Un reciente estudio demuestra que los países en desarrollo cada vez disponen de más televisores, computadoras y autos, lo que pudiera ser uno de los motivos del rápido incremento de la obesidad en el mundo.
Se evaluó a 150 mil personas adultas de 17 países.
En los países más pobres, las familias que tenían carro, televisión y computadoras eran mucho más inactivas, más obesas y tenían diabetes con más frecuencia que las familias sin ninguno de estos aparatos. En los países ricos no había relación entre tener estos aparatos y la obesidad o la diabetes.
¿La tecnología nos hace engordar?
Recordemos cuando no existían los televisores a control remoto, teníamos que levantarnos de la silla o la cama para poder cambiar de canal, esto nos hacía mover.
Otros ejemplos de que la tecnología nos puede estar engordando son las escaleras mecánicas y los elevadores.
Hoy en día vemos como las personas ya no tienen que bajar de sus carros para ir al banco. Usamos cajeros automáticos para depositar cheques o efectivo, consultar saldos y hasta hacer transferencias.
Ya no tenemos que caminar para responder el teléfono de la casa. Con los teléfonos celulares, y los teléfonos inteligentes, podemos llevar a cabo gran parte de nuestras transacciones bancarias. Y gracias a Facebook, Twitter y demás redes sociales, no hablamos con nuestros amigos, solo nos enviamos mensajes de texto.
Antes de la aparición de las computadoras escribíamos cartas y las llevábamos al correo, pagábamos nuestras cuentas de servicios públicos en persona, caminábamos al banco a hacer nuestras transacciones, y compartíamos más tiempo con los amigos y la familia haciendo actividades al aire libre.
La tecnología no engorda, pero esta haciendo que seamos cada vez más inactivos, y aumenten los índices de obesidad. No podemos quitarle ni el mérito ni la importancia a estos avances que ayudan mucho, pero no podemos hacernos dependientes de los mismos.
¡A moverse!