Sea lo que sea que estés pasando en tu vida, te puedo asegurar que hay algo o mucho por lo que debes contentarte. Muchas personas deciden no ser felices hasta que cumplan sus sueños, logren sus metas, realicen objetivos que se han trazado, hasta que tengan ciertos bienes o cosas, sin embargo, la felicidad o la plenitud no la podemos poner en manos de nuestros sueños o anhelos. Debemos aprender a estar contentos y disfrutar lo que tenemos, de otra manera todo será frustración porque no siempre las cosas suceden cuando y como nosotros deseamos.
Es básico tener sueños y metas pero no estar descontentos con quienes somos, lo que hemos logrado y lo que estamos haciendo o tenemos. No te puedes pasar amargado por años porque no ha llegado tu pareja y las campanas de boda no han sonado para ti aún, tampoco porque no han llegado los esperamos hijos, o porque no has obtenido la casa de tus sueños, el carro deseado o has viajado a donde quisieras. Si deseas tener un mejor empleo, eso tampoco te puede tener descontento. Hay que aprender que la vida tiene temporadas y hay que disfrutar de cada una de las estaciones que se presentan, así que es necesario aprender a tener calma, a no estar descontentos con lo que estamos viviendo e ir por más pero, sin afán, porque sino no disfrutamos de lo que la vida, sea mucho o poco nos está entregando en el momento. Hay muchas personas descontentas porque viven en sus logros del pasado y ya no están disfrutando de los beneficios o vida que tuvieron, otros están descontentos porque solo miran al futuro, que tampoco existe.
He aprendido que si vivimos afanados en cómo lograr algo, eso nos roba la paz, la tranquilidad, porque en vez de recibir, bloqueamos, y nada de lo que deseamos nos llega.
Sí, quizás no tienes el trabajo que deseas, pero te aseguro que en lo que llega lo que te corresponde, es mejor que disfrutes lo que tienes.
Y conste que no quiero decir que debes volverte conformista o abandonar tus sueños porque es mejor estar contento con lo que tienes, es simplemente una manera de ver las cosas y hacer más liviana la espera en lo que te esfuerzas y confías para que llegue todo lo que deseas. La cosa no es estar en una gran pelea contra la vida (que al final es contra ti mismo, porque es la actitud que decides tener), enojo y frustración porque no llega o logras lo que deseamos.
Algunas situaciones no cambian hasta que tú cambias y lo digo por experiencia propia. Hace casi 9 años cuando llegué a México, mi vida era un infierno en la Tierra por muchas cosas, un día me dije: "o empiezas a tomártelo con calma y disfrutar lo que la vida te está concediendo --que además es una posición que muchos desean-- o te regresas a tu país". Porque claro, como yo venía de 16 años de carrera las cosas en mi país eran más fáciles allá y las situaciones que anhelé cuando llegué a la tierra del tequila, tomaron o siguen tomando tiempo. Cuando cambié mi actitud ante la situación, la situación cambió.
Aprendí además que las cosas nos pasan para fortalecernos, para hacernos crecer. Me queda claro que no crecemos en los mejores tiempos, en los de abundancia y prosperidad, lo hacemos precisamente cuando estamos camino a todos esos anhelos, en la presión.
En las sesiones de coaching es muy frecuente escuchar de las personas: "No me gusta mi trabajo", "no me gusta el departamento", "¿por qué mis negocios no prosperaran?", "¿qué voy a hacer para obtener dinero?", "el dinero no me alcanza", "¿cómo voy a salir de viaje si ni para el metro tengo?", ¿por qué me casé con esta persona?". Con ese tipo de palabras no vamos a avanzar hacia lo que la vida nos tiene.
Mejor ve al trabajo con tu mejor actitud, sigue ahorrando para tu casa y conténtate con la vida por lo que tienes y lo que vas a lograr. El descontento te va a seguir a donde sea que estés si lo tomas de la mano. Si te centras en lo negativo de ahí no vas a salir. Eres lo que piensas.
La vida es mejor si agradeces, disfrutas y estas contento, ya sea, que tengas mucho o que la cosa se esté poniendo dura (y no es albur, mal pensados). Debes estar satisfecho con lo que hay e ir por más, hay personas que afirman: "no soy feliz si no tengo dinero", "no soy feliz si no tengo la casa que deseo", "no solo feliz si no viajo", "no soy feliz si no me compro el carro de tal marca". Y esto solo me sorprende porque ¿cuánto tiempo de su vida están desperdiciando en quejarse y enfocados en lo que no, y por qué mejor no usan esas energías para salir adelante y recibir lo que desean esforzándose y teniendo paciencia que todo llega?
Si realmente quieres ser exitoso en tu vida y lograr tus objetivos y metas, además de estar contento con lo que tienes, debes albergar los hábitos y actitudes correctas que te mantendrán encaminado a ello. Juan Sebastián Celis Maya, experto en metas y objetivos propone una serie de características que debes adquirir y mantener de por vida para descubrir que más oportunidades y cosas buenas están por suceder.
Entre estas características están:
Ser laborioso: el trabajo duro siempre paga. No existe ni un solo individuo famoso en la historia que haya alcanzado sus objetivos en la vida sin trabajar para lograrlos. Ser laborioso significa trabajar más duro que los demás, estudiar más que los demás e incluso en ocasiones, sufrir más que los demás. Debes comprender la importancia que tiene la gratificación que se obtiene luego de lograr objetivos y metas propuestas, y luchar para conseguirla.
Disciplina y consistencia: es lo que separa a los líderes de los seguidores. Si realmente quieres hacer cambios en tu vida, debes poder cumplir con tus deberes incluso si en ocasiones no quieres hacerlo, y mantener una excelente calidad y rendimiento óptimo cada vez. Ser consistente está ligado a ser paciente, donde sin importar la situación ni los obstáculos que se presenten, continúas entregando grandiosos resultados, para lograr tus objetivos y metas finales.
Flexibilidad: los problemas forman parte de la vida de todo ser humano, pero sólo aquellos que gozan de flexibilidad logran sus metas y objetivos. Debes aprender de tus errores y convertirlos en acciones productivas la próxima vez que te ocurra algo similar. Algunas de las personas más exitosas son conocidas por haber enfrentado grandes dificultades.
Optimismo: necesitas permanecer positivo sin importar la situación ni los problemas que enfrentes. Es vital que permanezcas optimista y siempre confíes en que lograrás tus objetivos y metas. Si eres capaz de auto-convencerte, lograrás más rápido el éxito.
Paciencia.
Dice el experto que algunas metas son grandes y toman tiempo. No te permitas pensar que son lo suficientemente grandes como para convertirse en imposibles. También enfatiza que eres tú el responsable de los resultados de tus acciones, y que te conviertes en lo que piensas de ti mismo.
Cierto con esta famosa frase de Kahlil Gibran: "El optimista ve la rosa y no sus espina; el pesimista se queda mirando las espinas, ajeno a la rosa".
Y recuerda: ¡a sonreír, agradecer y abrazar tu vida!
¡Gracias por existir, compartir y estar!
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