Los Ángeles y sus demonios: Por gobiernos como tú

Hollywood Avenue. Una multitud se congrega alrededor de Pepe Aguilar. El cantante sube al estrado y en perfecto inglés da las gracias por su reluciente estrella en el paseo de la fama. Los fanáticos gritan emocionados. Entre ellos, se han colado Angela y sus compañeros de "Los Ángeles con México", pero ellos no le gritan a Pepe: elevan pancartas con leyendas como "Por gobiernos como tú, hay hombres como yo" reparten volantes y comunican información del fraude.
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25 de julio. Estoy en la cabina de W Radio en Los Ángeles como invitado en el programa del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Frente a mí se encuentra Carlos Alarcón, el conductor, y a mi lado, tres mujeres jóvenes integrantes de la organización "Los Ángeles con México." que ha impulsado una intensa lucha contra la imposición en México. Inicia el programa y el conductor anuncia que en la línea telefónica está en vivo, desde el D.F, Paco Ignacio Taibo 2, escritor y activista político ligado al movimiento de López Obrador. Las chicas secan el sudor en sus manos; para ellas hablar con Taibo es tan emocionante como para otras hablar con Justin Bieber. El nerviosismo flota en el aire. Carlos le pregunta a Paco Ignacio sobre el dinero gastado en la campaña de Peña Nieto. "Se habla de miles de millones de pesos, cifras verdaderamente impresionantes en tarjetas, dinero pagado a pie de urna en billetes, despensas, electrodomésticos, lo que se te ocurra. Y tiene tres orígenes muy claros: los gobernadores de los estados priístas, favores a futuro, es decir, te pido esta lana y luego te doy la construcción de una carretera al triple de lo que debía costar, y el tercero, no hay duda, debe ser dinero blanqueado del narco." responde el escritor con la agudeza de los personajes de sus novelas policiacas. Toca el turno de preguntar a una de las mujeres. Casi puedo observar su corazón brincotear debajo de la blusa. Aclara la voz y dice: "Paco, habemos muchas personas jóvenes que no nos vamos a rendir, hasta la victoria, porque creemos firmemente en las palabras de rescate a la nación, ¿Qué certeza nos dan de ese triunfo cómo líderes para poder motivar a nuestros compañeros?"

Es Angela Meléndez. Nació en Los Ángeles hace 22 años. La cito para conversar en un café del centro. La chica luce y actúa como cualquiera de su edad, pero tan pronto tocamos el tema político la pasión brilla en sus ojos. "Estamos en una situación de emergencia nacional", me dice. "Está a punto de cambiar el país. Las movilizaciones que están ocurriendo no son para tumbar a un partido político, son para darle poder al pueblo, darle una voz a ese 99% que no la tiene". Ella votó por primera vez el 1 de julio. " Viajé en camión seis horas desde Los Ángeles a Mexicali. Tenía muchísimas expectativas. A las siete y media de la mañana me fui a cuidar casillas como voluntaria. Me tocó ver varios "mapaches" comprando votos, y gente haciendo proselitismo aunque estábamos en veda electoral. En la noche, todavía no acabábamos de contar los votos y ya Peña Nieto estaba anunciando en su twitter que ganó México." ¿Cómo te sentiste?, le pregunto. "Es una mezcla de frustración, impotencia. Sientes que tu propia gente te dio la espalda" y cuando le pregunto si lloró su voz se rompe en pedacitos. "México sólo despertó si acaso un 50%, pero los que somos, estoy segura que estamos dispuestos a todo".

Angela tenía seis años cuando el PRI ocupaba el poder. Le cuestiono por qué rechaza tanto a un partido que apenas conoció. "Hay cosas que son indefendibles. Como Salinas. ¿Por qué ese señor no está en la cárcel? ¿Por qué votó el 1 de julio? Y nos lo pusieron en una foto, sonriente. ¿Qué hace Montiel con sus castillos en Francia? Eso no debe pasar" ¿Cómo crees que nos vaya a México con el PRI?, le pregunto. "Nos van a decir que todo está mejor. Si no hay menos de sesenta mil muertos, no nos lo van a decir. Si ya nos demostraron que son lo mismo ¿Qué expectativas podemos tener?"

26 de julio. Hollywood Avenue. Una multitud se congrega alrededor de Pepe Aguilar. El cantante sube al estrado y en perfecto inglés da las gracias por su reluciente estrella en el paseo de la fama. Los fanáticos gritan emocionados. Entre ellos, se han colado Angela y sus compañeros de "Los Ángeles con México", pero ellos no le gritan a Pepe: elevan pancartas con leyendas como "Por gobiernos como tú, hay hombres como yo" reparten volantes y comunican información del fraude. "Esta es la ciudad de los sueños, esta es la avenida de los sueños", expresa animado el charro. En medio del festejo, la mayoría de la gente le responde con indiferencia a Angela. Uno de los organizadores intentar frenar la protesta. El ambienta se tensa, pero logran convencerlo de que su intención no es afectar al evento. El hombre desiste de llamar a la policía. "¡Sí se puede, queridos paisanos, sí se puede!" exclama Pepe Aguilar en medio de la algarabía. "Con trabajo, con dedicación, con muchísima entrega pero sobre todo, con cómplices como ustedes." Mientras reparte los volantes, Angela hace suyas las palabras de Pepe. Sueña con un país donde todos tengan una oportunidad. Poco a poco, los fanáticos se alejan. Muchos de los volantes que Angela repartió quedarán en el suelo, pero ella cree que logró tocar la mente de unos cuantos.

Aunque nació en California, Angela se siente mexicana. Hoy enfrenta el dilema de irse a vivir a México y participar activamente en la lucha social o seguir con sus estudios de especialidad en Estados Unidos. Su futuro, como el resultado electoral, es incierto.

De vuelta al programa de radio, Paco Ignacio Taibo 2, le responde: "Hija mía, yo no le doy certeza a nadie. Lo único que le doy es voluntad de lucha. Si te despiertas en la mañana y miras al espejo y encuentras a un canalla enfrente, asume la responsabilidad. Mientras que si te levantas en la mañana, miras al espejo y ves a un ciudadano consciente, siéntete orgulloso. La única certeza que te puedo dar: el espejo no miente".

Angela deja la emisora con una sonrisa. Paco Ignacio me llamó "hija", presume, y se marcha a su casa. Esta noche soñará con un país más justo para todos. Y mañana cuando despierte, se parará frente el espejo, a charlar.

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