La llave para alcanzar la gloria desde hoy

Miren con certeza: "Dios, ahora nos pide el corazón para vivir en él"; y para que no tengamos la menor duda de su amor -único vínculo por el cual se sostiene la vida-, viene su Espíritu a dar testimonio a nuestro espíritu, a lo más íntimo de nosotros para actuar a favor nuestro.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.
girl with hands up while...
girl with hands up while...

alcanzar gloria

En nuestro caminar por la vida andamos buscando a alguien que nos dé una respuesta para dar sentido a nuestra vida y a la vez nos enseñe el camino para perseverar en atención a una meta que supera todo; razón por la cual podemos creer y soñar con lo mejor.

En este Año de la Fe -convocado por el Papa Benedicto XVI-, para profundizar en ese Misterio tan hermoso, pensé en escribirles utilizando la carta a los Romanos 8,14-17, con la que Pablo trata temas tan antiguos y a la vez muy nuevos, como lo son las preguntas: ¿quién soy? y ¿para dónde voy?

Entonces para empezar, te comento que a través del Bautismo ya formamos parte del cuerpo de Cristo en el cual somos "nuevas creaturas" llenos de la vida divina y movidos por el Espíritu de Jesús, que al igual que a Él, nos impulsa como "aliento de vida".

Este mismo Espíritu guía, conduce, inspira a la Iglesia, y así también, a cada cristiano dentro de la misma Iglesia, lo dirige hacia la "verdad completa, al convencimiento del pecado, de la justicia y del juicio". Él, que conoce lo íntimo de Dios nos lo revela.

Este actuar del Espíritu de Dios nos hace divinos en Jesucristo, nos recuerda, que si recibimos a Jesús, tendremos poder de ser hijos de Dios. Cuando adquirimos ese poder, no se puede vivir según lo hacíamos cuando no conocíamos a Dios, porque ahora somos familia de Dios. Y es que se nos ha sellado y adquirido como "Nación santa, pueblo escogido, sacerdocio regio y todo el que ha nacido de Dios no peca". De esta manera, estamos llamados a realizar las mismas obras que Cristo realizaba, y así encontramos la dicha y la bienaventuranza.

El Espíritu viene en nuestro auxilio para enseñarnos a entrar en relación con nuestro Abbá, que nos ama hasta entregar a su Hijo por nosotros. Nos conduce a una nueva relación en la que confiadamente podemos estar libres de toda culpa, y salvados en intimidad con Dios nuestro Padre, puesto que Él mismo es quien nos abre los brazos.

Miren con certeza: "Dios, ahora nos pide el corazón para vivir en él"; y para que no tengamos la menor duda de su amor -único vínculo por el cual se sostiene la vida-, viene su Espíritu a dar testimonio a nuestro espíritu, a lo más íntimo de nosotros para actuar a favor nuestro.

Y si me preguntaran : ¿cómo se da este testimonio cuando viene el Espíritu de Dios a llenarnos de Él? Les respondo que es una "manifestación-revelación", de la voluntad del Padre de hacernos sus hijos y amarnos sin medida; se realiza en la persona de Jesús en quien hemos sido elegidos antes de la creación del mundo para ser santos en el amor y a través de su obra redentora, desde el misterio de la cruz.

Surge pues, otra interrogante: ¿cuál son los alcances y las repercusiones de este testimonio? Es algo que alcanza a toda nuestra realidad, a tal punto que la transforma por completo; se crea una certeza de ser amados por Dios y ya no se puede vivir si no es en atención a Dios Amor, que convive ahora con nosotros y en nosotros, uniéndonos e implicándonos totalmente en Él.

Este experimentar en la presencia viva y eficaz, que no deja de actuar igual que ayer, hoy y siempre; y nos da sanación, liberación, redención, conversión, santificación a todos los que abrimos el corazón para que esto se realice.

La condición como hijos de Dios, nos atrae con fuerza; porque sólo con Él hayamos felicidad y vida verdadera. El Espíritu se encarga de convencernos de que Dios nos ha adoptado y se ha comprometido en velar por cada uno de sus hijos y más aún, quiere darnos sus tesoros, todos sus bienes, en realidad su intención es darse Él mismo, como "sumo bien" y hacernos partícipes de su gloria.

Este plan perfecto es un llamado a asociarnos con Cristo en el camino redentor, en lo cotidiano, en las luchas, derrotas y victorias, en las altas y bajas. Con todo lo que somos y padecemos, por aquí accedemos a las promesas divinas y esto coloca un nuevo sentido:

Nada hay fuera del amor de Dios y toda realidad puede y ha de ser lugar de encuentro del amor de Dios.

Ahora, vivir todas circunstancias unidos a Jesús es la garantía de que al final también estaremos donde Él está, a la diestra del Padre y recibiremos las siguientes palabras: "Cada vez que lo hiciste a uno de estos pequeños, a mí me lo hiciste, por cuanto sufriste conmigo y perseveraste hasta el final; entonces entra a disfrutar del banquete de tu Señor".

Por eso, les motivo a vivir en la libertad del amor que eleva la dignidad del hombre.

¿Qué te pareció este blog?

Mira qué opinan otros y deja tu comentario aquí


TAMBIÉN VE:

Popular in the Community

Close

What's Hot