'Tips' para no comer sin pensar

También la comida sana nos puede hacer llenarnos de peso extra, porque que sea sano, no quiere decir que no tenga calorías.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

Comer todo el día, de pedacito en pedacito, no parar, estar comiendo poquito a poquito... Empieza con un manicito y termina con una bolsa entera de maní. Son esas cosas que "inocentemente" nos hacen llenarnos de kilos extra. Y esto no aplica sólo a la comida no tan sana. También la comida sana nos puede hacer llenarnos de peso extra, porque que sea sano, no quiere decir que no tenga calorías.

Y ese estar "comiendo involuntariamente" vemos que aumenta más en los fines de semana, o cuando estamos haciendo un trabajo de esos que nos aburren, o viendo TV. Es decir, cuando dejamos que nuestra mente divague por ahí y el fastidio hace que "necesitemos" comer algo, cuando en realidad lo que necesitamos es ser serios y concentrarnos en otra cosa.

Si este es tu caso, aquí te doy unos tips para no hacer de esa comedera involuntaria una talla más de pantalones.

-Sírvete tu merienda como si fuese una comida: Tenemos en la mente que la merienda es algo rápido que podemos comer casi de pie, caminando, sin prestarle mucha atención. ¿Pero qué tal si te la comes en un plato, con calma, acompañada con un buen vaso de agua? Eso hará que sientas que estás comiendo, no "comiendo un poquito" y hará que tu espera entre horas de tus comidas sean menos tortuosas.

-Enfócate en tu comida: Piensa antes de comer. No te distraigas viendo TV, o caminando, ni nada. Piensa en cada bocado y concéntrate. Esto hará que comas más lento y además, disfrutes más tu comida.

-Limítate mentalmente: Ok, te llevaste una manzana y unas almendras al trabajo pero esa merienda no fue suficiente y de verdad esa galleta que se está comiendo tu compañero de cubículo parece que tiene tu nombre. Pues no queda otra, hazlo, cómela y se feliz. Más se perdió en la guerra. Pero limítate a una galleta. Que decidas comerla no es la excusa para comer todo el paquete. Date tu gusto y para. Mientras comes, piensa en tus metas, en lo que quieres lograr. Eso te ayudará a no sobrepasarte y terminar con el paquete entero.

-Toma agua tibia: Cuando ya estés a punto de morder a la persona que tienes al lado del hambre que tienes, respira y tómate un vaso de agua tibia, un té o una manzanilla. En serio, eso te va a ayudar mucho con tu "hambre feroz", vas a tranquilizarte y vas a sacar la palabra "comer" por un rato de tu cabeza.

Por eso muchos especialistas recomiendan hacer cinco comidas diarias, es decir, tres principales y dos meriendas, para poder manejar tus ataques de hambre durante el día. De igual forma, puede que comiendo de esa manera te de más hambre uno que otro día, pero la verdad es que ese hambre viene más de la cabeza que de tu cuerpo. Calma y paciencia. Tú puedes ganar esta pelea, en serio.

También en HuffPost Voces:

Limita el tamaño

Las reglas para merendar

Popular in the Community

Close

What's Hot