¿Qué te motiva en la vida?

Cuando somos padres creemos que nuestros hijos deben ser nuestra principal motivación en la vida. Es verdad que un hijo suele convertirse en un motor que nos impulsa...
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En mi libro, "Tu Felicidad Depende de tu Actitud", Ed. Diana, dediqué varias páginas para explicar por qué es importante tener una motivación interna y trascendental para sentirnos felices. La felicidad, sin duda, es algo muy personal. Cuando somos padres creemos que nuestros hijos deben ser nuestra principal motivación en la vida. Es verdad que un hijo suele convertirse en un motor que nos impulsa a hacer muchas de las cosas que hacemos, que nos motiva a luchar y hasta a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos (y así un largo etcétera). Pero yo creo que depositar en ellos esa responsabilidad es un poco "delicado" y hasta cierto punto equivocado. Los hijos, más bien, nos inspiran y nos hacen crecer como personas. Aprendemos con ellos, especialmente de nosotros mismos. Pero la motivación que provoca la paternidad está ligada a una tarea o responsabilidad adquirida y, en ese sentido, depende de alguien más y de un rol obtenido. No es el tipo de motivación de la que hablo en mi libro y a la que hacen referencia muchos expertos en psicología positiva. Y me refiero a la motivación que surge de nuestro deseo de ser fregones en algo que nos gusta mucho, de eso que nos apasiona y nos impulsa a querer comernos el mundo. ¿Lo has sentido?

Por el placer de hacer las cosas
Por años, psicólogos, sociólogos y hasta economistas han buscado qué clase de objetivos pueden motivarnos hasta ese punto (y descubrieron, entre otras cosas, que el dinero no contribuye a la felicidad duradera). Se decía que lo que nos motivaba eran dos impulsos: el biológico (satisfacer nuestras necesidades básicas) y el externo (las reglas sociales). En los años 40, el psicólogo Harry F. Harlow afirmó que hacía falta una razón más poderosa; hablaba de un factor intrínseco, una tercera motivación: hacer las cosas por el placer que nos provocan. Y a esta conclusión de Harlow se sumaron más "partecitas" hasta llegar a una definición más completa: Los seres humanos tenemos la tendencia a buscar retos, cosas novedosas que nos hagan ejercitar al máximo nuestras capacidades. Nos gusta aprender y explorar nuevas posibilidades.

Daniel H. Pink, autor de "Drive", asegura que tenemos la necesidad innata de dirigir nuestra vida, de aprender y crear cosas nuevas, y de hacer algo mejor para nosotros y para el mundo. Nos mueve un motor poderoso: el impulso de hacer aquellas cosas que alimentan nuestra autonomía, es decir, nuestra capacidad de hacer algo por elección propia. Nos motiva hacer cosas que nos dan un propósito, que nos provocan placer y que nos llevan al dominio de una habilidad. Este tercer tipo de motivación, la trascendental, nos hace percibir que formamos parte de algo más grande que nosotros mismos.

Y en ese sentido, escribir para mí es una motivación innata, que brota de mi interior, que realizo en total libertad y de forma voluntaria, y que me provoca un enorme placer. Sí, tengo un hijo que me inspira y me motiva a levantarme de la cama aunque no quiera (especialmente los lunes). Pero el gusto de escribir y, sobre todo, de ser leída, me motiva desde pequeña, mucho antes de haberme convertido en madre o de tener un trabajo o un marido. ¿Qué te motiva a ti? ¿Qué te hace levantarte todos los días, más allá de tus deberes? ¿Qué es eso que disfrutas hacer y que te hace sentir pleno, que te reta intelectualmente? ¿Con qué te sientes feliz, realizado? ¿O acaso has perdido esa motivación? ¿La has olvidado? Te invito a reflexionar sobre ello, a redescubrir tu motivación trascendental.

Los expertos en psicología positiva, área enfocada en la felicidad, aseguran que, entre otras cosas, hay que escuchar la propia intuición, juntarnos con gente optimista y alimentarnos de cosas positivas para encontrar nuestra motivación trascendental.

Así que con esta primera colaboración agradezco a HuffPost Voces la oportunidad de darme este espacio que contribuye a mi felicidad y me motiva profundamente. Aquí compartiré contigo mis reflexiones en torno a la actitud, la felicidad, la vida en equilibrio... ¡ojalá me acompañes!

Saludos.

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