Cuatro preguntas que debes hacerte para perder peso

Si quieres empezar a perder peso, razones puedes tener muchas. Desde las más superficiales (para algunos), que pueden ser verse bien con cierta ropa o sin ella (claro que sí), hasta mejorar ciertos aspectos de tu salud que te hayan estado molestando, como bajar tus niveles de colesterol, la tensión o mejorar tu actitud física. Todas las razones son válidas y son las que te van a llevar a ti a seguir tus objetivos.
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Si quieres empezar a perder peso, razones puedes tener muchas. Desde las más superficiales (para algunos), que pueden ser verse bien con cierta ropa o sin ella (claro que sí), hasta mejorar ciertos aspectos de tu salud que te hayan estado molestando, como bajar tus niveles de colesterol, la tensión o mejorar tu actitud física. Todas las razones son válidas y son las que te van a llevar a ti a seguir tus objetivos.

Ahora, si ya tienes claro lo que quieres, estas preguntas te pueden ayudar a cerrar el trato; preguntas que te debes hacer antes de empezar esta competencia contigo mismo y darte cuenta si de verdad puedes llegar a la meta o si te vas a quedar en el camino:

  1. ¿Por quién estoy haciendo esto? Suena obvio. La verdad es que tienes que tener clarísimo que la única persona por la que debes hacer dieta, ejercicios o cambio de vida en general es por ti mismo. Si bien tu familia te puede ayudar, perder peso porque tu mamá te lo dice, no te llevará ni a la segunda semana de dieta. Y si es por complacer al novio de turno, mucho menos. Cambiar tu vida tiene que partir de ti, de nadie más.
  2. ¿Puedo hacer esto para el resto de la vida? Aquí está aquello de encontrar un plan que de verdad tenga que ver con tu estilo de vida pero que sea sincero. Es decir, si vas a perder peso y eres un comedor compulsivo de pizza y hamburguesas, obviamente habrá que sacarlas un tiempo del camino. Pero si tu plan te da una escapadita para que de vez en cuando te comas tu comida favorita, te vas a sentir más cómodo. También debes tener cuidado con esos planes que quitan por completo ciertos grupos de alimentos. Si no tienes algún problema médico, no debes quitarte de manera absoluta ningún nutriente de tu dieta, más cuando hablamos de cosas buenas como proteínas magras, grasas buenas y carbohidratos naturales e integrales. Aquí hablamos de hacer hábitos, no cambios sólo para conseguir un objetivo en poco tiempo.
  3. ¿Te importa demasiado lo que dicen los demás? Si la respuesta es sí, entonces tienes que trabajar en esto. Si bien muchas personas te pueden acompañar en tu viaje de pérdida de peso, otras no. Algunas no se sentirán cómodas con tu cambio porque implica que ellos tienen que hacer una evaluación de sus estilos de vida. Cambiar de costumbres implica que la gente te vea distinto. Si no estás preparado para recibir críticas y tener coraza de hierro para decir que no, tienes que hacer el ejercicio mental de empezar a hacerlo.
  4. ¿Vas a estar bien cuando falles? Va a pasar, sin querer ser negativa, pero va a pasar. Vas a caerte de vez en cuando, vas a comerte la torta que no debías, vas a ver como la aguja de la balanza no se mueve como quisieras. Y tienes que estar consciente que son desvíos en el camino, que puedes superar y seguir hacia delante. Una caída no es el fin de la competencia, tienes que mantener eso siempre en mente.

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