En un mundo donde la realidad es la separación y el divorcio de las parejas, tenemos que abrir los ojos... porque "el horno esta feo para hacer galletitas".
La amante que se casa con el señor se enfrenta a serios problemas, y el señor que se casó con su amante se enfrenta a más conflictos, a su vez. Pero no cante victoria, las parejas que se casan aun estando sus ex divorciados van a pasar por situaciones un tanto difíciles y viceversa. Si hay hijos de un miembro o ambos de las parejas..."las galletitas pueden quemarse... y nos quedaremos sin ellas".
Si se pregunta por qué, le diré:
1) Por lo general, las exparejas meten al muchachito o niña, en el medio, lo usan de chiclets para que el exesposo o compañero vuelva, para molestar a la actual esposa o compañera, etc.
2) Las parejas tienden a enfrentar a los niños con situaciones muy dañinas para su salud emocional, tales como: si quiero a mi madrastra, le soy desleal a mi mamá, ya que mamá dice que ella es una perra, mi mamá la odia, dice que ella es la culpable de que papé no esté... y otras "lindezas".
3) Los maridos están entre la mamá de sus hijos, sus hijos, su mamá y la nueva pareja, a la que ama, pero casi siempre los hombres se encuentran tan manipulados y confundidos por la situación que terminan llevando estos sentimientos a sus parejas actuales, vienen las desavenencias, los pleitos y el nuevo fracaso, separación o divorcio, se encuentra al doblar de la esquina. Eso le pasa en muchas ocasiones, también a las esposas o compañeras nuevas.
4) Las exsuegras, casi siempre muy tóxicas, le hacen la vida imposible a estas nuevas parejas y sin saberlo le destruyen la vida emocional futura a sus nietos y llevan a sus hijos a fracasar de nuevo en su nueva relación amorosa. También hay suegros que caben en esta categoría.
5) Las exesposas, que por lo general son peores que las brujas de los cuentos de hadas y la sociedad las apoya en su papel de "víctimas".
6) Los niños de la otra, de la pareja actual y los celos entre ellos... es casi un huracán difícil de manejar.
Estas situaciones, entre muchas más, nos llevan a observar en el consultorio lo que dicen los estudios, segundas parejas duran menos que las primeras, algo paradójico ya que tienen más experiencia, pero también más situaciones de terceros en las parejas que las llevan a fracasar.
Los tuyos, los míos y los nuestros son un caldo de cultivo para serias situaciones de celos entre los hermanos, medio hermanos y nuevos hermanitos: suelen decir que ella (la madrastra) solo quiere a sus hijos, o ellos (el papá y la madrastra) solo quieren a el niño que nació ahora, etc.
La realidad es que la mayoría de las familias de este mundo actual, están constituidas por las parejas de este tipo. Tenemos que entender que para que esas familias funcionen necesitan crecer como seres humanos, ser justos con sus hijos, hijastros, o sea, con los de ellos y los de su pareja.
Para lograr esto hay que tener una gran calidad humana, estudiar e informarse sobre estos temas y claro, BUSCAR AYUDA PROFESIONAL, EN ESPECIAL, TERAPIA FAMILIAR. Recuerde lo que siempre digo: LOS PADRES NO SE DIVORCIAN DE SUS HIJOS Y EL MATRIMONIO ES SOLO PARA ADULTOS.