¿Quiénes son los futuros líderes latinos?

Que sean libres. Y que se hagan responsables de continuar su lucha, pero ya no por ellos mismos sino por la comunidad toda. Para representarnos a todos. Abran paso a la próxima generación de líderes latinos: los DREAMers.
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Tal como lo demuestran las elecciones primarias en Texas, Florida o California, no hay carencia de candidatos latinos que se postulan a puestos municipales, condales y estatales. Hay hispanos que se someten a la voluntad del votante por todas partes, desde distritos hídricos y escolares, juntas tributarias, juzgados metropolitanos, procuradurías de distrito, hasta las legislaturas estatales.

Aquí, en el sur de California, docenas de candidatos latinos están inundando nuestros correos con literatura electoral, a tiempo para las elecciones primarias de este martes 5 de junio. Si bien en su mayoría estos postulantes son demócratas, un buen número se presentan bajo la bandera republicana.

Algunos de estos candidatos en California son políticos de larga data como Richard Alarcón, actualmente concejal de la ciudad de Los Angeles y quien ya había estado en la Asamblea (por tres meses), en el Senado estatal (por ocho años) e incluso, antiguamente, en el mismo concejo municipal (entre 1993 y 1998).

Otros, como Ian Calderon, se postulan en virtud de sus conexiones -o tradiciones- familiares. Es el hijo de 26 años y sin experiencia previa del asambleísta Charles Calderón, quien debe entregar el mismo puesto a causa de las leyes que limitan los términos legislativos. Todo queda en la familia: el tío de Ian es Ron Calderon, senador estatal; otro tío, Tom Calderon, trata de recuperar un escaño en la misma Asamblea. Todos son demócratas del condado de Los Angeles.

Por otra parte, algunos son bastante nuevos para los votantes, a pesar de tener una trayectoria como miembros del equipo de otros funcionarios electos. En el distrito 51 de la Asamblea de California - el mío, donde yo voto - están Jimmy Gomez, Arturo Chavez, Luis Lopez, y Oscar Gutierrez. Todos demócratas.

En Texas hay dos distritos congresionales hispanos recientemente creados - de cuatro nuevos, cuya creación refleja el incremento en la población latina y la representación de este estado en la Cámara de Representantes - donde candidatos latinos tratan de ser elegidos. Y el 31 de julio, un latino favorecido por el Tea Party, Ted Cruz, confrontará al vicegobernador David Dewhurst en una primaria republicana por el derecho a comparecer en noviembre como postulante a Senador federal. Un ex representante estatal, Domingo García, está en una contienda eliminatoria con un actual legislador, Marc Veasey, en el distrito congresional 33. Ambos son demócratas.

En Florida, los nuevos mapas de los distritos electorales permiten más candidatos hispanos, que, algunos dicen, podrían llevar a que tambalee la sólida mayoría republicana y caucásica en la legislatura en la capital Tallahassee.

Más candidatos latinos... ¿Significa eso más representación, más poder, más liderazgo latino?

Quizas un día de éstos uno de estos candidatos sea como Sonia Sotomayor, jueza de la Suprema Corte de Justicia de la nación, o Marco Rubio, senador republicano de Florida, o Antonio Villarraigosa, alcalde de Los Angeles, o el congresista Luis Gutiérrez, demócrata de Illinois, o la secretaria de Trabajo Hilda Solís o el ex secretario de Vivienda Henry Cisneros o el ex procurador general Alberto R. Gonzales.

¿O quizás... quizás uno de ellos sea el próximo Cesar Chavez o Dolores Huerta?

En septiembre pasado, en una mesa redonda con medios noticiosos latinos, el Presidente Obama me dijo que "yo estaré vivo para ver a un candidato latino a Presidente que... podría ganar".

Wow. ¿En serio?

No, en serio no. Un momentito.

Dejemos de lado esta narración autocomplaciente. La verdad es que pocos de estos candidatos y líderes están cualificados para el derecho a postularse a ser como Chavez o Huerta.

Esta semana, Dolores Huerta recibió del Presidente de Estados Unidos la Medalla de la Libertad, uno de los honores más importantes conferidos en este país.

Y una idea me estremeció: ¿en dónde está la próxima, la nueva Dolores Huerta? Mientras ella recibía los honores por lo que hizo hace décadas y por lo que hoy representa, ¿en dónde están desarrollándose los futuros líderes de los latinos?

Permítaseme contestar esta pregunta con otra... ¿conoce la leyenda del Pájaro Azul?

Mi madre me la contaba (y yo a mis chicos desde hace 30 años): los hijos dejan la casa y van, por distintos caminos, a encontrar al pájaro azul que conlleva la felicidad. Después de décadas, tal como lo habían estipulado, se vuelven a reunir en casa de sus padres para confesarse mutuamente que su intento en el que se les fue la vida ha sido en vano y que ninguno de ellos ha encontrado el tan ansiado pájaro azul. Y allí se dan cuenta, con lágrimas en los ojos, que el Pájaro Azul estaba, desde siempre, viviendo en una jaula, en la casa paterna...

El Pájaro Azul está entre nosotros.

Los líderes latinos del futuro están entre nosotros, hoy, en nuestros campos académicos.

Son los DREAMers, los chicos indocumentados que luchan por reconocimiento y por su legalidad migratoria.

Sus padres los trajeron de chicos. No conocen otro país. Algunos hablan, o escriben, muy mal español. Podrían ser deportados en cualquier momento, pero ellos luchan por ser ciudadanos estadounidenses. Son fuertes y valientes. Miles de ellos han dejado las sombras y se han puesto bajo la luz pública. Marchan, llevando banderas de libertad.

La lucha por los derechos civiles de hoy la libran ellos, los DREAMers.

Algunos hallaron en las páginas de HuffPost Latino Voices y Voces una plataforma desde la cual pueden escribir sus columnas y anunciar su credo y relatar sus experiencias.

Son nuestros queridos hijas e hijos. Y nuestro futuro.

Esperemos que después de las elecciones de noviembre, el Congreso reencuentre el sentido común y que apruebe la ley DREAM.

Que sean libres. Y que se hagan responsables de continuar su lucha, pero ya no por ellos mismos sino por la comunidad toda. Para representarnos a todos.

Abran paso a la próxima generación de líderes latinos: los DREAMers.

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