Mercado de Ideas: ¿Por qué EE.UU. espía a todos?

A medida que se siguen conociendo detalles del alcance del espionaje de Estados Unidos a líderes y países de todo el mundo, aumenta la indignación.
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A medida que se siguen conociendo detalles del alcance del espionaje de Estados Unidos a líderes y países de todo el mundo, aumenta la indignación.

Y no es para menos. Porque resulta que EE.UU. no solo espía a supuestos terroristas o países enemigos, sino que se despacha a gusto espiando a sus amigos y aliados. Literalmente, nadie se salva del comportamiento esquizofrénico de Washington, por intermedio de la agencia NSA (National Security Agency), encargada del espionaje cibernético. Porque el espionaje tradicional queda en manos de la CIA (Central Intelligence Agency).

Este nivel de espionaje se hizo público, transformándose en escándalo, gracias a las revelaciones de Edward Snowden, un joven contratista al servicio de la NSA que viajó a Hong Kong y desde allí dio a conocer gran parte de los detalles del espionaje cibernético y telefónico de Estados Unidos.
El periódico inglés The Guardian publicó la información de Snowden en mayo de 2013, creando sorpresa y descontento entre los aliados de Washington.

Pero Snowden, que después pidió asilo político en Rusia ante la arremetida de Washington en su contra --con cargos que, en caso de que regrese a su país lo llevarían a la cárcel de por vida-- siguió publicando documentación comprometedora y ahora el gobierno del presidente Obama debe hacer esfuerzos propagandísticos para atenuar el enojo de muchos países amigos, como Alemania y Brasil.

Naturalmente, la administración Obama quiere restarle importancia al escándalo y asegura que aunque escuchó y grabó conversaciones telefónicas de líderes de países y organizaciones de todo el mundo, en muchos casos fue con la aceptación y apoyo de los servicios secretos de varios de esos países.

¿A quién creeerle?

A ninguno de los dos, naturalmente.

Porque una agencia de espionaje no solo espía sino que también tiene que evitar que espíen a su país y a sus líderes, pero como esto no se puede evitar, al menos busca confundir a los espias y gobiernos extranjeros. E incluso a la opinión pública de su propio país.

La NSA no revelará nada más de lo que Snowden dé a conocer. Y Washington buscará controlar el daño que hacen esas revelaciones desarrollando una intensa campaña de relaciones públicas, tanto pública como privada --es decir, hablando con cada gobierno ofendido --menos México, que aceptó mansamente que Washington lo espiaba.

El espionaje no es nada nuevo en la historia y prácticamente desde hace cientos de años los países, o tribus y sus ejércitos se espían a fin de conocer la capacidad del enemigo. Aunque fue recién después de la II Guerra Mundial (1939-1945) cuando a este tema se le dedicó mucha literatura.
Con la llegada de la Guerra Fría, precisamente a partir de la finalización de la II Guerra Mundial, el espionaje cobró mayor importancia. Y también obtuvo cierto glamour gracias a Hollywood --recordar sino a la exitosa serie de filmes de James Bond.

Junto al espionaje, las agencias encargadas realizan otro tipo de actividades. Por ejemplo, la intromisión de Estados Unidos en México es tan evidente que información nunca confirmada asegura que en los 60s, Washington pagó a ciertos periodistas mexicanos para que criticaran al comunismo. También, la CIA espiaba a las embajadas de los países comunistas. Se dice que los gobiernos de México y EE.UU. colaboraban en estas actividades.

Pero no hay nada como el espionaje actual

En Estados Unidos, las agencias como NSA "filtran" todas las llamadas telefónicas y revisan el caudal de correos electrónicos y el uso de las redes sociales, como Facebook, Whatsup, Instagram, Linkedin, etc.

Nadie ni nada este a a salvo del espionaje. Es mas, Washington obliga a las empresas aéreas que viajan a Estados Unidos a entregar los nombres de los pasajeros.

El espionaje interno es abrumador y descontrolado. No existe la menor privacidad de los ciudadanos.

La paranoia antiterrorista no permite ver cosas realmente más preocupantes para la sociedad, como la existencia de depredadores sexuales. Porque mientras nuestros expertos en espionaje buscan a terroristas entre cientos de miles de llamadas telefónicas y páginas de Facebook, en una casa "normal" de Cleveland Ariel Castro mantuvo secuestradas y esclavizadas a tres mujeres durante una década. Nadie percibió nada en esa casa, ni la policía, por supuesto.

La paranoia del control de la sociedad --del cual el espionaje es solo una parte-- es típico de las clases sociales que usan la excusa de la seguridad nacional para asegurarse sus privilegios de poder.

La ley que permite estos abusos e intromisiones en nuestras vidas privadas es el Acta Patriótica de 2001, firmada por el entonces presidente George W. Bush y extendida por Obama en 2011.
En esta ley se establece claramente cómo nos espían. Y no hay nada que hacer.
O si, pero depende de que los ciudadanos digan basta a estos abusos.

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