¡La vida es ahora!

Con frecuencia, la vida me cruza en el camino con personas no videntes. Me llama la atención que siempre caminan con más seguridad que algunos de los que disfrutamos del sentido de la vista. Definitivamente están ahí para recordarme que debo soltar cualquier afán, esas preocupaciones que la mayoría de las veces gratuitamente nos permitimos al angustiarlos por lo que vendrá en nuestras vidas o quizás al mirar atrás por lo que ya no está o lo que fue.
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young woman lying on couch at...
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vive el ahora

Con frecuencia, la vida me cruza en el camino con personas no videntes. Me llama la atención que siempre caminan con más seguridad que algunos de los que disfrutamos del sentido de la vista. Definitivamente están ahí para recordarme que debo soltar cualquier afán, esas preocupaciones que la mayoría de las veces gratuitamente nos permitimos al angustiarlos por lo que vendrá en nuestras vidas o quizás al mirar atrás por lo que ya no está o lo que fue.

Estas personas son una gran lección, pues ellos no se preocupan por lo que dejaron atrás en el camino ni tampoco están afanados por lo que encontrarán en los próximos metros, van paso a paso, con seguridad, sin preocuparse más que por el paso que están dando. Aunque van alertas, no están concentrados en si encontrarán una calle, un escalón o una irregularidad en su camino, eso lo van descubriendo al dar un paso a la vez. Ellos son ejemplo de vivir aquí y ahora de vivir el presente, nada más que eso.

Y es que la vida es como ir en la noche por una autopista, la cual nunca hemos transitado. Las luces del auto nos revelan unos cuantos metros de la carretera hacia adelante para que podamos maniobrar adecuadamente, pero no podemos ver todo el trayecto, aunque sabemos que hay un destino. Eso aplica para la vida, pues deberíamos ir poco a poco; tomando la experiencia que nos generó el haber recorrido el camino que llevamos (el pasado) y sin afán de saber cómo será el trayecto, sin temor a equivocarnos a cómo llegar a nuestro destino.

Si bien, el camino recorrido aporta que ya has transitado, nada ganas con estar volteando hacia atrás y menos con querer saber cómo va a ser mañana, cuando lo importante es disfrutar cada paso del trayecto y entender que sea lo que sea que esté ocurriendo, es perfecto para ese momento.

Claro que somos el resultado de nuestro pasado, pero no tenemos porque ser prisioneros del mismo. Un gran error es arruinar el presente, recordando un pasado que ya no tiene futuro.

El pasado nos da una referencia, de esas vivencias debemos aprender cómo deberíamos actuar hoy para seguir creciendo, lo que no debemos hacer es vivir allí indefinidamente, pensando en los mejores tiempos, cosas que pudieron ser, cosas que hice y que pude hacer pero no hice, en las derrotas o los triunfos, debemos tomarlo sólo como un ejemplo y mejorarlo. Utiliza tu pasado como trampolín, no como sofá.

Cuántos grandes pequeños momentos dejamos de disfrutar por estar enfrascados pensando en lo que no fue, en cómo fue, en porqué sucedió o en lo que vendrá, como será y qué pasará. De pronto, dejamos de saborear las maravillas del viaje en el momento por estar enfrascados en esos pensamientos.

Dicen que sólo los ríos y el tiempo no se devuelven, cuando la mente está en el pasado, se deprime; cuando la mente está en el futuro, se preocupa; cuando está en el presente, se realiza. Para ubicarnos en el presente, que es lo único que cuenta, debemos deshacernos de una ilusión obsesiva que nos persigue: el tiempo, pues el tiempo es solamente una ilusión que tenemos profundamente interiorizada que nos llena la mente de cálculos, proyecciones y limitaciones. El verdadero tiempo es el que marca nuestro interior, el que se vive a cada instante con plena conciencia.

