Como en un film de Fellini, estéticamente perfecto pero cargado de melancolía y sobriedad, los signori de la moda italiana presentaron sus colecciones con una tendencia general de volver al pasado y reinterpretarlo.
Luego de anotar muchos puntos al tener tres actrices nominadas al Oscar: Jessica Chastain, Naomi Watts y Quvenzhane Wallis lucir sus diseños en la alfombra roja, Giorgio Armani, presentó un desfile lleno de elegancia con diseños divinos para vestir una noche de gala.
La insuperable Miuccia Prada, creó un ambiente misterioso muy a lo Hitchcock, para presentar una colección modelada por veteranas como Kirsten Owen, Liisa Winkler y Esther de Jong, en la cual la sofisticación de la firma se hizo presente asumiendo riesgos y referenciando trabajos del pasado.
Versace, se convirtió en la máxima representante del punk, con un trabajo lleno de telas brillantes, colores contrastantes y cortes que mostraban piel a la par de uno que otro tatuaje.
El dúo del romanticismo Dolce & Gabbana, decantaron el concepto de Prima Donna para crear una historia de elegancia y sexualidad que en conjunto creó una postal que refleja el verdadero esplendor italiano.
Peter Dundas para Emilio Pucci, tomó un camino mucho más atrevido, al crear una colección muy a lo "Penny Lane". En un concierto estético entre el rock de los sesenta y la sofisticación característica de Pucci, esta colección termina siendo una de las ganadores de Semana de la Moda. One love, One rock!
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