Los conservadores controlan la Camara de Diputados --o Cámara Baja-- mientras que en la Cámara de Senadores la mayoría la tienen los Demócratas. Como los Demócratas son "amigos" de los Latinos y más propensos a aprobar una reforma migratoria, se buscó que fueran los primeros en discutir el tema.
Finalmente, la propuesta de ley S.744, llamada Acta de Seguridad Fronteriza, Oportunidad Económica y Modernización Migratoria fue aprobada el 27 de junio.
De inmediato, decenas de organizaciones --muchas de ellas Latinas o defensoras de los derechos de los inmigrantes-- comenzaron a difundir la noticia a los cuatro vientos y presentándola como una victoria para los sin papeles..
Esta propuesta contiene dos aspectos principales: abre la puerta para la "legalización" de miles de indocumentados y establece una fuerte militarización de la frontera con México.
En el primer punto, uno de los aspectos mas negativos es la espera de hasta 13 años para lograr la residencia. Mientras tanto, los inmigrantes tendrán un estatus de "temporales" y no podrán recibir beneficios aunque paguen por ellos, como desempleo. Además, claro, deberán pagar multas, tener Buena conducta, ponerse al día con los impuestos, tener empleos, y más.
Muchos activistas critican estas exigencies y la larga espera.
O sea, durante más de una década tendrán que trabajar, aportar impuestos sin recibir nada a cambio.
El otro aspecto, la militarización fronteriza, es sumamente grave.
En primer lugar, destina un presupuesto de $46 billones de dólares para la contratación de casi 20.000 nuevos agentes fronterizos, y la compra de helicópteros de combate, aviones sin pilotos, y un sofisticado sistema de cámaras, alarmas, luces, etc, y además se completará la muralla que divide ambos paises.
Muchas organizaciones Latinas, por ejemplo algunas con base en Washington, D.C., dicen que "se hizo lo que se pudo", que "es mejor que nada", y que "no pudimos evitar que se incluya lo de la seguridad fronteriza porque se votó como un bloque".
Es decir, a pesar de las increibles limitaciones y su caracter represivo y militarista, tenemos que aplaudir la propuesta, aceptarla y celebrarla.
Pero las comunidades fronterizas están indignadas.
"No sabemos ni dónde pondrán tantos agentes", dice Fernando García, director ejecutivo de Red Fronteriza Pro Derechos Humanos, de Texas. "El problema es que no estarán solamente en la frontera misma, sino en nuestras comunidades, en nuestros barrios pidiendo documentos... Seguirán entonces los abusos y las muertes".
García asegura que al principio su organización y otras similares siguieron con entusiasmo el inicio de las discusiones sobre la reforma migratoria en el Senado. "Pero esta propuesta ya no nos representa", asegura. Y agrega, "Fue un acuerdo entre Republicanos y Demócratas".
Sin duda senadores de los dos partidos acordaron la propuesta. Pero también hubo otros grupos presentes, como la Cámara de Comercio, sindicatos y las poderosas industrias de la tecnología y la agrícola, además de sectores del armamentismo y de las prisiones privadas.
O sea, la propuesta de ley de reforma migratoria parece más bien un acuerdo económico y militarista que una dedicada a enfrentar el flujo de inmigrantes al pais.
Por un lado, se imponen duras condiciones a quienes podrían inmigrar mientras que se abren las puertas a las empresas que podrían proveer servicios y productos de seguridad y encarcelamiento.
En ningún momento se discutió el bienestar de los inmigrantes? Quienes participaron de esta discusión? Se escuchó a los inmigrantes? Dónde está el poder que dicen que ahora tenemos los latinos?
De acuerdo a un amplio artículo publicado en la revista The New Yorker el pasado 24 de Junio, las largas negociaciones estuvieron a cargo de ocho senadores y sus asesores, y los representantes de las industrias mencionadas. El autor de la nota, Ryan Lizza, en ningún momento habla de representantes u organizaciones Latinas o en favor de los derechos de los inmigrantes durante las discusiones.
Lizza presenta detalles sobre cómo estos politicos buscaban cuidadosamente no afectar los intereses de ellos y su clientela, mientras escuchaban a los empresarios y a los sindicalistas.
Pero lo más interesante es leer cómo los Demócratas, a pesar de tener la mayoría en el Senado, prácticamente aceptaron todas las demandas de los conservadores. Una de ellas, claro está, la seguridad fronteriza.
Destaquemos que este aspecto está relacionado con la necesidad de la industria militarista y carcelaria de mantenerse "activa" ante la la inminente reducción de la presencia de Estados Unidos en Iraq y Afganistán.
Como antes lo fue la Guerra Fría y el comunismo, luego los carteles de la droga, hoy es el terrorismo contra el que hay que armarse, cerrar fronteras y encarcelar a todo sospechoso.
En 2006, los inmigrantes salieron a las calles para oponerse a la propuesta de ley HR4437, llamada Sensenbrenner por el nombre de su autor, debido a su carcter opresivo y discriminatorio. Este movimiento derrotó la propuesta y luego ayudó a aumentar la presencia de los Demócratas en el Congreso.
En 2008 y 2012, los latinos fueron fundamentales en el triunfo electoral de los "aliados" Demócratas.
Pero lo cierto es que la nueva propuesta de ley de reforma migratoria --y eso que aún no se discute la versión de la Cámara de Diputados, donde predominan los Republicanos!-- nos enfrenta a la triste realidad de que no tenemos poder real, poder politico.
Quienes dicen representarnos son en su mayoría organizaciones que ni tienen contacto con los inmigrantes ni se preocupan por su bienestar.
No es tiempo de lamentarse, es más importante fortalecer organizaciones con principios y activistas o líderes capaces de representarnos dignamente. Es tiempo de crear nuestras propias organizaciones, de fortalecer nuestras culturas y de iniciar diálogos con otras comunidades de inmigrantes. Es tiempo de educarnos, conocer más de política y tener visión.