El presente es entonces el espacio infinito a través del cual corre nuestra vida, lo único permanente y real que tenemos para ser los autores de nuestra propia obra. Ese es el momento para vivir, no hay absolutamente ningún otro momento válido que no sea el ahora. Bien lo dijo Lao Tsé: "Si estás deprimido es porque vives en el pasado. Si estás estresado es porque vives en el futuro. Si estás en paz es porque vives en el presente".

Es necesario aprender y crear el hábito de agradecer, disfrutar y bendecir cada momento que la vida nos permite experimentar. No te arrepientas de lo que no fue o del cómo fue, observa qué aprendiste, qué te aporta para tu vida actual y sigue el camino, consiente de cada paso que das, de cada movimiento, de cada situación.

Recuerda: es posible que en nuestro transitar por la vida, en algunas ocasiones encontremos derrumbes en la vía o quizás esté cerrada y haya que tomar otro rumbo, de pronto te tropieces con algunas piedras o encuentres algunos de esos conos anaranjados que alertan zona de construcción en la carretera y te desvían, eso es lo de menos, ten claro que vas a llegar a donde te corresponde y conste que eso quizás no sea a donde habías planeado, pero te aseguro de que en caso de que suceda un nuevo rumbo, será un mejor lugar y mayor de lo que habías pedido.

Disfruta de los trayectos en línea recta, avanza en positivo y confiando en que todo suma, todo aporta y que lo que está sucediendo en este momento es perfecto, nada más que perfecto.

No busques la felicidad en el futuro. Sólo debes aprender a distinguirla en el presente, pero tampoco te digo que dejes de visualizar lo que deseas y tener sueños, solamente, que todo eso no te distraiga de tu principal momento de vida: el aquí y ahora.

¿Te parece interesante este blog, tu dejas atrás tu pasado para seguir con tu presente?

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Miguel Guzmán, fundador y editor de "Éxito personal", comentó que la gran ventaja de vivir en el momento presente es que tu mente no se vea distraída por estos pensamientos involuntarios, con lo que puedes:

  • Concentrarte más en lo que estás haciendo.
  • Disfrutarlo más, porque percibes cada detalle.
  • Hacerlo mejor, puesto que no estás utilizando parte de tu mente en preocuparte por otras cosas, toda tu capacidad estará dedicada a ello.
  • Acordarte mejor, al concentrarnos activamente se terminó el olvidarnos de las cosas que hacemos por despistarnos con otros pensamientos.

"En general cuando nuestra mente se pierde en recuerdos y preocupaciones vivimos más amargados y nos despistamos más. Cuando vivimos en el presente somos más felices y productivos", comentó el autor.

Cuando deseamos materializar alguna meta o sueño, vivir el presente es básico. Como dice la famosa frase de El Secreto: "solo da el primer paso con fe, no necesitas ver toda la escalera". Yo he aprendido que es cada paso el que debemos dar con fe, tu GPS debe ser tu corazón, la intuición, lo que sientes que es correcto, muy por encima de lo que digan los demás y de los consejos de un profesional, del aporte de un terapeuta o especialista. Quien solamente sabe hacia dónde ir abriéndose camino eres tú, nunca dudes, nunca falla.

Vivir el presente significa tomar las riendas de tu vida, disfrutando día a día, minuto a minuto, es la forma de vivir, dejemos que todo ocurra a su tiempo no nos quedemos atrás, pero tampoco nos adelantamos.

Tomemos el presente como un puente para llegar al futuro y no vivamos preocupados por cómo será. Gastamos nuestro ahora en recordar cosas del pasado que no podemos remediar. Cada momento que pasa es un momento que no podemos recuperar.

"Lo pasado se ha ido. Lo que esperas está ausente. Pero el presente es tuyo".

¡Este es tu momento: a vivirlo aquí y ahora!

Analiza, reflexiona, ¡vive aquí y ahora!

Y recuerda: a sonreír, agradecer y abraza tu vida!

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