Conocí a María Ruiz hace dos años, mientras realizaba un reportaje sobre violencia doméstica. Sus dos hijas pre adolescentes la acompañaban. María había sido maltratada por su ex esposo, pero su rostro reflejaba un dolor muy profundo, más allá del que pueden dejar unos golpes. "Mi hija se suicidó...cansada de tanto maltrato y dolor".
Al escucharla, sentí que el corazón se me encogía. Nataly, su hija de sólo 17 años se quitó la vida en un arranque desesperado. Simplemente se subió a un automóvil y se dejó llevar por la furia. La muerte de su hija, dejó a María en la desolación total.
"Durante años fui maltratada y vejada. Lamentablemente mis hijas también fueron víctimas de ese maltrato por parte de su padre, un hombre de origen sirio cuyo padre también maltrataba a su mamá. De hecho, en una ocasión llegué a ver en mi suegra marcas de cigarrillo. La pobre se quedaba callada y mentía para ocultar sus problemas".
"Mi esposo me pegaba desde que éramos novios. La primera vez que me golpeó yo no supe ni cómo reaccionar. Tenía 17 años, la edad de mi hija cuando murió. Mi novio me dijo que me pegó porque yo lo provoqué. Imagínate mi sorpresa, yo era prácticamente una niña y mi padre jamás me había dado un golpe, ni a mí, ni a mis hermanas ni a mi madre. Era todo un caballero al que le oculté lo que me pasaba".
A pesar del maltrato. María se casó con él.
¿Porqué siendo una abogada prominente te dejaste maltratar de esa manera? Le pregunté
"Lamentablemente uno cree estar enamorada y decide darse una oportunidad en el amor. Durante años vivimos mis hijas y yo maltrato físico, verbal y sicológico. Nataly, mi hija mayor sufrió mucho más. Al ser más joven yo entendía menos, respondía con agresión y mi hija lo resintió muchísimo".
"Al morir mi hija, buscando respuestas me enteré que también ella tuvo un novio que la maltrataba. La inocente estaba repitiendo el ciclo de violencia. Mis otras dos hijas por ende, también sufrieron mucho y se convirtieron en niñas muy violentas. Al llegar a este país tuvieron serios problemas de conducta en la escuela y una de ellas incluso tuvo un reporte policial con sólo 10 años de edad".
María me contó que en la escuela nadie entendió que su hija actuaba violentamente porque era una víctima de ese flagelo. Y entonces, se dio a la tarea de luchar por los derechos de los niños que son víctimas de la violencia generada entre sus padres.
Hoy por hoy, la Fundación Ángel Mariposa http://www.fundacionangelmariposa.webs.com/ es una realidad que ayuda a víctimas de violencia doméstica.
"Mi hija es una mariposa....que apenas empieza a volar".
