Una vida con propósito

En nuestros días, nos hemos acostumbrado a hacer las cosas de inmediato. Hemos sido programados para la rapidez, no nos gusta esperar, se nos dificulta caminar en la paciencia y como consecuencia, muchas veces, eso nos trae frustración y desesperación ya que no siempre todo sale al ritmo que deseamos o tal cual lo habíamos planeado. Nos resistimos a dejarnos llevar por el curso de la vida misma.
This post was published on the now-closed HuffPost Contributor platform. Contributors control their own work and posted freely to our site. If you need to flag this entry as abusive, send us an email.

mision vida

En nuestros días, nos hemos acostumbrado a hacer las cosas de inmediato. Hemos sido programados para la rapidez, no nos gusta esperar, se nos dificulta caminar en la paciencia y como consecuencia, muchas veces, eso nos trae frustración y desesperación ya que no siempre todo sale al ritmo que deseamos o tal cual lo habíamos planeado. Nos resistimos a dejarnos llevar por el curso de la vida misma.

Me brinca mucho el hecho de la cantidad de personas con quienes converso; comparto en sesiones de coaching; algunos conocidos, amigos y familiares, viven anhelando el futuro, un futuro demasiado idealizado y para el cual ellos mismos han decidido lo que supuestamente es mejor y asumen que todo eso que rueda en sus mentes es lo que "debe ser". Y, claro está que, cuando las situaciones o deseos que ellos asumen "deben ser" no se manifiestan o no suceden de una manera inmediata, experimentan una baja más espeluznante que la caída de la bolsa de valores; en este caso un déficit de autoestima, confianza, esperanza, optimismo y certeza, entre otros, que los lleva a la desesperación y frustración.

Cuando la preocupación de las personas es que no reciben lo que ellos creen merecer, mi respuesta ante tal situación para con ellos y hasta para conmigo mismo -cuando me permito sentirme desesperado porque las cosas no salen como según yo deberían de ser-, es que acaso contamos con un contrato firmado donde se estipula que tal día, de tal mes, de tal año, a tal hora, en tal lugar, recibiremos todo lo que nosotros decidimos que merecemos: háblese de un trabajo, una suma de dinero, un hijo, un viaje, una casa, un récord deportivo y otras situaciones que asumimos y damos por un hecho, deben formar parte de nuestras vidas.

Es tal el ajetreo de las personas, que sólo piensan en sí mismas y se olvidan que estamos acá para también aportar a los demás, no sólo para darle sentido a una vida individual y que lo que podamos hacer por nuestros semejantes es más importante que todos los bienes materiales que logremos acumular, ya que las acciones, el bien, la comprensión y el apoyo que ofrecemos, es parte de nuestro propósito en la vida. Bien dice una popular frase: "se buena persona, se humilde, por que cuando llegué la hora de tú partida, te recordarán por lo que eras, no por lo que tuviste". La consigna diaria debería ser entonces: "¿Cómo puedo ayudar?", en lugar de: "¿Qué gano yo con eso?" o "¿por qué las cosas no me pasan a mí como a los otros y yo las merezco?"

El caso es entender qué es lo que realmente es para nosotros, qué es lo que la vida tiene y quiere de nosotros, esto, sabiendo que hay un plan divino de vida que se va desarrollando en un tiempo perfecto -que no es nuestro tiempo- y diferenciarlo de eso que asumimos desde una historia creada por nuestras mentes basada en supuestos y no en garantías, así como en comparaciones con los demás y muchas veces hasta con la envidia.

Ten paciencia: todo es como una receta, se cocina ingrediente por ingrediente y toma el sazón a fuego lento, poco a poco aprendemos a mejorar el sazón a saber que ponerle y qué evitar para que quede mejor. En cuestiones de la vida misma no existe el microondas, porque a nuestra naturaleza creadora por más inventos que hagamos nadie la forza, la demora, la adelanta, ni la retrasa, todo lo que nos sucede es perfecto y nos lleva hacia donde vamos, aunque a veces no sepamos cual es nuestro rumbo.

Es importante estar claro que la vida no se trata de obtener y lograr sólo lo que deseamos, sino de entender qué se requiere de nosotros. Así como somos seres únicos, tenemos talentos y debilidades que nos hacen sobresalir y complementarnos con los demás seres que nos rodean, así también cada quien tiene un propósito de su vida. Es por ello, que estamos acá y no por el puesto laboral, la condición socioeconómica, la ropa, el auto o los viajes. Eso simplemente es para hacer más placentero nuestro paso por acá.

