Actualmente las tasas de sobrepeso y obesidad más altas, se reflejan entre niños y adolescentes latinos, afroamericanos, indio-americanos y nativos de Alaska. Esto, desafortunadamente, no es nada nuevo. Solo que ahora está alcanzando niveles muy elevados y es considerado un problema de salud pública.
La obesidad es considerada un trastorno de la alimentación en el cual se produce un desequilibrio energético, donde las calorías ingeridas son mayores a las calorías gastadas. Cuando esto sucede durante la infancia, es más difícil de resolver, ya que los niños no responden a las dietas de la misma manera que los adultos.
Se que, mientras lee este artículo, piensa en algún gordito que está dentro de su grupo de amigos o familia. ¿Cuántas veces se burlan o se hacen chistes de estos gorditos? El problema no es para hacer ni chistes ni bromas. La obesidad, la gordura extrema, es una situación que puede afectar a cualquiera de sus hijos y que no solo representa libras de más, sino que también tiene repercusiones en la salud mental y física, pudiendo generar enfermedades crónicas relacionadas, tales como la diabetes tipo 2, el colesterol y la presión arterial elevadas.
Muchos de estos jóvenes son objeto de bromas y chistes en la escuela, lo cual aumenta la deserción escolar. Este fue el caso del actor y escritor venezolano Alejandro Chabán, quien nos cuenta en su libro "De Gordo a Galán", todo lo que sufrió mientras era obeso y cómo la obesidad afectó su entorno social y familiar; además nos da los secretos de cómo perdió sus libras extras. Alejandro ahora es un reconocido actor, escritor, motivador y creador del "Yes You Can! Diet Plan". Es la envidia de muchos hombres y deseado por muchas mujeres, por los abdominales que tiene .
Hoy en día, uno de cada tres niños en los Estados Unidos padece de obesidad infantil. Alrededor de nueve mil niños están afectados, lo que quiere decir que el 15 por ciento de los niños entre seis y once años sufren de sobrepeso, reveló una estadística del National Center for Health Statistics (Centro Nacional de Estadística para la Salud) y 30.4% de todos los niños hispanos en los Estados Unidos tienen sobrepeso, comparado con el 25% de los niños caucásicos.
En los meses de diciembre y enero somos testigos de como muchos famosos y empresas del ramo de la nutrición, invaden el mercado con libros de dietas y nos cuentan cómo hicieron para perder esas libras de más. María Antonieta Collins y Raúl de Molina son ejemplos.
Son muchos los métodos para perder peso, pero en el caso de los niños y adolescentes es fundamental el apoyo de los padres y los maestros. Los niños van a comer lo que los padres le den. Un niño hijo de una madre obesa tiene el 50% de probabilidad de ser obeso y si ambos padres son obesos, puede llegar hasta un 80%.
Otro famoso niño y adolescente gordo fue el actual presentador de "Despierta América", Raúl González , quien ante el lente de la cámara perdió más de 100 libras. González desmintió que su pérdida de peso se deba a un gastric bypass o liposucción. Nos comentó que fue una decisión muy personal: "Era seguir engordando o morir".
El presentador y actor estaba teniendo algunas complicaciones como las que mencioné anteriormente (hipertensión, dificultad para respirar y diabetes). Su técnica la cuenta en un monólogo que ha recorrido las principales ciudades de Estados Unidos y Venezuela "Gordura de mi Vida". De una forma muy chistosa, pero reflexiva, Raúl nos lleva al mundo del gordo y sus peripecias en la vida. Las "4D": Dios, Deseo, Determinación y Disciplina, son el verdadero secreto de esas 102 libras que perdió, además de unas cuantas clases de Zumba.
Lo más importante es que logren hacer que sus hijos pierdan esas libras, así tengan que iniciar una rutina con ellos. Si usted cree que su niño tiene sobrepeso, no lo ponga a dieta sin consultar a un médico. Enfóquese en aumentar la cantidad de actividad física y grupal. Anime a sus niños a que prueben nuevas actividades y apóyelos en esta búsqueda.
Esto puede ser un desafío para algunos niños, especialmente si la actividad no ha sido parte de sus vidas en el pasado. Si su niño no ha sido activo antes, anímele a que comience al realizar 30 minutos diarios de actividades que sean de su agrado, aumentando gradualmente hasta 60 minutos diarios, la mayoría de los días de la semana.
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