Hay racismo entre nosotros

No solo me incomoda, pero me irrita el pensar que existe gente sin sentimientos. Es muy triste e indignante ver que hay personas de nuestra propia comunidad latina que no tengan compasión por sus prójimos.
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No solo me incomoda, pero me irrita el pensar que existe gente sin sentimientos. Es muy triste e indignante ver que hay personas de nuestra propia comunidad latina que no tengan compasión por sus prójimos.

Ahora que la inmigración se ha vuelto un tema de la vida diaria, me he dado cuenta que varios de nosotros los cafecitos que venimos de muchas partes de Latinoamérica, latinos nacidos de padres latinoamericanos o latinos naturalizados hemos perdido la sensibilidad del ser humano. Lo más triste de esto, es que hemos perdido nuestra identidad, cultura y raíces. Me da mucha tristeza que con la pérdida de estos aspectos tan importantes, ha crecido una raíz. Una raíz de intolerancia, egocentrismo y racismo en contra de nosotros mismos.

Esto lo experimenté hace unos días en la Cuidad de Los Ángeles. Al mismo tiempo que estaba esperando que mi automóvil fuera lavado por mi gente trabajadora de mi comunidad, me fui a comer unos tacos de buche y de tripas a un restaurante que estaba al lado del Autolavado. Me senté y ordené mis tacos. Todo estaba muy tranquilo, hasta que dos personas vistiendo lentes oscuros, zapatos picudos y muy lustrados que portaban playeras con un gato rodeado de flores multicolores y decorada con brillantes, entraron al establecimiento. Estos individuos se dieron a la tarea de ordenar sus tacos y no me fue posible ignorar su conversación, ya que sus voces altisonantes y vulgares hicieron eco dentro del restaurante. Me dio mucho coraje el ver como estos dos individuos se referían a los señores que estaban honradamente trabajando lavando los carros. No los bajaban de "mugrosos", corrientes y poca cosa (pero con palabras más altisonantes). Su forma de degradar a los lavacarros era muy peculiar y arrogante. Me irrité tanto, que les pedí que bajaran el volumen de su conversación. Por un momento pensé que se Iban a molestar, pero su forma de responder fue con asombro y se salieron del lugar.

Después de que estos tipos arrogantes salieron del restaurante, los demás en el restaurante comenzaron a hablar sobre ellos. Unos decían que eran narcos, otros solo se refirieron a su forma irrespetuosa y denigrante de hablar sobre los lavadores de carros. Me dio mucha tristeza ver que en ocasiones la gente ve situaciones como estas y no hacen nada al respecto.

Conforme a los tipos arrogantes, la verdad que es triste el ver que a muchos se les olvida de donde vienen; quién y cómo es su familia y como fue que llegaron a este país... Creo que carecen de carácter para respetar a la gente que viene a este país y que trabaja honradamente. O simplemente creo que a estos tipos les dio amnesia crónica, ya que claramente se veía que anglosajones, ellos no eran.

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