El sastre de Diego Simeone está de moda. El traje negro confeccionado a mano, camisa blanca ajustada al cuerpo y corbata oscura delgada que lo acompañan todos los fines de semana en la banca del Atlético le han dado al argentino la personalidad astuta que tanto necesitaba el otro club de la capital de España.
Su estilo personal tiene un toque metrosexual reflejado en el cabello corto, barba de tres días y su cuerpo marcado, lo convierten hoy en día en el director técnico con el físico más envidiable del fútbol.
Los últimos entrenadores del Atlético de Madrid habían coincidido en tener una imagen conservadora en su atuendo y ese estilo lo permeaban en la forma de jugar del equipo, el cual entusiasmaba a pocos.
Después de un descenso en el año 2001 y de pasar temporadas para el olvido que no hacían reaccionar al equipo colchonero, un club que normalmente está a la sombra de su vecino Real Madrid, ha conseguido silenciosamente colocarse en la élite del futbol mundial.
Simeone llegó a darle una imagen fresca y juvenil a su equipo, justo lo que necesitaban. Un entrenador que se viera diferente por su estilo de vestimenta, y que tuviera la capacidad de transmitirles una idea distinta a sus jugadores. Los resultados ahí están: dos copas de la UEFA, dos recopas y, hasta hoy, estar en lo alto de la clasificación de la liga española como sublíder, igualado en puntos con el poderoso Barcelona.
La llegada de Falcao y el buen momento que atraviesa el delantero colombiano han ayudado a la recuperación de la imagen del Atlético, pero este reconocimiento no solamente pueden llevárselo los jugadores, la astucia de la imagen de Simeone ha sido un grandísimo factor en su éxito actual.
El fútbol está cambiando y la imagen cada vez se perfila como una importante herramienta que hasta en detalles más simples, como la vestimenta o estilo personal de un entrenador, se puede influir en la conducta de un equipo, conjugando talentos y personalidades.
La suerte no es la única responsable de este gran momento de Diego Simeone y su Atlético de Madrid. Los elementos de imagen analizados anteriormente nos enseñan que no es necesario un alto presupuesto cuando hay astucia.
Hoy Madrid ya no solamente se tiñe de blanco, tiene un sastre que la viste de rojo y blanco que está cautivando al mundo entero.
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