parte de la "tribu" internacional de artistas itinerantes "Los elefantes iluminados", originada en la comunidad situacionista "Drakabygget", al sur de Suecia.

El terreno de 2.5 hectáreas es como una fortaleza natural, un mini valle rodeado de imponentes cerros ocre. Ahí, a sus pies, construyeron un edén custodiado por un hermoso amate (árbol sagrado de los aztecas) de alrededor de 700 años que desborda sus raíces sobre una gigante roca formando un altar natural increíble. La ecoaldea, que en realidad son 13 casas de diferentes personas o familias compartiendo una visión comunitaria, fue construida con principios de permacultura, acá viven ilustres personajes, desde un chamán mexicano hasta un fotógrafo escritor sueco. Es autosustentable, nada se desperdicia, el agua de la lluvia se recolecta de las cascadas que bajan por las montañas durante algunos meses, obtienen energía con paneles solares y transforman sus desechos en composta. Es un lugar armonizado con la Tierra y la naturaleza; una comunidad extraordinaria dedicada a la investigación y al fomento de un estilo de vida basado en el arte, en la ecología y en la salud holística.

amate árbol

Estos artistas nómadas también construyeron ahí un salón de usos múltiples orientado hacia los poderosos cerros que usaban inicialmente como teatro, sobre las paredes, pintaron imágenes de hombres de diversas culturas sentados en posición de loto junto al Popocatépetl e Iztaccíhuatl quienes representan la dualidad. Es un espacio muy interesante que utilizan para dar cursos, prácticas, sanaciones, talleres y programas de educación holística y ambiental.

La historia no termina en Tepoztlán, más tarde, en 1996, Coyote Alberto se lanza en el proyecto comunitario del que formaba parte: "La Caravana Arcoíris por la Paz", grupo de artistas ecologistas que viajaron por todo el continente americano durante 13 años con el objetivo de conocer, articular y apoyar proyectos eco-holísticos y artísticos. En la odisea visitaron comunidades originarias, rurales y urbanas de 17 países con el objetivo de crear una red en América Latina, conformada formalmente desde 2012 y llamada Consejo de Asentamientos Sustentables de las Américas (CASA). Esta aventura reunió a 450 "caravaneros" de 38 países, muchos de los cuales ahora son promotores de proyectos afines alrededor del mundo.

A Coyote Alberto lo conocí en una conferencia sobre semillas nativas que impartió la activista india Vandana Shiva en el Parque Ecológico de Cuernavaca, ahí le comenté mi interés por estos temas así como por conocer a Huehuecóyotl y recibí una gran apertura de su parte, este señor sin duda es un sabio y humilde despertador de conciencias, guerrero de los nuevos tiempos. Ha escrito y colaborado en una docena de libros publicados en México, Italia, Estados Unidos, España, Brasil y Argentina como "Raíces al viento, 30 años de una ecoaldea en México", donde los 32 residentes iniciales junto con sus hijos y amigos narran esta mágica epopeya, y otros como "Los Guerreros del Arcoíris," "La leyenda del 4º. Mago" y "Hay tantos caminos", donde vienen historias de la Caravana Arcoíris por la Paz desde que salió en 1996 y hasta el 2002 en Ecuador.

Actualmente tiene un proyecto de talleres y conferencias con la Delegación Coyoacán y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal para promover las nuevas Leyes de Derechos de la Tierra y de Salud Emocional que recientemente fueron aprobadas en la Ciudad de México.

Con la visita a Huehuecóyotl quedé encantado por el entorno y por el proyecto en sí, pero cuando realmente me percaté de la magia de su gente fue en la convivencia de la fogata que organizó Odín el hijo de Coyote en honor al último eclipse de luna. Fue ahí cuando vi al mítico Coyote Alberto mover al fuego y tocar las percusiones con audacia, le cantaba al cielo y a la Tierra con el poder de un astro, entonces realmente comprendí porque este respetable señor es una referencia y fuente de inspiración para artistas, activistas, músicos, cineastas, escritores, científicos, chamanes, nómadas o transgresores de los estatutos que ven en él una auténtica fuente de inspiración.

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