30 horas en Washington

Se trató de una oportunidad para transmitir a los líderes de Washington la magnitud de la relación entre el Canal de Panamá y los Estados Unidos, analizar lo bien que el Canal está funcionando y contar la historia de la ampliación del Canal.
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A merchant ship sails along the Panama Canal, on March 23, 2015. AFP PHOTO/ Rodrigo ARANGUA (Photo credit should read RODRIGO ARANGUA/AFP/Getty Images)
A merchant ship sails along the Panama Canal, on March 23, 2015. AFP PHOTO/ Rodrigo ARANGUA (Photo credit should read RODRIGO ARANGUA/AFP/Getty Images)

Por primera vez como Administrador y CEO del Canal, tuve el honor de regresar a la capital de los Estados Unidos, Washington, D.C. El propósito de mi viaje era aparentemente simple: informar a los dirigentes políticos, líderes de negocios y personas influyentes acerca de la labor fundamental que la Autoridad del Canal de Panamá se encuentra realizando un par de miles de millas al sur de sus fronteras y los enormes beneficios del programa para los Estados Unidos.

Por más de 100 años, Panamá y los Estados Unidos han construido una histórica sociedad, una relación que es paradójicamente más importante en la actualidad de lo que fue durante a fines y principios del siglo pasado. Los Estados Unidos administraron el Canal hasta 1999, cuando el tratado entre Jimmy Carter y Omar Torrijos transfirió la administración a Panamá. Actualmente, el 69 por ciento de la totalidad de la carga que se traslada durante aproximadamente 12 horas a través de nuestro Canal comienza y finaliza en las costas de los Estados Unidos. Con el Programa de Ampliación del Canal, se espera que, prácticamente, la capacidad de toneladas total a través del Canal se duplique.

Y es por ello que este viaje fue tan importante y coyuntural. Se trató de una oportunidad para transmitir a los líderes de Washington la magnitud de la relación entre el Canal de Panamá y los Estados Unidos, analizar lo bien que el Canal está funcionando y contar la historia de la ampliación del Canal, uno de los programas de infraestructura más fascinantes que está teniendo lugar en el mundo en la actualidad.

Un sinnúmero de reuniones durante un día inusualmente fresco en Washington se reduce a cuatro ideas principales, cuatro puntos relevantes acerca de Panamá, acerca de nuestro Canal y acerca de nuestra histórica relación no sólo con los Estados Unidos, sino con el resto del mundo.

1. El Programa de Ampliación del Canal está finalizado en un 90 por ciento y tenemos previsto estar conectados comercialmente para la primera mitad de 2016.

Desde el Congreso hasta el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), una pregunta común fue: "¿Cuándo estará finalizado el Programa de Ampliación del Canal?" Es compresible que todas las personas con las que conversé hayan sentido curiosidad acerca del estado del proyecto. Después de todo, el propósito primordial de mi viaje era informar acerca de su progreso.

Me complace decir que el panorama es alentador. Estamos en vías de comenzar a llenar las esclusas del lado del Atlántico a mediados de junio y las del lado del Pacífico un mes después.

Para enero de 2016, las esclusas estarán funcionalmente operativas para pruebas y capacitación y totalmente conectadas unos pocos meses después. En este punto, el Canal podrá administrar el 97 por ciento de los buques del mundo en el segmento de contenedores de nuestro negocio, que, no casualmente, constituye la mayor parte de nuestro negocio, con el 48 por ciento de nuestros ingresos provenientes de las operaciones de tránsito.

2. Durante 100 años, nos hemos mantenido confiables y competitivos. Continuaremos llevando a cabo nuestro negocio de este modo, a la vez que incorporaremos nuevos productos y servicios de valor agregado, todo ello protegiendo el medio ambiente. En agosto del año pasado, el Canal de Panamá celebró su aniversario número 100. Durante todo el siglo, hemos construido un negocio alrededor del transporte de bienes seguro y confiable. Y durante aproximadamente 40 años de mi vida, me he dedicado de manera profesional a esta misma causa.

Hoy, estamos incorporando nuevas tecnologías, servicios y productos para fortalecer nuestra confiabilidad e incrementar valor. Nuestro sistema de gestión de reservas ofrece a nuestros clientes la posibilidad de saber que tienen el tránsito garantizado para un día determinado. A lo largo de los últimos 10 años, hemos introducido además productos y servicios únicos relacionados con la eficiencia y seguridad en los diversos segmentos de negocios, tales como contenedores, carga seca a granel, carga líquida a granel y transporte de vehículos. Y si bien en la actualidad existen más competidores que en 1914, prosperamos con su presencia. La competencia nos hace mejores, nos motiva a buscar nuevas oportunidades comerciales relacionadas con nuestro negocio principal, considerar nuevos enfoques para complementar nuestros servicios y encontrar mejores formas de prestar servicio a nuestros clientes.

