Otro caso de un hombre inocente en la cárcel

Pocas historias me han impactado tanto como la que tuve el honor de reportar hace unas semanas. Se trata del caso de Barney Brown, un afroamericano que estuvo en prisión durante 38 años...por un crimen que no cometió.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

diana montano

Pocas historias me han impactado tanto como la que tuve el honor de reportar hace unas semanas. Se trata del caso de Barney Brown, un afroamericano que estuvo en prisión durante 38 años...por un crimen que no cometió.

Conocí a Brown en una estación de radio. Aunque había leído algo de su vida, honestamente no había prestado atención. Pero esa tarde, mientras lo escuchaba narrar lo que había vivido, sentí la imperiosa necesidad de contar su historia para el programa en el que trabajo.

Barney me abrió su corazón. Tenía 14 años cuando la policía lo arrestó, junto a varios amigos, por supuestamente haber violado y secuestrado a una familia judía en el sur de la Florida. El jovencito ni siquiera los conocía y aunque intentó explicarles no le hicieron caso. Las autoridades se lo llevaron preso y a pesar de que era un menor de edad no les avisaron a sus padres quienes lo reportaron a la misma policía como un niño perdido.

barneybrownyoutube

Lo sometieron a un juicio donde las víctimas negaron conocerlo y afirmaron que no había sido él el delincuente. Entonces un juez lo dejó libre. Brown pensó que su pesadilla había terminado pero no fue así. Mientras esperaba a que alguien de su familia lo recogiera, unos policías llegaron, se lo llevaron, lo golpearon y lo regresaron a la cárcel.

Luego de 5 meses, sus padres fueron notificados que su hijo estaba en prisión. Estamos hablando de 1969, cuando el racismo era cosa de todos los días en la Unión Americana. Por segunda ocasión lo sometieron a un juicio, pese a que la quinta enmienda de la constitución de los Estados Unidos prohíbe juzgar por segunda vez a la misma persona por el mismo crimen.

En esta ocasión, luego de muchas deliberaciones un jurado lo encontró culpable y un juez lo condenó a cadena perpetua. 38 años pasaron para que, gracias al proyecto inocencia y muchas otras circunstancias, Brown pudiera salir libre. Era una noche lluviosa del 19 de septiembre del 2008, cuando este señor, que hoy tiene 57 años, pudo caminar en libertad.

Mientras este hombre me contaba su historia, las lágrimas brotaban por mis mejillas. ¿Cómo puede alguien ser víctima de una injusticia tan atroz y seguir viviendo con fe y esperanza?

"Te voy a decir como" me dijo Brown. "Creo que Dios me permitió vivir esta experiencia para que cuente mi vida y sea ejemplo para muchos. Me siento feliz a pesar de todo, porque aún tengo muchos años por vivir y hacer cosas buenas por los demás".

Su respuesta me dejó atónita. Este caballero, al que le robaron 38 años de su vida, la oportunidad de tener una pareja, hijos, de viajar, de tener una profesión, estaba de pie, a los 57 años, diciéndome que tenía mucho tiempo para hacer algo por los demás. Revisé entonces mi propia conciencia.

¿Cuándo fue la última vez que yo hice algo por los demás? Algo que verdaderamente tuviera un significado profundo y dejara huella en una persona. No obtuve la respuesta que hubiese querido.

diana montano

Es verdad que todos los días hacemos "algo" por los demás. Tal vez ofrecemos un servicio, o cuidamos a nuestros hijos, o a un padre enfermo. Pero Barney estaba hablando de otra cosa. Hoy por hoy, dirige The Barney Brown Justice Project, un programa juvenil que intenta prevenir que niños y adolescentes terminen en una prisión de adultos como fue su caso. De hecho, su programa intenta evitar que ningún niño vaya a prisión.

"La cárcel no es lugar para un niño. Lo único que logra es sacar al mundo a un individuo lleno de dolor y resentimiento" me dijo.

Barney y yo nos hemos hecho muy buenos amigos, excelentes amigos. Me encanta platicar con él y aprender de su visión de la vida y percibir esa paz que tienen los que saben que tienen limpia la conciencia. Barney vivió en prisión una libertad que pocos conocemos y a mí, su voz, me ha
liberado de mi propia cárcel.

Diana Montaño/ Diana@dianamontano.com

Popular in the Community

Close

What's Hot