Una mujer es asesinada cada 10 horas en El Salvador

Ima Guirola, encargada de relaciones públicas de la organización feminista CEMUJER, dijo a ContraPunto que la impunidad es una de las mayores causantes de violencia en contra de las mujeres en El Salvador.
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A woman sits by the pyramid at the Tazumal Archeological site in the town of Chalchuapa, 70 kms west from San Salvador, El Salvador on December 21, 2012 for the celebration of the Baktun. AFP PHOTO/ Jose CABEZAS (Photo credit should read Jose CABEZAS/AFP/Getty Images)
A woman sits by the pyramid at the Tazumal Archeological site in the town of Chalchuapa, 70 kms west from San Salvador, El Salvador on December 21, 2012 for the celebration of the Baktun. AFP PHOTO/ Jose CABEZAS (Photo credit should read Jose CABEZAS/AFP/Getty Images)

Por Gloria Morán/ Diario digital ContraPunto

SAN SALVADOR - Ima Guirola, encargada de relaciones públicas de la organización feminista CEMUJER, dijo a ContraPunto que la impunidad es una de las mayores causantes de violencia en contra de las mujeres en El Salvador.

Guirola también se refirió a los datos proporcionados por la directora del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU). Según estos, de enero a junio de este año en El Salvador se han contabilizado 85 asesinatos en contra de mujeres.

En 2012, en el mismo periodo, ocurrieron 223.

Se habla de una reducción de feminicidios en el país en los últimos seis meses. ¿Como CEMUJER lo han visto así?

CEMUJER, desde 1990 y con más énfasis desde 1993, lleva un registro sistematizado propio de la violencia contra las mujeres, entre ellas los femicidios, como es reconocido internacionalmente o feminicidios como los tipifica nuestra legislación.

Las fuentes principales de nuestra información son oficiales (IML, PNC, FGR, MINSAL, etc.), medios de comunicación (investigación y monitoreo hemerográfico) y propias (Clínicas de Atención Integral).

Procesamos una diversidad de indicadores y vamos cruzando variables; todo ello sirve de insumo para los análisis institucionales. Para ello utilizamos instrumentos elaborados institucionalmente, que nos sirven para vaciar la información, registrarla, procesarla, consolidarla, depurarla. Es un proceso investigativo y de análisis riguroso, serio y que nos lleva tiempo, pero nos permite brindar posicionamientos basados en indicadores objetivamente verificables.

Explico ello pues especialmente en los últimos cuatro años ha sido cada vez más grande la brecha entre los datos proporcionados por el Ministerio de Justicia y Seguridad y los datos procesados por CEMUJER.

Este procesamiento nos permite recalcar con firmeza que los femicidios en El Salvador no sólo no han disminuido sino inclusive han aumentado.

¿Qué es lo que CEMUJER ha registrado?

Entre enero y abril de 2013 estamos procesando más de 200 femicidios, prácticamente cada 10 horas una mujer es asesinada. A estas fechas podríamos haber alcanzado los 300 femicidios, aunque aún no concluimos el procesamiento de datos. Dos de cada tres mujeres desaparecidas son asesinadas. El que los cuerpos de las mujeres asesinadas no sean encontrados el propio día de su asesinato no quiere decir que el asesinato no se cometió.

¿En CEMUJER han visto un aumento o reducción en las formas de violencia de las que las mujeres son víctimas?

En relación a otras expresiones de violencia contra las mujeres, es importante decir que si bien el trabajo de la diversidad de organizaciones feministas está incidiendo en la población, así como los esfuerzos de las autoridades en las diferentes administraciones gubernamentales --y ello se puede reflejar en mayor denuncia--, también es cierto, y no podemos obviar, que en la medida en que la institucionalidad se ve debilitada por la corrupción, se generan más procesos revictimizantes que redundan en impunidad. Ello es un elemento fundamental para que los agresores tengan claro que en cualquier momento y agarrándose de la mano del poder patriarcal pueden violentar a una mujer en la calle, en el trabajo, en la casa, en los centros de estudio, en las iglesias, en las empresas y sindicatos. Y lo más probable es que no les pase nada a ellos, mientras que la víctima tiene mayores probabilidades de ser despedida, descalificada, denunciada, procesada y sentenciada, amenazada, chantajeada, burlada, acorralada y mandada a asesinar.

Esta realidad deja en claro que mientras haya más impunidad habrá más violencia contra las mujeres.

¿Tienen cifras al respecto?

