Durante muchos años pensé que al llegar a los 40, la vida empezaba a decaer, especialmente para una mujer. Reconozco que me daba mucha ansiedad llegar a la cuarta década, pensar en envejecer me producía cierta tristeza. Pero un buen día, una amiga a la que quiero mucho y que se ve fabulosa a sus 60 años me dijo:
- "¿Estás loca?...querida, los 40...son los nuevos 30".
Analicé entonces las vidas de mujeres a las que admiro mucho por una u otra razón....la mayoría eran cuarentonas.
"Yo me siento como nunca" me dijo Verónica, mi mejor amiga quien es abogada, gerente de un banco y madre soltera de una hija que tiene 21 años. "Es más, creo que estoy en mi mejor momento".
Mi amiga enfrentó con valentía el accidente que dejó discapacitado a su esposo de quien tuvo que separarse. Con sólo 22 años tuvo que hacerle frente al hecho de tener que cuidar de un bebé, estudiar y salir adelante en la vida. Puedo decir con orgullo que mi amiga logró sus metas. Tiene su casa propia en nuestra tierra natal, terminó una carrera universitaria y una maestría, se desarrolla exitosamente en su carrera gerencial, es una gran negociante y ha criado a su hija entre altas y bajas, pero con maravillosos resultados.
"A mis cuarenta y tantos me siento plena" me dijo durante una de las conversaciones más profundas que hemos tenido en nuestros años de amistad.
La plática con Verónica me llevó a hacer este mismo cuestionamiento a muchas de mis amigas:
-¿Son realmente los 40 los nuevos 30?
"Claro que si. A los 42 años tuve mi primer hijo....y a los 44 mi primer amante" me contó una sicóloga que acabó enviudando de un esposo que le llevaba 20 años.
"A esta edad es cuando empiezas a vivir, cuando te sientes verdaderamente en control de tus emociones y sentimientos porque ni estás menopáusica, ni con Alzheimer".
"A los 40...quieres comerte al mundo...y a cualquier cosa que se te ponga enfrente" me dijo una simpatiquísima mujer de 70 años que fue mi compañera de vuelo. Me dijo que escribe poesía y teje para sus bisnietos.
"Ay mi hijita....quien tuviera tu edad!" me dijo mientras me sonreía pícaramente.
En medio de estas reflexiones femeninas entré a la dichosa década y puedo confirmar que efectivamente es una edad maravillosa. Aunque quizá en el físico se empiezan a notar las experiencias de la vida, me siento muy bien y en el mejor momento de mi vida profesional y personal. He amado, me han amado, he roto algunos corazones y tampoco el mío ha salido bien librado. Se de desilusiones y alegrías. Entiendo el valor de la amistad y del verdadero amor. Comprendo las pasiones y el por qué de las injurias.
Finalmente entendí que hay cosas que no pueden ser y que simplemente hay que dejarlas ir. He logrado despojarme del rencor y del coraje y ahora simplemente me siento a disfrutar de esta plenitud. Así que....¡˜bienvenidos sean los 40!