Durante mucho tiempo fui reacia a creer que un hombre pudiera ser víctima de violencia física. Confieso que dada mi educación machista, me parecía simplemente increíble que un varón pudiera ser abusado. En mi familia, no existía la menor posibilidad de que una mujer se le enfrentara a su hombre, mucho menos lo maltratara. Pero mi profesión, y las estadísticas, me dejaron ver que estaba muy equivocada.
La violencia doméstica generalmente, se considera como algo que le ocurre solo a las mujeres, pero de acuerdo a una encuesta publicada por la revista American Journal of Preventive Medicine, el 30 por ciento de los hombres también lo sufren. Durante el estudio entrevistaron a más de 400 hombres que aseguraron haber sufrido bofetadas, golpes y patadas, así como amenazas, frases despectivas y conducta controladora.
"Me pegaba, me jaloneaba y me decía que me iba a acusar con inmigración si yo denunciaba sus adicciones" me dijo Manuel Medina, un ingeniero industrial originario de Perú quien se dedicaba a fabricar aparatos electrónicos para auxiliar a niños autistas a comunicarse.
Angustiadísimo, este hombre de 55 años, que tiene dos hijas de otro matrimonio en Perú, me contó que se casó pensando en rehacer su vida, pero que ahora vive una verdadera pesadilla pues su ex mujer, a quien acusa de drogadicta y alcohólica está peleando desde hace 5 años la custodia de su hijo de 10 años y cuyo cuidado comparten por ahora.
"Ha encerrado al niño por varios días mientras ella se drogaba hasta que perdió la conciencia. Mi hijito no pudo llamarme ni salir por una ventana. Estuvo 3 días ahí con ella hasta que unos familiares, que le encubren todo ayudaron a mi hijo. Sufro mucho con esta situación".
Medina, obtuvo la I360, una petición que se le da a personas que sufren de violencia doméstica en los Estados Unidos.
"Yo renuncié a mi status migratorio por matrimonio, me parecía lo más digno. Tuve que salir de la casa con mi niño, sino tal vez ya tendría la residencia, pero mi hijo estaría muerto".
La situación de Medina me recordó la de miles de mujeres víctimas del flagelo de la violencia doméstica. Al salir de la casa, se vio sin dinero y con graves dificultades para sobrevivir.
"Cuando nos casamos, decidimos que yo me quedaría a cuidar de los 3 niños porque ella ganaba muy bien y como yo tengo experiencia con niños autistas consideramos que sería bueno que yo atendiera al pequeño. Pero al quedarme yo en casa, ella se convirtió en una tirana y se dedicó a maltratarme si yo no tenía todas las cosas como ella quería. Me maltrataba física, mental y emocionalmente".
Pese a tener una profesión, no puede ejercerla y ha tenido que hacer artesanías de madera para poder rentar un humilde cuarto y mantener a su hijo. No cuenta con el apoyo de sus familiares y tampoco tiene muchos amigos.
"Ella era muy violenta. Una vez discutiendo, me arrojó un cuchillo sin tomar en cuenta que yo estaba cargando al niño. Mi hijo la ha visto drogarse y alcoholizarse y a pesar de que lo ha manifestado ante la terapeuta, y esta lo ha dicho al Departamento de Niños y Familias del estado de la Florida, pareciera que nadie hace caso....tal vez porque soy hispano...o varón".
La violencia doméstica contra los hombres es un fenómeno que se ve en distintas partes del orbe. Una encuesta realizada en Gran Bretaña del 2001-2002 encontró que casi el 20 por ciento de los incidentes fue denunciado por víctimas masculinas y que en la mitad de estos casos el abuso provenía de una mujer.
"Yo no me considero una víctima, pero la verdad es que si abusó de mi" finalizó Medina quien continuará luchando por probar que su hijo está siendo abusado por su mamá.