El Salvador: Restricciones del gobierno afectan tregua entre pandillas

Según datos oficiales, el viernes 28 se registraron 15 homicidios; sábado 29, 12; domingo 30, 5; y en los primeros tres días se contabilizan 51 asesinatos.
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Por David Ernesto Pérez/ Gerardo Arbaiza (Diario digital ContraPunto)

SAN SALVADOR - Carlos Figueroa, alcalde de Quezaltepeque, abraza a una mujer que llora escandalosamente, alza los brazos y grita compungida; las cámaras de los llamados noticieros sensacionalistas los enfocan como si se tratara de un show extravagante, de esos en los que un domador mete la cabeza en el hocico del león.

Unos cuantos metros adelante de los llantos de la septuagenaria, Inspecciones Oculares de la Policía Nacional Civil (PNC) toma fotografías al cadáver de Héctor Antonio Huezo Vásquez, asesinado aproximadamente a las cinco de la mañana en la Colonia Torres, sobre la línea férrea, del municipio de Quezaltepeque.

Huezo Vásquez, según sus familiares, no tuvo problemas con pandillas, tampoco con vecinos para ser ultimado en tales circunstancias.

En el instante del crimen iba rumbo a la Alcaldía a desempeñar sus labores como recolector de basura.

"No sospechamos de nada ni de nadie, es que él no se metía con nadie, nosotros siempre lo vimos bien tranquilo, nunca nos dijo que tuviera problemas con alguien", dijo una de las sobrinas del occiso, quien omitió su identidad.

El municipio de La Libertad registró el segundo homicidio en menos de 24 horas, pese a que en enero del 2013 fue declarado Libre de Violencia entre Pandillas.

Quezaltepeque es sólo la punta del iceberg de vertiginoso aumento de los homicidios en los últimos seis días, que abarcan finales e inicios de los meses de junio y julio, respectivamente.

Según datos oficiales, el viernes 28 se registraron 15 homicidios; sábado 29, 12; domingo 30, 5; y en los primeros tres días se contabilizan 51 asesinatos.

En seis días fueron perpetrados más de 80 asesinatos, con promedio diario de más de 13.

La media de los crímenes se compara con el promedio habitual diario hasta febrero del 2012, cuando aún no estaba en vigor la Tregua entre Pandillas; después de la tregua los homicidios se quedaron en aproximadamente cinco diarios.

Pero, en el crimen del trabajador municipal, las autoridades policiales no encontraron conexión con el accionar pandillero, así como tampoco con la muerte de una mujer el día anterior.

Lo que dicen los pandilleros

Para encontrar nexos con un posible rompimiento de la tregua que ya incrementó la violencia, fue necesario indagar en las comunidades asediadas por maras y con palabreros a cargo de territorios específicos.

En dicho sentido, una fuente vecinal de la Colonia Las Campaneras aseguró que los pandilleros de la zona "están tranquilos", descartando de esa forma una guerra abierta como la que mantuvieron durante más de una década por el dominio de territorios.

La aparente calma en Soyapango contrastó con las breves palabras de "Alexander", miembro de la Mara Salvatrucha (MS 13) en Quezaltepeque, quien en declaraciones a ContraPunto afirmó que el problema "es de ellos (Barrio 18)".

"Tenés que ver qué está haciendo la otra pandilla, porque yo creo que la pandilla (la 18) de ellos es... Del otro lado están los problemas. Puesí, eso de ahí viene, pero no te puedo dar una respuesta cabal, simón va, de cómo está la juega (problemática) pues va, porque no me puedo disparar (dar declaraciones) así por así", señaló "Alexander".

Antes de explayarse en sus explicaciones, el pandillero dijo que pediría permiso a sus líderes en las cárceles; sin embargo, la autorización probablemente no fue autorizada pues fue telefoneado en dos ocasiones, y desvió la llamada al buzón de voz.

La afirmación del pandillero es similar a la del mediador de la tregua, Raúl Mijango, pero enfocándose, no en las maras, sino en las medidas restrictivas impuestas, recién asumió el cargo, por el ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Perdomo.

La versión del ex guerrillero es que, el corte del flujo comunicacional entre líderes y bases de las pandillas está provocando confusiones, que crecen exponencialmente con las "informaciones tendenciosas de algunos medios de comunicación".

Ante de la declaratoria de inconstitucionalidad del nombramiento del general David Munguía Payés en el Ministerio de Justicia y Seguridad, los veteranos pandilleros tenían permiso para dar conferencias de prensa en centros penitenciarios y desplazarse a varios de estos lugares.

Sin embargo, Perdomo censuró la exposición pública de los líderes pandilleriles aduciendo que se estaba dando preeminencia a éstos antes que a los policías.

"Hay que asociar el debilitamiento de la capacidad de comunicación entre el liderazgo histórico de las pandillas con su base, debido a las restricciones que hay en el sentido que ellos ya no pueden comunicar públicamente, a través de los medios de comunicación, y esto origina que la gente en la calle se esté quedando sin orientación. Además, hay una especie de campaña mediática por generar la sensación que el proceso feneció, eso genera mucha confusión", declaró Mijango.

El 11 de junio, semanas después de asumir el cargo Perdomo, los mediadores Mijango y Monseñor Fabio Colindres, aseguraron que la llegada del nuevo funcionario no estropeaba las labores de diálogo que realizan para el sostenimiento del armisticio pandillero.

Empero, Mijango ahora muestra otra actitud respecto a la disposición de Perdomo, a lo que agregó reproches a la invalidación del nombramiento de Munguía Payés por la Sala Constitucional y el escepticismo ciudadano.

"Venimos de un 70 por ciento de la población rechazando todo esfuerzo de reducir violencia, homicidios y otro tipo de delitos y lo que percibo es un clamor ciudadano por sangre y muerte, y no hay que asustarse por eso (...) estamos pagando los costos que generó el proceso de reacomodo a raíz de los fallos de la Sala. Estos factores generaron dificultades, pero repito que nadie se debe asustar, porque la gente eso estaba pidiendo", dijo.

Otras explicaciones del alza de la violencia

Afuera del equipo de los mediadores, pero conocedor de las pandillas por su trabajo en rehabilitación, el pastor Carlos Rivas estimó que la escalada delincuencial responde a "pequeños grupos" que escapan al dominio de los líderes.

Esto, valoró, es consecuencia de las "promesas no cumplidas", tanto del Gobierno Central como los municipales de abrirles oportunidades laborales.

"Creo que está pasando ahora que llega un momento en que los pandilleros que dirigen esto se les están escapando de las manos algunos grupos aislados, que al no ver propuestas están ellos buscando cómo hacerse sentir, por otro lado nos demuestra que el abordaje en el tema de seguridad ha sido con métodos demasiados cortoplacistas", indicó.

No obstante, el religioso aseguró que la Tregua no se quebró, porque "favorece a los pandilleros", porque "en este tiempo han vivido en relativa paz y tranquilidad, les han dejado ver a sus hijos, creo que no estarían dispuestos a dar marcha atrás en este proceso".

La Tregua entre Pandillas inició con el traslado de una treintena de líderes pandilleros, desde el Penal de Máxima Seguridad en Zacatecoluca, a otros de menor vigilancia.

La primera versión que trascendió en los medios de prensa fue que, el Gobierno de Mauricio Funes había pactado con las pandillas la disminución de los homicidios que ubicaron a El Salvador en el primer lugar de violencia en el mundo.

Posteriormente, el curso oficial giró en torno a la mediación de Mijango y Colindres con los principales adalides de las maras.

Publicado originalmente aquí

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