Dicen que no da el que tiene sino el que quiere. Mayda Rondón lleva mucho tiempo trabajando voluntariamente con personas de la tercera edad.
"Cuando tenía 5 años me enteré que mis abuelos paternos y maternos había muerto. Por alguna extraña razón me sentí exageradamente triste al saber que no tenía abuelitos y desde entonces sentí una devoción por las personas mayores", comenzó diciendo.
Mayda me contó que desde pequeña le encantaba visitar a los ancianos y que pasaba muchas tardes con ellos escuchando sus historias. Fue en honor a esos abuelos que no tuvo la oportunidad de conocer, que un día decidió que su amor por los ancianos debía compartirse.
"Tuve un sueño especial, en ese sueño Dios me invitaba a compartir mis experiencias con los ancianos y a ayudarlos aún más. Me reveló el nombre para que mi mensaje llegara a muchas personas".
Así nació "Corazones unidos en acción" una organización sin fines de lucro para ayudar a personas de la tercera edad de bajos recursos en el sur de la Florida. Con su esfuerzo y dinero, Mayda, sus hijas, algunos familiares, amigos y gente de buena voluntad celebran mes a mes una fiesta para grupos de ancianos que viven en comunidades de bajos recursos en Miami.
La mayoría de estos ancianos han sido olvidados por sus seres queridos y prácticamente nunca salen a pasear por lo que en muchas ocasiones, la fiesta que Mayda les organiza es su única diversión.
Rondón fue víctima de violencia doméstica y ha sufrido por amor. Pero quizá estas experiencias le han llevado a querer que otros no sufran de abandono y desamor.
Poco a poco, su fundación va creciendo, dándose a conocer, enviando el mensaje de amor que tanto le enseñara su madre en su Cuba natal.
Por mi parte, me encanta saber que aún hay personas de gran corazón dispuestas a entregar el alma, tiempo, dinero y esfuerzo en pro de la felicidad de otro ser humano, en especial de nuestros ancianos.