Como explica esta infografía sobre bodas (la incluimos al final de este artículo), los estadounidenses gastan $50 mil millones en sus casamientos cada año y la boda promedio en Estados Unidos cuesta tanto o más que el precio de un automóvil. Muchas de las parejas que se casan cada día hacen sacrificios económicos muy grandes para que la boda de sus sueños sea algo especial, ¿pero dónde está el límite al planificar algo especial sin endeudarse más de la cuenta por un día de celebración? La respuesta está en diseñar un presupuesto.
Es posible lograr la fiesta soñada que los novios tienen en mente sin quedar endeudados por muchos años. Agencias como Consolidated Credit pueden ofrecerte una serie de sugerencias para mantener tus deudas dentro de control sin sacrificar la fiesta.
Confeccionar un presupuesto
Lo primero que se debe establecer es cuál es la suma del presupuesto para destinar a la boda. Lo esencial es tomar un presupuesto que cubra todos los gastos primordiales y separarlos de los gastos no esenciales tales como nueva indumentaria, gastos de entretenimiento, etc.
1. Confeccionar la lista de gastos esenciales - Algunos de los puntos más importantes son la vestimenta de los novios, la calidad de la comida que se sirva, el servicio mismo y el lugar en donde se lleve a cabo el festejo. La lista de gastos puede seguir con ornamentaciones de todo tipo que pueden comenzar a recortarse cuando los fondos no lo permiten, porque en realidad, son elementos secundarios a la hora de elegir entre distintos gastos.
2. Elegir el lugar y el salón - Tendrás más disponibilidad de lugares y precios si eliges casarte en temporada baja, en donde los precios son menores y también combina con el viaje de luna de miel. Dentro del servicio en el salón, es una buena opción elegir un estilo buffet, que siempre será más barato y además darás a los invitados mucho más opciones de elegir que cuando los platos son fijos.
3. Ordenar el pastel de bodas y comida - El infaltable pastel de bodas, búscalo en una panadería que conozcas en la zona, ya que en los lugares especializados, pueden llegar a cobrar precios muy altos que entonces sí ingresan dentro de los gastos protagónicos. También se puede remplazar el pastel tradicional con varios postres que lo remplacen, de esta manera se tienen en cuenta los gustos de todos los invitados y el presupuesto baja notablemente.
Para recapitular, la organización para la celebración de una boda en el mundo hispano es un acontecimiento trascendental en todas las familias. Muchas veces se ahorra y planea para este acontecimiento por muchos años.
Pero cuando no se dan esas condiciones de contar con tiempo suficiente, o las cosas no están bien en la parte económica-financiera se puede celebrar igualmente un festejo con los fondos con los que se cuenten, tomándose el trabajo de organizarse, destinando los gastos más importantes que sean imprescindibles, para luego ajustar todo aquello que está más en los deseos que en la necesidad real para lograr un buen festejo. ¡Muchos éxitos!
INFOGRAFÍA
Tradiciones latinas para las bodas
VIDEOS RELACIONADOS: