¿Se acuerda usted de María Conchita Alonso? ¿No? No se preocupe, no es la única persona. Esta cantante y actriz nacida en Venezuela, de padres cubanos, tuvo sus mejores momentos en la industria del entretenimiento durante la década de los 80s.
Pero de pronto, ¡zas! Otra vez se nos aparece Maria Conchita en los medios masivos de comunicación. Y no porque recibió un destacado papel en algún filme de Hollywood. No, nada de eso. Ocurre que su apoyo a un reconocido y fanático político conservador desató la furia de muchos y como consecuencia de esto le dijeron "adiós" a su presentación en una obra de teatro.
Vamos de a poco, por si usted no lo leyó antes en otra parte.
Durante la semana iniciada el lunes 13 de enero, apareció un video de la mencionada actriz junto a Tim Donnelly, en el cual el Sr. anuncia su precandidatura a la gobernación de California para el 2014, mientras que María Conchita, muy sonriente y cordial, le da su apoyo. La actuación de ella es convincente, incluye un pequeño insulto, la irónica presencia de un perro Chihuahua al que ella llama "Tequila" y un tono general bastante barato, casi vulgar.
¿Qué tiene de malo este apoyo político y por qué molestó a tanta gente, además del mal gusto del video?
Ocurre que el Sr. Donnelly --que representa al Partido Republicano por el distrito 33 en la Asamblea de California-- es el fundador de los Minutemen en California, esa agrupación de civiles que patrullaba la frontera con México para impedir la entrada de indocumentados. Claro, él jura que no es racista. Y es partidario de las armas y de que los ciudadanos porten armas libremente. Algo así como en las películas del Viejo Oeste - por lo visto hoy el Nuevo Oeste sigue siendo tan Viejo como antes.
Y hablando de viejo y obsoleto. Los mismos republicanos no están muy de acuerdo con las posiciones fosilizadas de Donnelly. Y no es que renieguen de ellas, sino por la manera directa con que las presenta.
Ocurre que debido al declive de ese partido conservador en el Estado Dorado, muchos políticos republicanos presentan otra cara. Digamos, más amable y hasta algo "flexible" respecto a los inmigrantes.
Mercadeo del bueno.
Donnelly, además, tiene como agenda los principales y muy conocidos eslogans conservadores, como el de reducir impuestos a las empresas porque así "habrá más empleos". Esto lo venimos escuchando hasta el cansancio desde los 80, cuando los empleos empezaron a migrar a China.
Pero no importa, el Sr. es perseverante y repite y repite el eslogan. Y ahora, con el apoyo de María Conchita, confía en lograr en apoyo hispano en las próximas elecciones.
A la actriz le fue mal después del anuncio. Ocurre que iba a presentarse en la obra "Monologos de la Vagina" en San Francisco a mediados de febrero. Y mientras hablaba por una estación de radio latina de esa ciudad, el pasado viernes 17 de enero, residentes locales empezaron a llamar a la radio protestando por su apoyo a un dinosaurio político... Y hasta hubo insultos. Los organizadores del evento decidieron darle de baja a la Sra., conscientes de que su presencia podría ser motivo de protestas y, naturalmente, de una gran pérdida económica.
De nada sirve que María Conchita --conocida por sus constantes ataques verbales a los gobiernos de Cuba y Venezuela y a cualquiera que los apoye-- diga que fue ella quien renunció a participar en la obra. Seguramente llegó a un rápido acuerdo con los productores para no quedar tan mal. Y tampoco importa mucho, porque en realidad quien le dio de baja fue la audiencia.
Lo triste de todo esto es que María Conchita no entiende que al menos en California el ambiente político cambió en los últimos años. Pero es cosa de ella. En cuanto al pre-candidato republicano no hay esperanzas de que entienda algo así.