3. El Canal de Panamá es solo un eslabón en el transporte marítimo global. Dependemos y ejercemos influencia sobre una enorme cantidad de actores en el sistema global de comercio. Esperamos que aproximadamente 327 millones de toneladas atraviesen el Canal este año. Esto se complementa con el hecho de que Panamá se ha convertido en el centro logístico de América Latina, una solución llave en mano y una puerta de entrada para realizar negocios en el Continente Americano. Y ello es excelente para la economía de Panamá.

El Canal de Panamá no está abstraído de lo que sucede en el mundo. Como cualquier otro negocio, nuestros picos y valles se ven afectados por nuestro entorno y el panorama global. El negocio del Canal se ve impactado por acuerdos comerciales, por el crecimiento de la población y por las tendencias de consumo por parte de los consumidores. Por ejemplo, una creciente clase media en diversos países de Latinoamérica que adquiere una mayor cantidad de bienes puede modificar los patrones de la cantidad de bienes que se transportan, lo cual es saludable para el Canal.

Específicamente, los Estados Unidos continuarán beneficiándose de la ampliación del Canal, ya que éste apunta a sumar puestos de trabajo a partir de la construcción y ampliación de puertos en los Estados Unidos. Como en el caso de la prosperidad en los Estados Unidos, cuando la economía de ese país crece a un tres por ciento o más, nuestro negocio experimenta un auge.

Como podría suponerse, una cifra negativa en el crecimiento de los Estados Unidos, tiene un impacto adverso sobre el Canal. Además nos vemos afectados por la infraestructura más allá del Canal, e incluso más allá de los puertos que prestan servicio a los buques que se desplazan a través de nuestras aguas. Como le comenté al Caucus de la Ampliación del Canal de Panamá del Congreso de los Estados Unidos, las personas no suelen pensar en esos temas. Los dirigentes políticos comprenden la importancia de obtener mayor cantidad de bienes que arriben a las costas y que es necesario trabajar arduamente para conseguir fondos a fin de mejorar las condiciones portuarias. Además, no puede pasarse por alto la importancia de la infraestructura necesaria para descargar dichos bienes y trasladarlos rápidamente hacia los centros de distribución y a las góndolas, donde éstos pueden ser adquiridos.

El Proyecto de Ampliación del Canal dará impulso al comercio, en especial, a los puertos de la costa este y del golfo, pero la historia no finaliza con el dragado de canales o la construcción de puertos más grandes, equipándolos con enormes grúas para contenedores - existe una cadena de suministros intermedia a tener en cuenta, desde camiones y trenes que transportan los bienes, hasta las vías del ferrocarril y las carreteras donde se trasladan dichos vehículos. Creo que merece reiterarse una vez más: los Estados Unidos no pueden olvidarse de invertir en infraestructura además de sus puertos.

4. Estamos enfocados hacia adelante, si bien no nos es posible predecir el futuro. Hacemos nuestro mejor esfuerzo para anticipar las tendencias, pero nuestra bola de cristal puede no estar nítida.

El futuro es intrínsecamente impredecible. Contamos con equipos de individuos talentosos que analizan los datos masivos y que observan tendencias para ayudarnos a tomar las decisiones comerciales lo más informadas posibles, pero no siempre somos precisos. Cuando planificamos el Programa de Ampliación del Canal, nosotros, conjuntamente con muchas otras industrias y países, no previmos el alcance de la crisis económica en 2008.

El comercio global puede ser impredecible. Muchos, incluidos nosotros, no previmos la magnitud del crecimiento de la revolución energética de los Estados Unidos; como consecuencia de la fracturación hidráulica de la roca de esquisto, los Estados Unidos son actualmente esencialmente independientes en materia de energía. El próximo año, el gas licuado natural se convertirá en un nuevo y apasionante segmento de mercado para nosotros. Tenemos altas expectativas para su crecimiento, y dichas expectativas impulsan a nuevas decisiones y proyectos de diversificación.

Estoy seguro de que enfrentaremos otros desafíos a medida que avanzamos hacia nuestro segundo siglo de prestación de servicios. Estamos atentos a las posibles cuestiones que actualmente observamos, si bien lo más importante es que nos encontramos enfocados a nuestro negocio actual y a otras oportunidades que complementarán o generarán importantes sinergias en nuestros servicios de línea. Podemos realizar todas las predicciones que deseemos acerca del clima, acerca del crecimiento de la población y acerca del cambio de la dinámica geopolítica, pero no es la especulación la que motiva la confiabilidad actual del Canal.

Durante 100 años, la confiabilidad y la continua modernización han impulsado nuestro negocio y no es nuestra intención modificarlo.

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