El otro día vi este "meme-mensaje" en Facebook y me pareció fantástico. Finalmente alguien había tenido la idea de promover de manera simpática la independencia económica de la mujer. Sin embargo, noté que había causado una gran polémica en el muro de cualquiera que lo compartía. Varias mujeres aseguraban que el meme era irrespetuoso para los millones de señoras que habían decidido quedarse en su casa a cuidar de sus hijos y familias.
El mensaje es claro y directo. "La mujer que se acostumbra a ser una mantenida, y no se preocupa por prepararse y superarse, nunca saldrá de su miseria... mujer, no seas mediocre y conformista, esfuérzate, trabaja y edúcate porque limpiar, cocinar y vivir de un hombre jamás será una profesión".
Intenté verle el lado ofensivo al asunto... pero no lo logré. Decidí entonces compartirlo en mi muro. El mentado meme tuvo el mismo efecto que en el de las otras personas que lo compartieron antes que yo, causar debate.
Por supuesto, hay que respetar las opiniones y sentimientos de todo el mundo pero me parece injusto tergiversar las cosas. Si bien es cierto que es feo que te digan "mediocre", también es real que el que paga... manda. Tampoco está en discusión que la labor en el hogar es titánica y que lamentablemente no se valora todo lo que una mujer que se dedica a sus hijos y a su casa entrega diariamente.
Lo que parecía causar la ofensa es el hecho de que se les llame "mantenidas", y que se asegurara que quedarse en casa a limpiar y cocinar no es una profesión. Pero la realidad es que no lo es. Puede ser una "vocación", como me dijo una amiga, una "elección", o una "estupidez" como me dijeron otras.
Se trata de promover la independencia económica de la mujer aunque ésta haya decidido cuidar de su casa y sus hijos. No necesariamente tienen que trabajar fuera de casa, ni siquiera cumplir con un turno de 8 horas, sino de buscar alternativas para que, en caso de que algo falle, la comida no.
El marido puede ser un santo, pero podría faltar en cualquier momento. Si bien es verdad que cualquiera puede pasar una situación adversa, no es lo mismo enfrentarlo con una carrera que sin ella.
"¿Que harías si tu hija te dice que se quiere quedar en casa a cuidar de sus hijos?"... "Pues respetaría su decisión", le respondí a una amiga de mi infancia quien cuida de sus hijos y su casa. "Pero le aconsejaría tener una cuenta de banco a escondidas del marido por si este pasa a mejor vida... en el cielo... o en la tierra".
Obviamente una relación de pareja sana no necesita de cuentas a escondidas. De hecho, sería magnífico que el que labora entregara un salario, aunque sea el mínimo, a su mujer por si algo le pasa al proveedor. Si el trabajo de ama de casa incluye hacerla de enfermera, cocinera, barrendera, lavandera, chofer y tutora, entre otras mil cosas... ¿no sería justo recibir dinero a cambio?... pero como no es una profesión no lo paga nadie, y de agradecerlo o valorarlo ni hablemos. Precisamente como no se paga, no se valora.
Toda mi vida he trabajado. Mi madre tuvo que hacerlo luego de una terrible experiencia en la que se vio abandonada, sin dinero, sin carrera y con dos hijas.
De corazón espero que mi niña haga lo mismo y que su comida, techo y estabilidad económica no dependan nunca... de un señor.