Más innovación, más empleo

Pocos estudiantes podrán ser el próximo Bill Gates o Steve Jobs, pero a la mayoría se le puede enseñar a ser más innovador en lo que sea que haga, argumenta Wagner. Los jóvenes inovadores tienen varios denominadores en común.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

cap and gown

La crisis económica que atraviesa el mundo y la falta de trabajo en países desarrollados está generando profundos desafíos para los jóvenes que terminan su educación universitaria y más aun, para aquellos que no han tenido la oportunidad de completar más educación formal que su escuela secundaria.

Actualmente en Estados Unidos, de acuerdo a un reciente estudio del John Heldrich Center for Workforce Development de Rutgers University, realizado entre jóvenes de 18 a 29 años que solo han completado su educación secundaria, 3 de cada 10 están empleados full time, comparado con el doble de empleos en el caso de graduados universitarios. Un 73 por ciento de ellos entiende que debería ser educándose, pero acepta que no podrá hacerlo en el corto plazo.

La precaria situación económica está generando una mayor conciencia de la necesidad de educarse entre jóvenes de todas las edades, pero a su vez, un mayor desafío para encontrar trabajos que ofrezcan buena remuneración y posibilidad de desarrollar una carrera profesional.
A esta realidad, se suma que los empleos del siglo 21 necesitarán unas habilidades y cualidades que todavía muchas escuelas no están proveyendo a sus alumnos.

Como señala el profesor de Harvard Tony Wagner en su reciente libro Creating Innovators, publicado por la editorial Scribner, los jóvenes necesitarán "pensamiento crítico, colaboración entre redes, liderar en base a influencia, agilidad y adaptabilidad, iniciativa y espíritu emprendedor, capacidad de acceder y analizar información, efectiva comunicación oral y escrita, y curiosidad e imaginación."

Muchos autores han hablado de la necesidad de que los jóvenes incorporen estas capacidades, pero Wagner no solo lo explica con gran maestría, como ya había hecho en su anterior libro The Global Achievement Gap, sino que lo demuestra estudiando las iniciativas de varios de ellos. A su vez, su libro es una demostración de innovación en su mismo. En coordinación con el documentalista Bob Campton, el libro permite que el lector pueda acceder a videos, comentarios de autores, y entrevistas en forma electrónica a través de códigos de barras que se encuentran dentro de la versión impresa.

Wagner argumente en su libro que la innovación y la creación de innovadores son esenciales para el éxito económico de corto y largo plazo de los Estados Unidos. Actualmente, el país no puede depender únicamente de sectores donde antes tenía liderazgo, ya que la competencia global ha aumentado profundamente. No es suficiente que solo una pequeña proporción de la población sea capaz de innovar y generar nuevos productos y servicios. Es vital extender esta capacidad a toda la población.

La innovación es la clave para crear nuevos productos y servicios, y así nuevos empleos. Esto lo sabe bien Dean Kamen, como reporta Creating Innovators, conocido por haber inventado el vehículo electrónico Segway en 2001. Actualmente, la impresa Segway gana decenas de millones de dólares de ingresos cada año, con distribución en países que incluyen México, China, Japón, Australia, y la mayoría de Europa. Dice Kamen, "Hoy en día, tenemos que crear propiedad intelectual para crear riqueza." Las materias primas son muchas más baratas producirlas en otros países, y los Estados Unidos simplemente no pueden competir en ese ámbito. Por eso, según Kamen, "el verdadero valor es la creación de ideas que sean escalables, que no consuman recursos, que no sean de suma cero."

A través de su research, el professor Wagner comprobó que los jóvenes en Estados Unidos logran ser innovadores muchas veces a pesar de la escuela, que en general penaliza el error, desalienta la curiosidad y utiliza metodologías predeterminadas que no da mucho espacio al estudiantes a tener una enseñanza activa y práctica.

A su vez, los test estandarizados que se utilizan para evaluar estudiantes y maestros desalientan el espíritu innovador. Los exámenes de respuesta múltiple, que se utilizan en la mayoría de estos test no son una forma apropiada de evaluar, según Wagner. Son importantes para obtener cierta información sobre el rendimiento, pero no son suficientes para el aprendizaje y definitivamente no conducen a promover la innovación entre los jóvenes.

Pocos estudiantes podrán ser el próximo Bill Gates o Steve Jobs, pero a la mayoría se le puede enseñar a ser más innovador en lo que sea que haga, argumenta Wagner. Los jóvenes innovadores tienen varios denominadores en común, que Wagner resume en los tres factores 'p': "play, passion and purpose". Estas características podrían traducirse en jugar con nuevas ideas y sueños que llevan a estos jóvenes a desarrollar una pasión por lo que hacen, que termina convirtiéndose en un fin, un objetivo de la vida.

Según el reporte de Rutgers University, 56 por ciento de los entrevistados con diploma escolar pero que carecen de una educación universitaria sostiene que su generación tendrá menor éxito económico que la de sus padres. En contraste, solo 14 por ciento dice que estará mejor que sus padres. El pesimismo tiene que ver con la difícil situación económica, pero también con la realidad que estos jóvenes sienten que no tienen las capacidades y habilidades necesarias para conseguir empleos estables.

Como dice Wagner, "Al mundo no le importa qué sabemos. La información se ha vuelto gratis, como el aire. Lo que es mucho más difícil es usar esa información para crear algo nuevo". El futuro de nuestra economía y nuestros estudiantes depende de que podamos enseñar a una nueva generación como crear estas cosas nuevas.

Popular in the Community

Close

What's Hot