Desde siempre, he venido escuchando la importancia de ahorrar tiempo, aprovechar el tiempo y manejar bien el tiempo. Todo el mundo habla del tema, muchas veces los usamos de excusa ("no tengo tiempo") y otras veces, sobretodo cuando nos sobra, no sabemos utilizarlo.
Desde hace un par de años había estado jugando con la idea de hacer un postgrado, es una de esas metas que me había puesto antes de terminar la primaria, pero cuando llegó el día, siempre encontraba la manera de auto-convencerme de que no era el momento. Finalmente, a principios de este año decidí que ya era hora, y que la vida nunca se iba a volver mas fácil, así que apliqué a los programas que me gustaban y en Septiembre comenzó mi Masters in Science of Project Management.
Mi lista de responsabilidades y tareas diarias son bastante típicas para una mujer de casi 29 años, viviendo sola en Miami. Trabajo tiempo completo, gimnasio, vida social, vida amorosa, quehaceres domésticos, viajes a visitar a la familia, viajes de trabajo, viajes de turismo, supermercado, cocinar (o aprender a cocinar más bien) y entre todas estas cosas, tratar de encontrar tiempo para algún hobby o un momento de relajación.
Está de más decir que cuando anuncié que iba empezar la Maestría, no recibí todo el apoyo que me hubiera gustado. Muchos de los comentarios que escuché fueron "Estas loca! Yo solo me dedico a estudiar y ni así me alcanza el tiempo" o "Si sabes que mi ultima novia y yo terminamos durante nuestra Maestría". Esto hizo que el reto sea mas grande, ya no solo tenia que cumplir con una meta que yo misma me había puesto, sino que también tenía que demostrarle a toda esa gente que dudaba de mi, que si es posible.
Por supuesto que no todo es negativo. También tengo muchísimo apoyo de mi familia, compañeros de trabajo, jefes y amigos. Gente que se reúne a cenar conmigo a las 10 de la noche porque a esa hora recién termino de estudiar, que manejan las 4 horas seguidas de roadtrip para que yo pueda ir leyendo en el camino, y que se dejan entrevistar para que los use de ejemplo en mis trabajos.
Hay una frase que me encanta: Mientras más haces, ¡más puedes hacer! Estuve buscando quien la dijo originalmente pero se la han atribuido a todo el mundo, desde Lucille Ball hasta Margaret Thatcher. Independiente de quien fue su autor o autora, me parece un excelente ejemplo y una buena máxima de vida. Es cierto que las buenas ideas nunca van a avenir los días que uno duerme hasta el mediodía y que ver televisión no califica como un hobby ni una actividad.
Cuando empecé la maestría conocí a varias personas muchísimo mas ocupadas que yo. Tengo una compañera que es enfermera, está casada y tiene 3 hijos, el mas pequeño de solo seis meses! Si ella puede encontrar el tiempo, seguramente yo también. Así que ese se volvió mi nuevo modus operandi, hacer mucho para poder hacer mucho mas. Hasta el momento esta funcionando muy bien, sigo al día con mis responsabilidades previas, estoy a un mes de terminar mi primer semestre (y hasta el momento todas mis calificaciones son A) y estoy montando un negocio adicional con un par de amigas.
Todo esto no ha sido particularmente fácil pero tampoco imposible. Entre las cosas que me han ayudado mucho (y que recomiendo) están:
- Levantarse temprano: ese par de horas adicionales en la mañana son mucho más productivas que en la noche, el teléfono no suena y nadie se esperaría que uno ya esté activo. Encima, ir al gimnasio en la mañana, tiene el beneficio de incrementar la energía.
- Definir fechas de entrega: según la ley de Parkinson, todas las tareas se completan en el tiempo alocado para trabajar en ellas. Ponerles una fecha y una hora nos obliga a hacerlo en un momento determinado y no dejarlo siempre para después. Por ejemplo, escribir un articulo puede tomar tres horas o tres meses, simplemente hay que empezar y hacer buen uso del tiempo disponible.
- Hacer listas: no hay nada más satisfactorio que ver una lista de tareas terminadas. Yo siempre he sido muy visual, así que ir escribiendo los pendientes y tachando las cosas cumplidas siempre ha sido un buen incentivo
- Hacer horarios: si bien es cierto que 90% del trabajo se hace en 10% del tiempo, siempre es mejor planificar cuando se va a realizar cada tarea. No tener la presión de hacer todo en el último minuto me permite revisar el trabajo, hacer cambios necesarios o poder atender imprevistos.
Despeja tu mente y ponte creativa
Una vez habiéndoles dicho todas mis recomendaciones, tengo que confesar que la oportunidad para escribir este artículo se me presentó hace casi cuatro meses y recién lo estoy entregando hoy. Ya estoy mas organizada, he seguido los consejos anteriores y me queda claro que si uno quiere hacer algo encontrará el tiempo y la manera de hacerlo. La productividad también es una disciplina y si realmente quieres que algo se haga, pídeselo a una persona ocupada, ¡ellos no tienen tiempo que perder!
¿Cómo organizas tu tiempo?
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