Raíz de la crisis de seguridad salvadoreña

Ríos de tinta han corrido para intentar explicar los problemas en la PNC, que impiden que cumpla con su rol de seguridad pública e investigación del delito.Ya suficientemente se ha dicho que en su origen hubo distribución de cuotas de las partes que estuvieron en conflicto político militar, tampoco es nuevo señalar que esta pugna se mantiene hasta ahora, lo nuevo seria hablar de nombres y cargos desde los cuales se siguen pensando desde la óptica de "" versus "", en detrimento de la consolidación institucional, clave para salir del atolladero del subdesarrollo.
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seguridad el salvador

Ríos de tinta han corrido para intentar explicar los problemas en la PNC, que impiden que cumpla con su rol de seguridad pública e investigación del delito.

Ya suficientemente se ha dicho que en su origen hubo distribución de cuotas de las partes que estuvieron en conflicto político militar, tampoco es nuevo señalar que esta pugna se mantiene hasta ahora, lo nuevo seria hablar de nombres y cargos desde los cuales se siguen pensando desde la óptica de "terengos" versus "cachuchudos", en detrimento de la consolidación institucional, clave para salir del atolladero del subdesarrollo.

Por eso es que uno de los obstáculos que impide eficacia en la labor investigativa policial, es lo que las versiones de pasillo, cada vez más fuertes y creíbles señalan que hay exclusión en la PNC por razones ideológicas. La méritocracia fue una de las figuras incluidas en el discurso presidencial que causó grata impresión y una profunda esperanza en la población, el reconocimiento del merito constituye un pilar dentro de un sistema que se precie de democrático y técnico. La policía nunca será completamente profesional si sus miembros son excluidos por razones que no son las que emanan de la ley. Es aceptado que cada Administración llevará su equipo de trabajo pero con el equilibrio y la sabiduría para no excluir al compañero de carrera, en el momento que más se necesita de su capacidad y experiencia.

Los funcionarios en el ejercicio de su cargo se deben a la voluntad del Soberano Salvadoreño, quien merece que los que ostentan la titularidad de la administración pública sean de primer nivel. La PNC es un logro de todos, es la llamada a darle respuesta a uno de los males que más aquejan a la sociedad, su administración y funcionamiento deben regirse con criterios técnicos, de mérito, dejando a un lado los sesgos que tanto daño ocasionan. Lo anterior pasa por impedir que el poder de los partidos políticos continúe controlando los ascensos, traslados y nombramientos en la corporación judicial, y esto solo será posible si los policías victimas realmente pueden denunciar esos atropellos sin que sufran persecución o aislamiento. Dicho de otra manera en la corporación policial si alguien se atreve a denunciar, simultáneamente compran su boleto a Siberia.

Es impostergable señalar que los investigadores son evaluados en base a las detenciones administrativas que generan, esto desemboca en dar más importancia a la cantidad que a la calidad del trabajo investigativo, generando que no haya acompañamiento en la llamada fase judicial, menos aún se da esa cultura que el investigador en audiencia ilustre al juez sentenciador, de cómo se llegó a la prueba que permitirá que la constitucional presunción de inocencia ceda y se acredite la responsabilidad del justiciable. Ya no digamos en los casos de estructuras delictivas, que requieren un mayor nivel de experiencia para cada uno de los operarios.

Al rendirle culto a la aritmética en detrimento del trabajo cualificado, se pierde la mística de prestar atención a aquellos casos con más sustento, es así como encontramos investigaciones deficientes, porque lo que se busca es llevar una buena estadística, llenar un número, que a la postre finaliza con una sentencia que refleja impunidad. Es necesario, cambiar el método de evaluación del trabajo investigativo, ciertamente medir por detenciones administrativas tiene algunas ventajas pero este no debe ser el único parámetro de evaluación, un caso se puede investigar de forma perfecta y concluir en inocencia hacia el investigado, pudiendo ser evaluado como un gran trabajo que merece reconocimiento, si fuere lo pertinente, o desembocar en una salida alterna del proceso y el policía habrá hecho su trabajo apegado a la ley, esto no existe en la PNC, la máxima es: es si no hay detención no hay buena evaluación.

Impidamos continuar con el desacierto de saturar la agenda de cada investigador, rijámonos por el principio de legalidad pero aceptemos que todo el trabajo acumulado por años difícilmente lo llevaremos a feliz destino. Cada investigador debe tener la carga que le permita salir adelante, facilitándole un control y exigencia de calidad. Convenzámonos que ningún investigador en este planeta es capaz de resolver simultáneamente 300 casos o más. Si cada mañana el investigador se encuentra con un volcán de expedientes, la batalla la tiene perdida desde un inicio y posibilita que la sociedad sea derrotada en su aspiración de frenar la impunidad. Es imprescindible una depuración técnica de expedientes que facilite el cumplimiento del deber.

La sentencia del criminalista Edmond Locard es más contundente: tiempo que pasa verdad que huye. No sigamos perdiendo el tiempo, los casos y la credibilidad de la institución policial.

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