Por ejemplo, nunca imaginé que metido en un medio tan superficial y vacío, como es el mundo del espectáculo y la televisión, dominado por personas con un gran ego que solamente refleja sus carencias emocionales -con algunas excepciones, claro está-, encontraría el propósito de mi vida, el cual tengo claro que va más allá de aparecer en la pantalla chica o de mis capacidades para realizar esa gran pasión que tengo por la comunicación. El haber pasado muchas situaciones que por años alimentaron e hicieron crecer en mi cantidad de complejos, inseguridades, baja autoestima, codependencia, unido a los errores, me llevó a empezar una búsqueda por evolucionar como ser humano y crecer espiritualmente. Y a la vez, a entender que al sanar poco a poco cada sentimiento, podía compartir y extender ese beneficio a otros.

Entendí que todo lo que me sucedió me da la sensibilidad para comprender desde el corazón muchas de las situaciones que las personas me comparten en las sesiones de coaching y desde ahí, se me utiliza como instrumento para tratar de aportar y de ayudar a sanar. ¿Quién mejor para ayudar a una persona que desee superar las drogas, el alcohol, el divorcio, la depresión , alguna enfermedad y similares, que alguien que ya ha pasado por esas situaciones y da testimonio de que sí se pueden superar?

Por eso, te invito a enfocarte en encontrar lo que la vida, la fuente, Dios, la energía, el universo, desea de ti y a que no te afanes en lo que te empeñas debe suceder. Si bien es cierto puedes co-crear tu destino con la ayuda de Dios, también es cierto que se manifestarán en tu vida los deseos reales de tu corazón, esos mismos que aquel que te pulsa y te impulsa depositó en ti desde antes de llegar al cuerpo que te ha sido dado para que tu alma habite durante esta experiencia humana. Una cosa es lo que está realmente marcado para ti y otra lo que tú te empeñas que "deber ser".

Si de pronto todo fluye por otra vía que no es la que esperamos o suponemos "debe ser", aprendamos que todo nos lleva a lo que sí nos conviene, a ese propósito que tenemos en la Tierra. En la vida todo suma, todo aporta y afanarnos nunca funciona. Fluir y tratar de entender hacia donde la vida nos está guiando es lo mejor.

Con frecuencia, tomamos todo lo que nos pasa en contra, las experiencias de crecimiento con nuestra familia, el no sentirnos plenos en un trabajo -ya sea por la empresa, la posición que ocupamos, los compañeros o la profesión en sí- y las situaciones dolorosas que nos han pasado.

Es necesario aprender que Dios, la vida, la energía , la fuente, el universo, quiere que aprendas de las lesiones, de las pruebas, de lo que te sucede. Recuerda que como bien dijo Aldous Huxley: "la experiencia no es lo que te pasa a ti, es lo que haces con lo que pasa". Hasta donde a pesar de lo que pasa te empeñas en seguir el mismo camino y hasta donde comprendes que la vida te está llevando por otro rumbo, aunque no sea por el que has visualizado, pero sí el que te corresponde. Es parte de aceptar, recibir y llevar a cabo el propósito de tu vida.

A muchas personas les cambia la vida después de una accidente, tras una segunda oportunidad al sobrevivir de una enfermedad terminal, luego de una ruina económica, de estar en la cárcel, una competencia deportiva no ganada para la cual entrenaron años, la pérdida de un ser querido y situaciones similares; dando testimonio que el rumbo de sus vidas, tras lo sucedido, les despertó hacia lo que realmente debe ser importante y para lo que están acá. Así, queda demostrado que cualquier circunstancia por fatal que parezca, tiene su lado positivo y nosotros debemos tener la habilidad de encontrarlo en el momento oportuno. Hacer de una crisis "nuestra oportunidad" es parte de nuestro diseño de vida, está bajo nuestro control y es la mejor forma de cambiar la desesperación por la tranquilidad, la frustración por el desarrollo, la frustración por el éxito.

