Cubanos necesitan capacitarse en coito anal... ¿en serio?

Trato de penetrar lo más sincero de mis pensamientos y me cuesta trabajo pensar en un cubano tímido o inhibido en materia sexual. Así como mismo hablamos alto o gritamos y creemos tener la razón en todo, el calor de la isla y la falta de aires acondicionados, quién sabe, nos dio una capacidad especial para liberarnos en material sexual.
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cubanos sexo

Trato de penetrar lo más sincero de mis pensamientos y me cuesta trabajo pensar en un cubano tímido o inhibido en materia sexual. Así como mismo hablamos alto o gritamos y creemos tener la razón en todo, el calor de la isla y la falta de aires acondicionados, quién sabe, nos dio una capacidad especial para liberarnos en material sexual.

Es difícil encontrar a un cubano o cubana que tenga problemas existenciales en materia de sexo. Nuestros colegas de Café Fuerte, de manera muy objetiva, se hicieron eco de un artículo publicado en el periódico Juventud Rebelde - órgano de la Unión de Jóvenes Comunistas - acerca de una columna de la periodista Mileyda Menéndez Dávila, quien expone los tabúes de los cubanos con el sexo anal.

Me pregunto: ¿esta reportera es cubana? ¿vive ella, realmente, en la isla fogosa de deseos carnales elevados a la máxima expresión?

¿QUÉ OPINAS DE LOS CUBANOS Y SU NECESIDAD DE "ENTRENAMIENTO EN COITO ANAL"?: NOS INTERESA TU COMENTARIO

Lo que realmente alabo de Menéndez Dávila es su ingenuidad de hacer recomendaciones a sus lectores para evitar traumas físicos y sicológicos en caso de que decidan tener sexo anal en la "caliente" isla caribeña.

Todavía recuerdo mi época de estudiante pre-universitaria que yo era un objeto raro en mi clase porque tuve el primer novio a los 17 años, con el que nunca tuve relaciones sexuales hasta muchos años después, mientras mis compañeras de clase conocían y practicaban el sexo en todas sus variantes posibles y tenían cero tabúes con el coito anal.

Cuando el sexo anal era la gloria

Recuerdo a muchas, que primero experimentaron la opción anal que la vaginal por la falsa creencia de mantener la virginidad u otras que se acostumbraron tanto a la práctica, que la única manera de experimentar un orgasmo era a través de la penetración por el ano.

Llevo casi dos décadas fuera de Cuba, y me pregunto ¿qué parte me he perdido entonces, que ahora hay que educar a los cubanos en tener sexo anal?

Cuba desde hace años es un "paraíso sexual" para un importante porcentaje de turistas españoles, italianos, canadienses, alemanes, mexicanos y hasta coreanos, que van a la isla a buscar a mujeres bellísimas -quienes por necesidad o por lo que sea- son capaces de irse a la cama la primera noche, sin pensar si el sexo que harán será vaginal o anal.

Si le ponemos humor al asunto, creo que la falta de fibra por la pobre alimentación en el país es la que está provocando que ahora los cubanos sientan más dolor con la práctica sexual trasera.

Es la única explicación que puedo encontrar en hacer recomendaciones, en uno de los periódicos oficiales del gobierno cubano, de cómo tener sexo anal sin que te quede una huella de por vida.

Si no ponen la teja antes que caiga la gotera, como dice el refrán, en unos años, Cuba tendrá un equipo especial del gobierno, encargado de lidiar con los traumatizados por su "primera noche anal"

Sin lubricantes...a pulmón...
Pero también me pregunto si la preocupación de Juventud Rebelde en el hecho de que la gente quede traumatizada por la penetración anal, es debido a la falta de lubricantes en el mercado en moneda nacional.

En ese sentido, a los cubanos hay que reconocerles el aguante físico y estoicismo de esa entrega sin un aceite que mejore la situación.

La periodista recomienda que hay que esmerarse en el nivel de seducción, de lo contrario, será un acto agresivo y que ante la falta de lubricantes, se puede recurrir a cualquier preservativo masculino, eso sí, siempre que esté en fecha.


"... existen lubricantes a base de agua que pueden aplicarse sobre el condón, los dedos y el ano como parte del necesario preámbulo para estimular el deseo y relajar los esfínteres o músculos que cierran el recto"

Y continúa "ambos productos deben estar a la mano desde el inicio mismo de los juegos sexuales. La pareja se inventará sus picardías para colocarlos, hasta que ambos ganen en habilidad. Si demoran mucho o se distraen atentarían contra la erección, y no es recomendable intentarlo si el pene no está listo, porque no sería eficaz y pueden provocarle lesiones".

Ahora lo que si deja claro Menéndez Dávila es que no hay producto que haga milagros, especialmente en la Cuba carente de ofertas comerciales.

"El lubricante adecuado reduce las fricciones, cambia el dolor en gozo y cuida las paredes del ano, pero no hace milagros. Ambos deben estar bien conscientes de lo que va a ocurrir; así colaboran sin restricciones y se evitan traumas posteriores, físicos o psicológicos".

Menéndez Davila tituló su artículo "Coito anal, entre la fantasia y el estigma", pero tal vez sería más apropiado "Coito anal, entre la falta de lubricante y las expectativas".

El texto está ilustrado con una caricatura en la que una mujer le dice al hombre, "...Ni pa' coger impulso", frase común entre los cubanos que significa "no mires atras, ni siquiera lo pienses", y que es aplicable a cualquier circunstancia de la vida, ahora extendida, por la prensa oficial cubana, al aspecto sexual.

La realidad de la isla, y que tenemos que entender los que vivimos en la "mafia de Miami", como nos llaman en Cuba a quienes radicamos en Miami, es que los cubanos que viven allá por detrás no quieren.

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