"Si algún día se va de ahí....me la mandas para que escriba libretos"

Hace más de 20 años, cuando iniciaba mi carrera como periodista, trabajaba en la sección de espectáculos de El Heraldo de México que en aquellos tiempos era uno de los más importantes en mi país. Mi jefe, Guillermo Vázquez Villalobos, un mítico editor y amigo personal de muchos artistas, me mandó como mi tercer asignación a entrevistar a Roberto Gómez Bolaños, "Chespirito".
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Hace más de 20 años, cuando iniciaba mi carrera como periodista, trabajaba en la sección de espectáculos de El Heraldo de México que en aquellos tiempos era uno de los más importantes en mi país. Mi jefe, Guillermo Vázquez Villalobos, un mítico editor y amigo personal de muchos artistas, me mandó como mi tercer asignación a entrevistar a Roberto Gómez Bolaños, "Chespirito".

"No lo vayas a hacer enojar con preguntas tontas... Y no te hagas la simpática", me dijo. Yo estaba feliz y preocupada. Contenta de entrevistar a uno de los cómicos más importantes de México, preocupada por equivocarme y poner en riesgo mi recién estrenado empleo. Siempre he sido muy confianzuda, pero intentaría guardar compostura.

Chespirito tenía fama de difícil entre la prensa. Total, armada de valor, empecé mi entrevista. El hombre estaba encantador. Me contó sobre su niñez, sus amigos de esa época, y como sus travesuras infantiles lo llenaron de anécdotas para crear sus personajes. Todo iba muy bien hasta que le pregunté:

- Don Roberto...¿Porqué a todos sus personajes los nombró con la letra 'che'....Chavo, Chómpiras, Chespirito, Chapatín, Chapulín, Chimoltrufia...?
- Vaya...¿y por qué quieres saber?
- Porque me encanta como suenan. Me gusta como reunió la sílabas...me gusta mucho la letra CH de Chavo...o...CH ¿no es una letra?

Soltó una carcajada y me dijo que nunca se lo habían preguntado.

"Pues si te gusta como suena la CH...la hacemos letra. A mí también me gusta como suena. Quería que los nombres de mis personajes fueran fáciles de recordar... imposibles de olvidar".

Entonces nuestra charla cambió. Me preguntó sobre literatura, hablamos de la revolución mexicana y de la televisión. Nos despedimos muy contentos.

Poco después me llamó mi editor. Yo dije "ahora si... ¡me corren!".

-"Llamó Roberto... quiere saber de dénde te saqué".
-Ay no jefe... ¿estaba muy enojado?
-No, estaba muy contento... quiere ver tu titular. Me dijo que si algún día te corro o te vas de aquí, que te mande con él a escribir libretos".

La llamada de Chespirito y su recomendación a mi jefe, fue muy valiosa para mí no solo a nivel personal. Me empezaron a dar asignaciones más importantes y me gané su confianza.

Esa fue la única ocasión que tuve de entrevistar a un hombre grande en talento y corazón. No solo me dio el crédito en mi entrevista, sino que tuvo la bondad de ofrecerme un trabajo. Ojalá me hubiesen despedido. ¿Se imaginan trabajar con Chespirito?

Roberto Gómez Bolaños, sus extraordinarios personajes y su hermosa vecindad representan el México que se nos fue. Descanse en paz querido niño eterno. Maestro de la jerga y el lenguaje popular. Me hubiese hecho feliz, trabajar con usted...."po's pa que le digo que no...si si".

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