Un país que lucha por su libertad en las calles y en la autopista de información
Lo que ocurre en Venezuela se mide en días. Hace un mes se publicó en esta columna Blackout informativo en Venezuela, donde se describe el apagón mediático a partir del 12F de 2014... Y ha transcurrido tanto en tan poco tiempo.
Al la fecha de redacción (12 de marzo), los últimos reportes contabilizan 28 muertos, más de 1.300 detenidos, más de medio millar de heridos. Hay reportes documentados y con testigos de torturas, jóvenes sometidos a libertad condicional por protestar sin pruebas de violencia o vandalismo.
En cambio, como se ve en el video anterior, hay mucho metraje de los usuarios en línea, más allá de agencias y freelancers profesionales, que inculpa a los militares, los cuerpos de seguridad estatales y los grupos paramilitares del régimen. Eso ha compensado (algo) la asimetría y desproporción oficialismo-oposición.
Los usuarios que producen y distribuyen esa información van desde ocasionales navegantes, hasta "guerreros de teclado", pasando por activistas, periodistas y todo tipo de gestores y productores profesionales y amateurs de contenido.
Sea una parcela de la lucha política o un "campo de batalla crucial", la sociedad que protesta (sobre todo estudiantes) es en gran medida cibernauta, usuaria de smartphones y adoptadora temprana de tecnologías. Varios Trending Topics del 12F para acá, hago recuento de algunos eventos sobre esta experiencia de cibersociedad activista, aunque también impredecible y caótica. Una audiencia transmutada en editora, en broadcaster y en productora se contenido.
La construcción de lo "glocal"
La mención de Jay Leto en el Oscar (2 de marzo) fue producto de una campaña de tuiteros que inundó a los miembros de la Academia. Dice el artículo de BBC que "la campaña realizada por la oposición funcionó".
La visibilidad del tema ha subido porque muchos artistas (Kevin Spacey, Madonna, Cher, Ricky Martin, Marc Anthony, Willie Colón y muchos otros) han tuiteado o declarado su solidaridad con las protestas. No solo en Twitter, sino en Instagram, Facebook o en blogs.
La actuación de ciudadanos dentro y fuera de Venezuela se ha sentido en el Ejecutivo estadounidense. El Presidente Obama en México y Joe Biden: han denunciado directamente al régimen de Maduro y amenazado con sanciones.
Para el lobby que hizo Biden en Chile (previo a la toma de posesión de Michelle Bachelet) llevó abundantes evidencias de violaciones a DDHH tomadas directamente por ciudadanos, in situ y al momento. Esa evidencia, aunque el régimen la quiere borrar, está en la web (y en millones de discos locales privados). Búsquedas en Google, YouTube y Flickr y comprueban esta disponibilidad. En Google News hay una buena colección de artículos ya "curados" por periodistas con contenidos ciudadanos.
Muy activos, los republicanos han sido más frontales. El senador Marco Rubio ha tenido repetidos encontronazos por Twitter con el mismísimo Maduro. El 12 de marzo el Congreso de Estados Unidos dio los primeros pasos para aplicar sanciones a funcionarios venezolanos que hayan violado DDHH, y son muchos.
Algo es algo, dado que el grueso de los países ha preferido mirar a otro lado y dar un apoyo ya comprometido con el régimen venezolano.
No así expresidentes e intelectuales como el obligado Vargas Llosa.
A la no sorpresiva falta de decisión democrática de los gobiernos latinoamericanos, la cibersociedad opositora venezolana, con la colaboración de gente en decenas de países, ha inundado unos cuantos buzones gracias a etiquetas como #VenezuelaMuereTuCallas, dirigidas a mandatarios latinoamericanos aliados de Nicolás Maduro. O a la OEA, que le siente sin conexión ni simpatía con la gente para la que se supone que trabaja.
El otro gran Trending Topic #SOSVenezuela se prestó para variopintas manifestaciones de calle.
Las diatribas en redes sociales son muy comunes, como ésta entre un músico pop venezolano y otro, chavista.
También innumerables peticiones en línea desfilan por los timelines para pedir desde enjuiciamiento a los funcionarios del madurismo hasta intervención más enérgica de mandatarios del mundo.
Esto y mucho más arman un entramado "glocal" = global + local. La proyección de lo que ocurre en un país y su eco en el mundo,
El infociudadano contra la hegemonía comunicacional
Ante un blackout informativo del régimen venezolano, no decretado pero indudable, los ciudadanos en línea han seguido su cruzada por mostrar al mundo las violaciones a los DD.HH., incluso a veces en vivo y directo por canales como Ustream.
En Mashable lo expresaron así: "En Venezuela el único medio libre es Twitter".
Este artículo en Huffington Post tiene fotos de agencia pero videos de infociudadanos en YouTube.
Las imágenes que se filtran, en este caso evidencia de torturas.
La foto en este artículo se ha hecho viral: un joven carga en su motocicleta a Génesis Carmona, una reina de belleza que salió a protestar pacíficamente en la ciudad de Valencia y fue alcanzada por un disparo.
Un reportaje de NTN24 con muchas grabaciones infociudadanas:
El video a continuación es un ejemplo de cómo los ciudadanos pueden desmontar la manipulación mediática que un régimen realiza por el canal oficial venezolano y todos los medios públicos (también hay que decirlo, casi todos los privados).
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Hay esfuerzos para que la información que circula en las redes se recoja, se verifique y se le haga curadoría de contenidos. Surgen iniciativas como @infoConfirmada, cuyo objetivo es descartar rumores, datos inexactos e información sin soporte fáctico. Hacen falta, ciertamente, editores y curadores de contenido en esta vorágine de datos sin sellos de calidad, que deben hacerse funcionales para la libertad de expresión.
Y fuera de Venezuela, emigrantes de este país se han unido para difundir noticias o piezas noticosas, como Reporta Venezuela, un proyecto para internacionalizar los mensajes al traducirla al inglés, francés, portugués y otros idiomas.
Internet no puede sustituir (todavía) a los medios tradicionales, pero los compensa muy bien y cada vez más. Tampoco, obviamente, puede la cibersociedad anteponerse a las acciones de calle, pero las acompañan y potencian.
Se desarrolló un app para convocar marchas. En fin, decenas de posts, imágenes, videos, audios, pases en Zello, apps, sitios web, fragmentos voladores de una realidad literalmente dictada por la oferta y la demanda.
El próximo...
El régimen venezolano está muy activo en su tarea de borrar indicios de sus violaciones de DDHH. Se reportan videos removidos de YouTube y Vimeo, entradas en Wikipedia, posts en blogs y otros sitios de hospedaje de fotos. También se vislumbra un bloqueo más estricto al acceso a internet.
Pero esos son temas apartes que tratamos en una próxima entrega, junto a prometidas recomendaciones para el ciberactvismo y el bypass a la censura.
Por los momentos, #SOSVenezuela.