¿Quieres un milagro? Sé tú el milagro

Tú puedes ser un milagro para los demás. Sí, tú, porque estoy casi seguro tienes la posibilidad de brindarle un abrazo a alguien que lo necesite...
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"¿Quieres un milagro? Sé tú el milagro".

Esa es la respuesta del conocido actor Morgan Freeman, en el papel de Dios, al personaje de Jim Carrey en la película "Todopoderoso", que me invita hoy a compartir la reflexión de que todos tenemos una luz interna, cual varita mágica, capaz de crear lo que deseamos y con la que además, podemos apoyar a nuestros semejantes, familiares, compañeros de trabajo, amigos, desconocidos y demás personas que la vida nos cruce en el camino.

Tú puedes ser un milagro para los demás. Sí, tú, porque estoy casi seguro tienes la posibilidad de brindarle un abrazo a alguien que lo necesite o de pronunciar las palabras precisas que necesita escuchar para inundar de fe y paz su corazón y seguir adelante. En nuestra boca hay milagros y debemos hacer que ocurran. O bien, debes de tener la capacidad de servir, hacer algo por alguien quien necesita ayuda.

Hay muchas personas en el mundo pidiendo un milagro, quienes desean ayuda en muchas áreas: en lo laboral, personal, profesional, familiar, entre otros.

Tómate el tiempo de ser esa persona que lleva luz a la vida de los demás, sé restaurador, sanador, apoyo de alguien. Hay milagros en ti. Tú puedes ser la ayuda que alguien está pidiendo. ¿Qué estás haciendo hoy por los demás? ¿Qué has hecho últimamente por los demás?

Si todos tuviéramos la actitud de ser un milagro para otros, este mundo sería diferente, pero la mayoría pasan muy ocupados y ofuscados en ver cómo solucionan sus vidas y alcanzan sus objetivos materiales, personales y profesionales.

Debes tomar en cuenta que a ninguna parte vas a llegar a solas, siempre necesitarás de alguien que te brinde una mano, te ayude, te abra las puertas hacia lo que deseas. Entonces, ¿a quién estás ayudando tú ahora?

Hay muchas oportunidades de ser un milagro, de bendecir, solucionar, apoyar, ayudar, sanar, restaurar, escuchar, abrazar y sostener a otras personas. ¿Qué estás esperando?

Personas que ayudan a los demás, esa es la clase de la persona que debemos ser.

Y probablemente dirás: "yo no necesito ser un milagro para nadie, yo lo que necesito es un milagro para mí". Bueno, pues déjame decirte que he aprendido que cuando algo te desespera, angustia, estresa, aqueja, en vez de estar pensando en cómo salir de eso, ofuscarte, deprimirte y similar, debes buscar ayudar a otras personas y verás cómo te vas a sentir mejor y la vida te devuelve el milagro a ti.
Siempre hay personas alrededor tuyo que necesitan ayuda, solamente que por lo general estamos tan ocupados en lo nuestro que ni cuenta nos damos. Cuando te tomas tiempo para hacer el bien, el bien llega a ti.

Ahora bien, no es que ayudes a todos, pero puedes ayudar a alguien y eso es más que suficiente. Todas las personas llegan a tu vida por alguna razón no por casualidad. ¿Has pensando de qué manera estás apoyando a quienes te rodean?

Por otra parte, ten claro que tienes todo adentro, para ser tú mismo el milagro que esperas en tu vida. Nada cae del cielo si tú no tienes determinación alcanzar ese objetivo que deseas, no hay como suceda. Todo depende de ti, de los pasos acertados que te acerquen a lo que deseas lograr o bien, de los pasos que más bien te alejan de la meta. Recuerda que para lograr algo debes caminar, avanzar, nunca verás resultados si no te pones en acción. Cuando tomas la decisión de ir tras lo que deseas, encontrar la parte buena de lo que estás pasando, sabiendo que todo sucede para algo, es cuando la vida se activa a tu favor, porque estás creyendo que va a suceder lo mejor y tienes la determinación para lograrlo.

Al respecto, en la misma película que mencionaba al principio de esta columna, Morgan Freeman, siempre en su papel de Dios dice textualmente: "hay ciertas cosas en la vida que llamamos milagros pero no lo son, porque son solo trucos de magia. Pero el ver a una mamá soltera, que trabaja en 2 lugares y aún así encuentra tiempo cuando vuelve a casa para jugar de noche con sus hijos, ¡eso es un milagro! Un adolescente que le dice no a las drogas, pero le dice sí a la educación, ¡eso es un milagro! Verás, mucha gente me pide que haga milagros por ellos. Lo que ellos no se dan cuenta es que ya tienen el Poder para hacerlo. Hijo, ¿quieres ver un milagro? ¡Sé tú el milagro!".

¡Más claro, ni el agua!

Y recuerda: ¡a sonreír, agradecer y abrazar tu vida!

¡Gracias por existir, compartir y estar!

En Twitter: @ChrisBarquero.

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Por Diana, la astróloga

Milagros de la vida cotidiana

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