Capital de riesgo y textos escolares

El negocio de los libros de texto parecía estable y predecible hace unos años, apoyado por el crecimiento demográfico, el aumento del acceso a la escuela de muchísimos jóvenes, y la economía de escala en la producción de libros de un mismo contenido, con un principal comprador, el estado, que representa del 70- al 90% del mercado.
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No ha generado mucho debate en América Latina la noticia de la adquisición de la compañía de educación McGraw Hill, de 113 años de historia, con presencia en 150 países, por el fondo de inversión Apollo Global Management. Pero esta transacción parecería representar una de las más claras tendencias en los cambios que se avecinan en la industria de libros de textos escolares y contenido educativo en la región.

La transacción no es solamente significativa en términos económicos, sino que más bien habla sobre la transformación por la que está atravesando el sector educación, y en particular los libros de textos que desde hace décadas son el principal instrumento proveedor de contenidos en las escuelas. "Esta operación es un despertador, un llamado de atención para toda la industria editorial" me comentó Diego Meirino, Director General de contenidos y soluciones educativas de Carvajal, una de las principales compañías de educación de América Latina. "Los que editamos libros de textos en formato tradicional tenemos que reinventarnos, o prepararnos a ver disminuir nuestro market-share", agregó.

McGraw Hill ha dividido sus unidades de negocios, vendiendo la parte educativa, en 2500 millones de dólares, y quedándose con los servicios financieros, en particular la agencia de rating Standards and Poors, con Capital IQ Tools, que provee servicios de análisis financiero, y Platts, un vendedor de información sobre los mercados de commodities.

El fondo de inversión Apollo (que no guarda relación con la empresa Apollo que maneja University of Phoenix) fue fundado hace 22 años, maneja más de 40 billones de dólares en activos, y ha invertido en la industria del entretenimiento como la empresa de cine AMC, de cruceros Norwegian Cruise, hoteles, real state y CORE Media Group. Tal vez incursionará en lo que muchos han llamado Edutainment, la intersección de ambas industrias, o tratará de acelerar el cambio de McGrawHill hacia la provisión de contenidos digitales, de forma similar a como hizo Apex Partners cuando compró Thomson Learning, ahora llamado Cengage Learning. "A partir de la adquisición en el 2007 por parte de Apex, orientamos nuestra compañía hacia los desafíos del siglo XXI, pasando de productos a soluciones educativas sofisticadas con un elevado componente de innovación tecnológica", señala Juan Maria Segura, Academic Senior Director de Cengage Learning para Latinoamérica.

El negocio de los libros de texto parecía estable y predecible hace unos años, apoyado por el crecimiento demográfico, el aumento del acceso a la escuela de muchísimos jóvenes, y la economía de escala en la producción de libros de un mismo contenido, con un principal comprador, el estado, que representa del 70- al 90% del mercado. Pero esta realidad está siendo irrumpida por la masiva incorporación de nuevas tecnologías en todas las industrias, incluida la educación. Pero el dilema es que si bien pareciera que el futuro cambiará por completo la industria de libro de texto escolar, en la actualidad sigue funcionando en muchos mercados, reduciendo la necesidad o urgencia de cambio de estas compañías.

Las nuevas tecnologías están des-intermediando todas los sectores de la economía, desde el consumo minorita hasta la producción, con el advenimiento de las tecnologías de manufactura 3D. Pero no mucho ha cambiado todavía en los sistemas educativos ni en las empresas que proveen gran parte de sus productos y servicios. La industria editorial está enfrentando profundos desafíos, y mucha competencia de gran cantidad de nuevas compañías introduciendo contenidos digitales y nuevas formas de enseñar y aprender en las escuelas.

Los nuevos accionistas de McGrawHill, como pasó antes con Cengage, y en cierta medida está intentándolo Pearson con la adquisición de empresas como Connection Academy, y su reciente lanzamiento de Pearson Catalyst, una incubadora de nuevos emprendimientos de educación y tecnología, pareciera que traerán cambios que ya se están observando en diferentes distritos escolares y escuelas, donde gracias a la tecnología se está personalizando la educación, a medida de la capacidad de aprendizaje e intereses de los estudiantes.

Las tradicionales compañías de libros de textos y contenidos en papel son las mejor posicionadas para capturar estos nuevos mercados, ya que tienen liderazgo en la producción, los canales de ventas y distribución, pero tendrán que adaptarse a la sociedad del conocimiento, o terminar en las manos de nuevos jugadores.

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