No cabe duda que Dios nos envía mensajes de muchas maneras. Hace unos días, estaba tristeando por ahí y mi hija me entregó un papel. Estaba arrugado y escondido entre las páginas del libro "20 poemas de amor y una canción desesperada", de Pablo Neruda. Mi niña estaba buscando algo para leer en español y se encontró una carta.
-"Mami, creo que es un mensaje para ti", me dijo.
Al abrir el papel me encontré con las letras de mi abuela. Está fechada en diciembre de 1998, hace casi 15 años. Al empezar a leer, las lágrimas afloraron a mis ojos y el corazón se me hizo un nudo. Conchita Mendivil "C", como siempre firmaba era mi abuelita adoptiva. La conocí en 1992 en una iglesia católica en San Diego. Yo estaba recién casada, recién graduada y recién llegada a un país desconocido.
No hablaba el idioma, no tenía amigos, ni familia. Era domingo y habíamos decidido ir a misa, a una pequeña parroquia donde oficiaban en español, al terminar el oficio nos invitaron a pasar a un gran salón donde se vendía tremendo desayuno mexicano.
Y entonces la vi. Tenía un vestido floreado, un gran mandil y la cara manchada de algo rojo. El cabello completamente blanco y sus manos arrugadas hablaban de muchas experiencias vividas.
-"Andale m'hija...avanza", me dijo la simpática señora a quien todos llamaban Conchita.
-"Vengan a comer pozole", nos dijo un viejito encantador. "Mi mujer hace el mejor". Era Don Esteban, su esposo.
Total, que ese día la pasamos con ellos, primero en la iglesia desayunando y luego, en su casa.
Al saber que éramos nuevos en la ciudad y que no teníamos familia, nos invitaron a su hogar donde nos contaron su vida. Tenían 10 hijos y habían nacido en México. Conchita era ama de casa y el abuelo había trabajado en muchas cosas. Hasta boxeador fue en su juventud...le apodaban "kid Mendivil".
-"Ay chamacos, no saben lo duro que la pasamos cuando llegamos acá. Luego luego tuvimos hijos y nos tocó sacarlos adelante....tuvo canijo...pero bueno, ya la hicimos...vamos a celebrar nuestros 50 años de casados".
-¿Cómo le hizo para lograr tantos años de matrimonio Don Esteban? Le pregunté esa primera vez.
-"No le preguntes a él. Pregúntamelo a mi", me dijo Conchita. "Es la mujer la que lleva el matrimonio...y convierte el amor en algo eterno".
Sus palabras me impactaron.
-"Inteligencia mi niña, inteligencia...y mucha, mucha penitencia. Nosotros pertenecemos a una generación en que si las cosas se tronaban, no se tiraban a la basura....se arreglaban, no había de otra....punto".
O sea que la responsable de tanto amor en ese hogar era ella. Esa amorosa mujer atendía con mucho amor (y regaños) a su marido.
-"Aquí tienen a 'los abuelos'. Lo que necesiten, aquí estamos. En esta casa siempre habrá mucho amor y comida para ustedes", nos dijo mi abuelito. Han pasado 20 años desde ese primer encuentro.
Al empezar a leer la carta, de puño y letra de mi abuela, quien murió años después que su esposo, no puede dejar de emocionarme. Escribió la misiva el día que hubiesen cumplido 55 años de casados. "Únicamente llegamos a los 54 años de una vida muy feliz"...me escribió..."pero se que algún día volveremos a unir nuestras almas".
Lo quiso siempre, aún después de muerto....y desde el cielo, me mandó una mensaje claro cuando más lo necesitaba. El amor es eterno...siempre.
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