Oda de una madre que trabaja

"Amiga, ¿cómo puedes tener un trabajo tan demandante y ser mamá de tiempo completo?"... La pregunta me llegó a través de Facebook por parte de una ex compañera de trabajo en Telemundo, una cadena de televisión en Estados Unidos.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

"Amiga, ¿cómo puedes tener un trabajo tan demandante y ser mamá de tiempo completo?"... La pregunta me llegó a través de Facebook por parte de una ex compañera de trabajo en Telemundo, una cadena de televisión en Estados Unidos.

La pregunta me sorprendió un poco porque pensé que nadie se daba cuenta del tremendo esfuerzo que implica trabajar más de 8 horas diarias, tener segmentos especiales en un programa semanal en radio, escribir mi blog, mantener una casa lo más organizada y limpia posible, llevar las cuentas, comprar el mandado, tener comida caliente todos los días, atender a mis mascotas, el jardín, el mantenimiento del auto y sobre todo hacerme cargo del cuidado de mis hijos quienes aún son pequeños y demandan mucho de mi tiempo. Mi ex pareja no vive en la misma ciudad y prácticamente los chicos están bajo mi responsabilidad 7 días a la semana 24 horas al día.

"Me las ingenio. Van a la escuela desde temprano, vuelvo a casa, en dos horas organizo todo lo que puedo, me voy al trabajo y al terminar salgo corriendo a recoger a mis niños al colegio" respondí.

"Y cuando no hay clases, o los niños tienen vacaciones o se enferman ¿que haces?"... Podría haberle dicho, me angustio y me estreso mucho, pero opté por contestar que como una desquiciada llamo a cuanta nana o amiga tengo para que me ayuden. Mi familia vive en otro país y simplemente me encuentro sola al frente de todo esta marabunta que significa tener "un hogar".

"Por supuesto que les pago a las nanas, nadie te hace nada de gratis. Aunque mis amigas si han entrado al quite solidariamente y no me cobran pues no siempre pueden ayudarme. En ocasiones me he visto en la necesidad de llevarlos al canal y dejarlos en una salita de espera o incluso han tenido que ir conmigo a hacer alguna que otra entrevista".

La charla con mi amiga puso en perspectiva el sacrificio de tantísimas madres que trabajan sin la ayuda de un esposo o sus familiares. "Debe ser duro", me dijo.

¿Duro? Es una labor titánica pero... no tengo otra opción. No le estoy haciendo al héroe, simplemente hay que trabajar para vivir y manejar de la mejor manera las culpas que siempre nos atacan a las madres que trabajamos fuera de casa. Establecí normas familiares para que los chicos me ayuden. Nos turnamos para lavar trastes. Angela se encarga de alimentar a las mascotas antes y después de volver de la escuela. Diego tira la basura y ambos tienden sus camas antes de salir. Angela se gana, de vez en cuando, un dinero extra por ayudar a su hermano con las tareas o proyectos escolares y entre todos bajamos las bolsas del supermercado. Una chica llega semanalmente a hacer limpieza profunda de la casa y yo barro y trapeo todos los días antes de marcharme a trabajar.

Quisiera de vez en cuando tirarme todo el día en la cama o dormir hasta las 9 de la mañana sin sobresaltos. También me gustaría poder una o dos noches a la semana ir al cine y ver una película para adultos.

A veces se me antoja ir a tomar una copa, un buen restaurante o pasarme un día entero en un centro comercial, pero son placeres a los cuales no tengo acceso fácilmente. Hacerlo implica pagar una nana para el cuidado de los niños y eso destruye mi presupuesto mensual.

Además, es tan poco el tiempo que comparto con ellos que tampoco me parece justo salir a divertirme mientras se quedan en casa. He optado por aprovechar al máximo cuando el padre de los niños los visita y entonces salgo y me divierto.

Los fines de semana hacemos por la mañana lo que ellos quieren (parque, patinar, cine) y por la tarde lo que digo yo. Acepto mi realidad tal cual es y aunque a veces me quejo, no imagino mi vida sin la hermosa presencia de mis hijos, ni la satisfacción que me da mi faceta profesional. La realidad es que en papel las cosas suenan más dramáticas o más sencillas de lo que en realidad son. "Te felicito" me dijo mi amiga para finalizar.

Y ¿saben qué? Yo también me aplaudo.

Close

What's Hot