Mejor me guardo lo dicho

Decía que odiaba elque se pone con los dedos, que eso era arte reservado para tribus indígena e impreciso, y ahora estoy como loca "traficando" Lolli Tint, de Benefit, un elixir líquido que es fabuloso, pero que sólo se puede aplicar con dedos bien entrenados.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

Decía que odiaba el blush que se pone con los dedos, que eso era arte reservado para tribus indígena e impreciso, y ahora estoy como loca "traficando" Lolli Tint, de Benefit, un elixir líquido que es fabuloso, pero que sólo se puede aplicar con dedos bien entrenados.

Hablo de traficar, entre comillas, porque en Buenos Aires, Argentina, donde vivo, hay Obelisco, hay cafés preciosos, hay tango, hay buenos amigos...¡pero no hay un Sephora donde conseguir estas cosas! Y eso sí es grave.

Lamento la liviandad del tema, pero en un día gris como el de hoy, con dolor de garganta y a un día de una gran fiesta, lo bien que me haría tomar un canastito y llenarlo de "beauty chucherías". La verdad es que Cristina, nuestra presidenta, en este ítem me defraudó bastante.

Tanta pestaña ultracargada, tanto contar que se pinta como una puerta desde los 15 años, y nada. Debemos conformarnos con la cadena de farmacias Farmacity, que lo más tentador que tiene son pastillas de alcanfor.

Pero bueno, tenía ganas de hablar de todo aquello a lo que uno dice no, y luego es sí. Como me sucedió en su momento con el sushi, antes de convertirme en devoradora de sashimi.

Igual pasó con mi discurso combativo contra los supermercados chinos. ¡Qué le voy a hacer! Uno corre, corre, casi nunca hay tiempo. Y enfrente de casa se instaló algo que en un principio describí como agujero infeccioso.

Hasta que fui por un pote de crema, terminé comprando un bol, fideos de arroz... y me hice amiga de la china más mala que pueden soñar en una caja. No recuerdo bien cómo pasamos del amor al odio. Pero Akame, que en chino signica preciosa, es lo mejor que me pasó en el barrio.

Algo parecido me sucedió con el ice tea, los libros religiosos, los aceites para aromaterapia, el incienso y la mandarina. Pero lo más llamativo es lo que estoy viviendo ahora con Toto, mi nuevo perro.... Digamos perrín. Pesa sólo cuatro kilos y aún no sé si elevarlo a categoría perro.

Es que siempre tuve perrazos de más de 20. Perros con cara de perro, orejas de perro, mirada de perro. Perros lobos. Perros con estilo Rin Tin Tin o Lazzie. Jamás en la vida se me hubiera ocurrido comprar mascota de porno star.

Perro de bolso no es perro. Perro que se peina no es perro. Perro que no gruñe ni ataca a los chicos delivery tampoco. ¿Y eso de pasear tranquila por la vereda? No.

Un perro -perro debe arrastrarte ante la presencia de otro par y uno debe luchar, gritar, amenazar, incluso llegar herido.

En fin. Ya no tengo mi perro-perro y no voy a dar detalles porque no quiero llorar. Lo tengo a Toto, mascota de porno star que por suerte es mezcla y tal vez termine medianito. Pero ladra finito, camina tranquilo, besa a los delivery, bosteza cantando. Es perrín y me gusta. Y lo quiero. Así que vuelvo a decir, una y mil veces, mejor me guardo lo dicho.

Popular in the Community

Close

What's Hot