Las tragedias suceden a veces porque simplemente no hay nada que pueda evitarlas, y otras por estupideces. Hace unos meses una amiga me contó que se estaba divorciando de un señor que durante años la maltrató física, verbal, monetaria y emocionalmente.
Me dijo que le tenía miedo a su marido pero también a dejar a sus hijas sin la presencia continua de su padre y por eso soportó el abuso. Pero como no hay mal que dure cien años finalmente había dado el paso y se había separado.
Entonces, un excompañero de preparatoria comenzó a escribirle y a invitarla a salir. Ella no estaba para nada ni para nadie así que no le hizo caso. El hombre entonces empezó a indagar sobre su vida. Como pudo contactó a varios de sus amigos, incluyéndome a mí asegurándonos que había estudiado con ella en el plantel escolar donde casi todos pasamos, y que era de nuestra misma ciudad.
El asunto me pareció normal porque varias personas a las que conocí en algún momento de mi vida me han contactado a través de esta red social para preguntarme por otras personas o por mi situación actual.
-¿Hace mucho que se divorció? - me preguntó a través de Facebook. Yo le respondí que no sabía pero que ella estaba en un proceso difícil.
Poco después, mi amiga me escribió en un estado de nervios terrible. Por increíble que parezca, ¡el sujeto en cuestión se atrevió a escribirle a su aún esposo para decirle que la dejara en paz y le diera el divorcio!
Entre otras sandeces le dijo que ella ya no lo quería y que ahora él estaba ahí para defenderla.
Yo me sentí fatal. Pensar en que de alguna forma proporcioné información para ocasionarle un conflicto de esa índole a mi amiga me hizo meditar en la mala sangre de algunas personas.
"¿Cómo te atreviste a escribirle a su esposo? ¿Quién te crees que eres para levantar una calumnia de ese nivel y que además puede ocasionar una tragedia?", le escribí.
Descaradamente me dijo: "Esa mujer me gusta. Y si se está divorciando, no veo nada mal en darle una 'ayudadita'".
Por supuesto, bloqueamos al individuo de nuestros perfiles en Facebook y ella lo reportó a la policía. Pero el asunto me ha llevado a meditar cómo las personas se valen de intrigas y cizañas para lograr sus deseos.
Honestamente espero que ninguna mujer caiga en las redes de alguien así pero sobre todo espero que antes de poner en duda la reputación de cualquier persona uno verdaderamente aprenda a discernir y callar.
Las tragedias pueden evitarse... pensemos si somos nosotros podríamos estar colaborando a que alguna ocurra.