No sé ustedes, pero a mí, la idea de viajar en avión con niños pequeños...me aterra. Recuerdo que en una ocasión, en un viaje largo, mi hija Ángela, que tenía dos años, sacó de quicio a varios pasajeros que "pretendían" dormir en el vuelo. La chiquilla no podía parar de correr en los pasillos. "¿Por qué no la cargaste?" Te preguntarás. Por una simple y sencilla razón, si intentaba sostenerla... gritaba a todo pulmón. De más está decir que llegué a Madrid al borde de un ataque de nervios, porque además de no dormir durante todo el vuelo... vomitó.
Luego de esa experiencia puse manos a la obra a mi instinto de reportera y me puse a investigar, logré reunir algunos consejos para viajar en avión sin que esto se vuelva una pesadilla.
- El primer truco está en los asientos que se escogen. Intenta escoger los que están delante de la cabina de clase turista, esos tienen más espacio. Si estás reservando directamente con una operadora, entonces de plano pídele te dé los asientos que sean más espaciosos para te puedas manejar mejor con el niño.
- No lleves cosas de más. Intenta en la manera de lo posible sólo llevar una bolsa de mano para que puedas manejarte mejor y estés libre para cualquier emergencia con los niños. Yo te recomiendo hacer una lista de cosas indispensables que no debes olvidar como por ejemplo, comida, pañales, algún juguete, etc. Uno o dos cambios de ropa nunca están de más. No quiero que les pase lo que me pasó a mí con mi hijita a quien tuve que sacar envuelta en las colchitas que te prestan en el avión porque se vomitó y no tenía otro cambio a mano. Importante: Lleva una blusa extra para ti también.
- Algunas aerolíneas ofrecen unas cunitas especiales para bebé. Estas se colocan frente al asiento y el niño estará más cómodo.
- Si el niño empieza a llorar mucho, camina un ratito con él por los pasillos e intenta sentarte después. Llevar un espejo para jugar con el bebé tampoco es mala idea. Les encanta verse en él y no ocupa mucho espacio.
- Si viajas solo con uno o dos niños, no tengas pena y pide ayuda a la azafata para que puedas ir al baño un momento. Si alguien más te ofrece su mano amiga, tómala.
Creo que cada mamá tiene diferentes formas de calmar a sus hijos y hacerla que donde sea la pasen bien. Sigue tu instinto maternal... ¡y que tengan un buen viaje!
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