Da gracias a Dios y comprométete con los demás

Es de bien nacido el ser agradecido, me enseñaba mi abuelo cuando recibía un regalo por parte de alguien y me quedaba callado. Pero con este y otros dichos me fueron criando en esta virtud que me ha abierto los tesoros de la vida en sociedad.
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gracias dios

Es de bien nacido el ser agradecido, me enseñaba mi abuelo cuando recibía un regalo por parte de alguien y me quedaba callado. Pero con este y otros dichos me fueron criando en esta virtud que me ha abierto los tesoros de la vida en sociedad.

Lamentablemente, en este tiempo es tan poco conocida la virtud del agradecimiento, e incluso no se practica ya por muchos que dicen que no tienen nada que agradecer, pues todo cuanto tienen lo han conseguido por ellos mismos, o se justifican aduciendo: "¿por qué agradecer por algo que le tocaba hacer a otro?".

Incluso, algunas personas citan a Jesús y dicen: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", buscando engrandecer al hombre; que se reconozcan nuestros méritos y logros como lo máximo, hasta el punto de hacer desaparecer a Dios del lugar que le corresponde, como dador de todos los dones en nuestras vidas.

Aquel que no sabe ser agradecido es la persona más infeliz que puede existir en este planeta y esta infelicidad como bien lo dijo Séneca es consecuencia de: "La falta de fe, que lleva consigo la negación de Dios como fuente de todos los bienes". En consecuencia, el hombre de poca fe da pocas gracias: todo le parece "natural", o algo a lo que tenía derecho.

Normalmente, quien no es agradecido con Dios tampoco lo es con sus semejantes. "Es ingrato el que niega el beneficio recibido; ingrato es quien lo disimula; más ingrato quien no lo descubre y más ingrato de todos quien se olvida de él".

La gratitud como tributo, nos mueve a reconocer y corresponder a los favores recibidos, y es por esta virtud que podemos construir una sociedad más justa y un mundo más amable.

Jesús nos enseña a ser agradecidos, en todo da Gracias al Padre. Y en la actualidad, en la Eucaristía que es precisamente "Acción de Gracias", imitamos a Jesús dando el tributo debido de la gratitud.

Así nos lo enseña Jesús, ante la pregunta referente al tributo, allí se buscaba ponerlo como traidor al pueblo de Israel o rebelde contra el Imperio y nos dio una gran lección, colocando cada cosa en su lugar y en sus dimensiones propias y actuando con justicia.

Pero ¿qué nos enseña Jesús?
Bueno, nos hace un llamado a la coherencia y vivir según la verdad, como dice 1 Cor 4,7: "Porque ¿quién te enaltece?, ¿qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías, como si no lo hubieras recibido?".

Hoy que es el día de "Acción de Gracias", yo te sugiero que des gratitud al Señor basándote en la instrucción que la misma Biblia nos ha dejado:

  • Dar gracias por los bienes espirituales recibidos, en este caso la imagen de Dios en nosotros, el ser sus hijos, la redención, la llamada a la fe, la salvación.
  • Dar gracias por los bienes materiales recibidos, la creación, el cuerpo que nos ha dado, casa, comida.
  • Dar gracias por aquello de lo que nos ha librado, del pecado, de la enfermedad, del mal, de la muerte.
  • Dar gracias por lo que ha hecho por nosotros, conservar el mundo, su providencia, el trabajo, la salud.
  • Y dar gracias por lo que hará en el futuro, participarnos de Su Vida Eterna.

Más no basta con dar las gracias sin dar lo que las merece: a fuerza de gratitudes se vuelve la tierra estéril. Si bien se debe trabajar y colaborar por el desarrollo humano, no se puede olvidar la obligación de dar a Dios el tributo de la acción de gracias, que por la caridad se esmera en alcanzar para otros los bienes que ya nosotros gozamos.

Me refiero a que la gratitud por las manos que tengo debe darse en lo que con ellas hago por otros, porque el Señor que nos ha dado talentos, espera que ganemos o multipliquemos lo recibido en favor del prójimo.

Así como dice santa Teresa de Jesús: "Es menester sacar fuerzas de nuevo para servir y procurar no ser ingratos, porque con esa condición las da el Señor".

Recuerda pues que: "A quien humildemente se reconoce obligado y agradecido por los beneficios, con razón se le prometen muchos más. Pues el que se experimenta fiel en lo poco, con justo derecho será constituido sobre lo mucho, así como, por el contrario, se hace indigno de nuevos favores quien es ingrato a los que ha recibido antes" (San Bernardo).

Por eso en este día de Acción de Gracias no basta con reunirse alrededor de una mesa y celebrar con una exquisita y merecida cena, sino que has de procurar con lo recibido, ganar una Corona de Gloria que no se marchita y así por la gratitud de nuestras obras en favor de la necesidades ajenas, manifestamos la imagen de Dios que nos impulsa en medio de la vida diaria y que nos hace cada vez mejores.

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