Cada tres horas una mujer, niña, niño o adolescente es víctima de violación sexual. [De ellos] 90% [son] del sexo femenino, más del 70 por ciento [son] menores de 18 años. En 2007 era cada siete horas y en 2010 cada cinco horas.

En el primer semestre de 2013, CEMUJER ha registrado más de mil mujeres que han denunciado en la clínica de CEMUJER violencia en su contra tanto a nivel familiar como laboral: violencia de pareja (violencia intrafamiliar), acoso sexual/laboral. Los agresores que ejercen violencia de pareja o laboral provienen de diversos estratos socioeconómicos

Hay agresores que aprovechan su investidura como funcionarios o empleados públicos de instituciones de gobierno como: PNC, PGR, Ejecutivo, Legislativo, Judicial.

¿En qué zonas trabaja CEMUJER?

CEMUJER atiende en San Salvador, Mejicanos, Apopa, San Marcos, Soyapango, Ilopango, Santa Tecla, La Libertad, Santa Ana, San Martín, Colón, San Vicente, Cuscatlán, Ahuachapán, Sonsonate, Metapán, San Miguel.

Algunas usuarias son referidas de instituciones del estado como FGR, PGR, Tribunales, ISDEMU, PNC, Ciudad Mujer

¿Cómo valora el trabajo que se hace para la prevención de la violencia desde el Gobierno? ¿Aún se debe hacer más?

La prevención tiene varias aristas y niveles, así como encontramos la prevención predelictual y la prevención posdelictual.

Es importante identificar que tanto la sociedad como el Estado tienen responsabilidad en la acción preventiva, pero cada uno desde su propio rol. En el caso del Estado, siendo El Salvador un Estado de Derecho, este mandato se encuentra en la Constitución y [en] lo ratificado por el país en los instrumentos internacionales de derechos humanos. De manera tal que es al Estado al que le corresponde la garantía constitucional de la plena vigencia de los derechos humanos.

En tal sentido, del Estado salvadoreño debemos esperar una respuesta a la altura de su obligación constitucional. Por ello, el que hayan [desplegado] de vez en cuando spots, mupis, vallas publicitarias, por ejemplo, vemos que es una acción importante pero más cercana a las posibilidades de ongs más que a las del Estado, del que podríamos esperar despliegues comunicacionales amplios, extensos y sistemáticos como los que se utilizan por la presidencia para la propaganda gubernamental. Y eso para hablar de una de las varias aristas que contempla la prevención, pues hay una equivocación en [querer] reducir la prevención a una presencia en los medios de vez en cuando.

La prevención es una estrategia que requiere una integralidad cuando menos en formación/educación, información, promoción, comunicación, investigación, desarrollo de procesos de empoderamiento, fortalecimiento de la institucionalidad y de la capacidad de abordaje y respuesta a la violencia. Por supuesto que también implica la transversalización de la perspectiva de género en las diferentes decisiones y políticas estatales.

Así también [ocurre] con la prevención posdelictual, que incluye el análisis de la ruta crítica de la violencia contra las mujeres, de la ruta crítica de las mujeres violentadas/sobrevivientes en el acceso a la justicia, la reducción de los niveles de impunidad, corrupción y revictimización, el análisis del modus operandi de los femicidas y violadores de derechos de las mujeres.

La drasticidad y rigurosidad de la respuesta estatal no se mide en los discursos y la vehemencia de las declaraciones, sino en la profundidad de las acciones y sus resultados. Por ejemplo: acciones claras, directas y contundentes contra los acosadores sexuales, empezando por las instituciones estatales y empresa privada; en retirar del mercado toda venta de armas al público (aquí sólo debe estar armada la seguridad pública y [los encargados de la ] defensa nacional); en retirar del mercado todo mensaje publicitario, promocional, videojuego, canción, video musical, afiches, películas, anuncios, etc. violentadores de las mujeres; en seguir de oficio todo delito relativo a [la] violencia de género contra las mujeres; [en aplicar] medidas de protección que protejan de manera real y efectiva la integridad de las mujeres, lo que implicaría entre otras cosas el que los hombres agresores estuviesen restringidos de su libertad ambulatoria y de la comunicación en lugares prefijados (no en sus casas), para evitar de manera efectiva que éstos se acerquen a las víctimas y sus familiares.

Entonces, al revisar este panorama podemos afirmar que los esfuerzos son importantes, pero insuficientes por ser muy pequeños, de reducida cobertura, aislados, coyunturales y superficiales.

Publicado originalmente aquí

Fotos de la Mara Salvatrucha

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