La Navidad se ha convertido en un pretexto para reuniones, reencuentros, festejos, compras... Diciembre es un mes complejo y aunque debería ser una época de contemplación y calma, es todo lo contrario. ¿Por qué a muchos nos perturba diciembre cuando se supone que tendríamos que sentirnos felices en el mes más festivo del año? Más allá de tus creencias en torno a la Navidad, lo que es un hecho es que diciembre es un mes que podría ser más alegre y emotivo. Sin embargo, las estadísticas afirman lo contrario. El último mes del año es uno de los meses en los que la gente expresa con mayor frecuencia sentimientos de ansiedad, apatía, melancolía, tristeza e incluso depresión. Las explicaciones son muchas: el estrés y el ritmo acelerado que conllevan las fiestas y los compromisos que se suman a nuestros días ya de por sí ajetreados; los gastos excesivos; los excesos de comida y bebida que nos provocan un sentimiento de pérdida de control y culpa; el cierre de un ciclo, que conlleva sentimientos de frustración especialmente si teníamos demasiadas expectativas. Pero sobre todo, diciembre nos trae memorias de tiempos que tal vez considerábamos mejores y nos recuerda a los seres queridos que ya no están (una pérdida, un divorcio, o un familiar o amigo que se fue a vivir muy lejos, entre otros).
Sin embargo, es posible disfrutar "de a de veras" esta época del año y sentirnos más felices. Así que si eres de los que se abruma y no sabes qué hacer para darle la vuelta a la tristeza y al estrés, aquí te presento algunas estrategias para que diciembre sea más gozoso y significativo.
1. Baja tus expectativas. Solemos ponerle muchas expectativas a esta época del año: "esta Navidad sí voy a pasar más tiempo de calidad con mi familia", "esta Navidad voy a hacer todas las decoraciones de mi casa", "esta Navidad voy a visitar un asilo"... Pero cuando vienes a ver, ¡no hiciste nada de eso! Elige un par de actividades que puedas realizar y con las que sientas enorme satisfacción al final de la temporada por haberlas llevado a cabo. Deja lo demás para otra ocasión...
2. Limita tus gastos. Si financieramente te sientes apretado y culpable porque no puedes gastar todo lo que quisieras, o porque estás gastando más de lo que deseas, limítate a un cierto presupuesto y no te salgas de él. Es probable que termines diciembre menos agobiado por lo que gastaste de más.
3. Relájate. Es posible sentir un poco de ansiedad en estas fechas -reunirse con la familia suele revivir memorias dolorosas, rencores, dolores escondidos y sentimientos encontrados especialmente cuando algún miembro de la familia ya no está presente. Cuando estamos en familia repetimos viejos patrones de conducta, así que evita las reacciones negativas que no son positivas.
4. Prepara el terreno. Si en tu familia ha habido una pérdida reciente, es importante no negar el sentimiento de tristeza. Denle un espacio al dolor: si compartes tus sentimientos es posible que esto les sirva a todos para tener una mejor comunión e incluso sentirse más conectados. Recuerden a ese ser querido sin culpa: saquen fotos, revivan momentos simpáticos y agradezcan que tuvieron la bendición de su presencia.
5. Busca el significado. Elige regalos que verdaderamente signifiquen algo para el que lo recibe. Antes de lanzarte a las compras, dedica tiempo para pensar cómo es esa persona o qué le gusta a la gente que quieres.
En Twitter, @cyleppan.
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