Dicen que el propósito de nuestra vida tiene que ver con el Dharma, es lo que debemos dar, nuestra misión en la Tierra y a cada persona, como te mencionaba, se nos ha dado una serie de dones y talentos únicos que nos servirán para desarrollarla. Cada quien tiene su particularidad y eso nos hace perfectos porque todos nos complementamos y necesitamos unos de otros para aprender y sostenernos. Por eso es tan importante analizar qué es lo que más disfrutas hacer y las aptitudes que tienes para ello. A lo largo de nuestro camino nos encontraremos con circunstancias, personas y el propio ego que tratarán de alejarnos de esta misión, pero si eres fiel a ti mismo, a tus sueños e ideales, no habrá persona ni circunstancia que logre su fin.

¿Cómo saber si debes corregir el rumbo de tu vida? Eso llegará, no es algo que compra o se genera, es un llamado que sientes. Cantidad de personas han dejado empresas, posiciones vistas por los demás como exitosas, para dedicarse a apoyar a otros o para hacer algo en lo que se sienten más productivos. Cada vez son más los que encuentran una plenitud en otra situación que está muy lejos de lo que por años habían venido haciendo.

Si todavía no sabes cuál es tu propósito en la vida y las respuestas no vienen a ti, ve por ellas. Hay cientos de libros, películas y charlas de motivación que usan diferentes métodos. De estos, puedes considerar los pasos que te doy a consideración. Eso sí, ten paz, todo llega en el momento que debe llegar y ese momento es perfecto. También, hay personas que no encuentran su propósito porque en esta vida no vinieron a evolucionar. No te apures, solo reflexiona qué tanto aportas en la vida de los demás y qué tanto supones esperar para tu vida dando por única opción eso que deseas. Intenta estos pasos:

  • Las respuestas están dentro de ti, aprende a escucharte. Tu voz interior se comunica contigo constantemente. Algunos lo llaman instinto. Cuando estás feliz y lleno de energía tu cuerpo te lo comunica con una gran sonrisa o sensación de bienestar. Tu cuerpo te está dando indicios de lo que es tu pasión, tu propósito. ¿Necesitas más ayuda?, piensa en lo que amabas cuando tenías 6, 7 u 8 años. ¿Qué querías ser cuando fueras grande? Escucha a ese niño interior, él o ella siempre están en busca de la felicidad.
  • Las ideas vienen de muchas fuentes. Puedes estar escuchando la radio, viendo un programa de televisión o leyendo una revista y de repente puedes tener un momento "Aaaaa", como dice Oprah Winfrey. También puedes estar soñando y una gran idea puede venir a ti en tus sueños o esa hora mágica durante la madrugada cuando estás alerta y llena de ideas y pensamientos.
  • Ver, leer y escuchar programación, libros o revistas que te ayudan a ser más creativa(o) e inspirada(o).
  • También es importante hacer ejercicio. No sólo te hace lucir bien físicamente, pero te hace feliz. Según la Dra. Samar Yorde, las endorfinas son las hormonas de la felicidad y responsables de los estados de alegría. Al hacer actividad física, el cuerpo segrega endorfinas o sea, alegría.
  • Hay personas, instituciones y organizaciones que se dedican a la espiritualidad, la paz y la armonía. Así que busca un poco de ayuda. Podría ser tan simple como leer grandes libros de personas de paz y amor. Puedes hablar con tu sacerdote, tu ministro u otro "guru" espiritual. De hecho para eso cada vez existimos más coaches. ( ¡Márcame, ¡ay ajá!).

Para encontrar el propósito de tu vida hace falta tener: disciplina, visión y asegurarte que este propósito sirva también a los demás, ser útil.

No compliques el proceso de búsqueda de tu propósito. Te pueden decir muchas cosas, pero la respuesta está dentro de ti y sólo tú la puedes encontrar. Basta con escuchar tu corazón e incluir espiritualidad en tu vida. Será cuando tenga que ser y será perfecto. Eso sí, escucha tu esencia, no a tu ego que es el que te hacer presumir lo que "debes" de ser, vivir o hacer.

Y recuerda: ¡Sonríe, agradece y abraza tu vida!

¿Qué te pareció este blog?

Mira qué opinan otros y deja tu comentario aquí

VIDEO RELACIONADO:

GALERÍA RELACIONADA:

Los beneficios de la meditación

Popular in the Community

Close

What's Hot