Todo lo que escuchamos influye en lo que creemos...

Cuando conocí a Patricia ella tenía una vida complica: un hijo alcohólico, otro sin trabajo, un esposo jugador que le pegaba y la maltrataba sicológicamente y una situación económica austera. Para "matar el tiempo" o "evadir la realidad", pasaba horas frente a la televisión viendo todas las telenovelas.
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Cuando conocí a Patricia ella tenía una vida complica: un hijo alcohólico, otro sin trabajo, un esposo jugador que le pegaba y la maltrataba sicológicamente y una situación económica austera. Para "matar el tiempo" o "evadir la realidad", pasaba horas frente a la televisión viendo todas las telenovelas. Esas tramas, decía ella, eran su escape, pues ella se identificaba en el drama con todas las protagonistas. En cierta forma, se sentía "orgullosa" de vivir una telenovela en carne propia. La cosa era que en toda su vida, ella no había logrado el final feliz.

Un día, en sesión de coaching le pregunté: ¿estar viendo esos dramas y compararte con las protagonistas, te aporta?, ¿te hace avanzar?, ¿te ayuda a salir adelante?, ¿te anima?

En ese momento, se puso pensativa --y aquello fue cual capítulo de "La Rosa de Guadalupe", en el momento que entra el airecito de la conciencia a las personas para que reaccionen--, analizó y me dijo: "Me has dado en la torre. Honestamente, debería dedicar mi tiempo a algo más productivo, que me haga mejor persona y que me contribuya, me aporte, no que me haga estarme comparando y pensando en lo que vivo. Las telenovelas solo me ayudan a quejarme y aumentar el drama en mi vida, que, además, ya es bastante, Me hacen sentirme sufrida, derrotada, perdida, sin solución. Y en realidad debo usar esa energía para salir adelante y buscar cómo resolver cada una de las situaciones que la vida me presenta. Pero hasta hace unos minutos no lo había visto así. No me había dado cuenta. Por ahora dejaré de verlas porque no soy una persona a quien le haga bien ese tipo de programas. De todos modos las actrices son las que se ganan un gran salario y yo lo que gano es incrementar mis penas, el drama y complicaciones porque no salgo de ahí, me atoro, en vez de distraerme de buscar soluciones".

A los meses y gracias a que poco a poco fue trabajando cada una de las situaciones de su vida, logró salir adelante y hoy en vez de estar en su frente de un televisor, está en frente de una computadora varias horas al día, creando estrategias de marketing en una prestigiosa empresa, pues descubrió que ella podía hacer lo que deseaba, tomó el impulso, dio los pasos. "Cuando veo atrás no me reconozco y nunca me imaginé todo lo que la vida tenía para mí. De no haberme cuestionado aquello de las telenovelas muy probable estaría todavía sufriendo al mejor estilo de "Simplemente María" o llorando como "María la del Barrio", me comentó recientemente.

Y es que es importante elegir solo dar cabida en tu vida a pensamientos que te empoderen y te ayuden a salir adelante, evitando los negativos. Y así como hemos conversado que es importante prestar atención a lo que con tu boca profesas, a tus palabras, lo mismo sucede con el contenido de lo que lees, escuchas o miras en la televisión o en tu tableta, computadora, teléfono y demás aparatos: la idea es elegir contenido que te aporte, que te entretenga, distraiga, divierta, que te haga sonreír, reír y no que de gratis te conceda una buena dosis de estrés, preocupación o sufrimiento.

Recuerdo también el caso de María Teresa, quien no podía conciliar el sueño y a la tercera sesión se me ocurrió preguntarle qué tipo de películas o programas veía antes de dormir. "Ahí está el detalle, como diría el desaparecido Cantinflas", me dijo. "Lo que pasa es que me encantan las películas de terror y además los noticieros de televisión, soy adicta a las malas noticias, porque eso es lo único que presentan". Bueno, asunto arreglado, era claro que su adicción a contenidos negativos, groseros y de miedo, luego hacían fiesta en su mente y no la dejaban dormir en brazos de Morfeo, sino todo lo contrario, que cada noche enfrentaba una batalla eterna de pesadillas.

María Teresa, logró mejores resultados cuando se dedicó por las noches a ir al gimnasio, a practicar yoga, meditar o bien, a leer sobre un tema que le aportara a su vida o a su carrera profesional. Dejó las películas de terror para las tardes y en fin de semana, controlándolas a una o dos al mes, además.

Marcos llegó a sesión de coaching con un servidor por el desamor, el abandono de su prometida pocas semanas antes de casarse y se la pasaba en el trabajo, en la casa y en el auto escuchando discos con letras de canciones poco alentadoras (como la mayoría que escuchas si enciendes la radio o analizas los discos que tienes en tu reproductor portátil o hasta tu celular).

Bastante trágico era el soundtrack de su vida. Letras llenas de desamor, odio, rencor, resentimiento, sufrimiento, que hicieron que estos sentimientos aumentaran en su vida. Y, claro está, no lograba superar la situación. Se auto-flagelaba a sí mismo.

Y es que definitivamente cuando estamos atravesando por alguna situación que requiere de todo nuestro esfuerzo y labor para salir adelante, parte de amarnos a nosotros mismos es elegir muy bien los contenidos que escuchamos o vemos, tanto en la televisión, la radio y hasta lo que leemos.

Si usted analiza, el hecho de leer o ver noticias no aporta mucho a su vida, después de todo pocas cosas de que ahí se presentan está en sus manos cambiarlas: si la comida aumentó no tendrá más remedio que reacomodar su presupuesto para ajustarse a poder seguir comprando lo que siempre o dejar de comprar algunas cosas o bien, ideal la manera de obtener un ingreso extra; si las noticias le dicen que el dólar aumenta, usted no lo puede bajar; si la bolsa se cae usted no la puede subir; si alguien murió en un accidente, usted, lamentablemente no podrá devolverle a la familia del doliente a ese ser querido que perdió inesperadamente; pero lo que sí puede es controlar su vida, con la que supongo ya tiene más que suficiente como para estarse concentrando en afán a las cosas de los demás. Claro, entiendo que para el ojo humano es complicado y menos atractivo mirar hacia adentro, siempre está pendiente de los demás, comentando, juzgando, tratando de ver de qué modo critica o en qué medida se puede comparar.

Recuerde además que las noticias no son reflejo de toda la realidad que acontece, sino de una agenda que se planea para atraer la atención del público, tener audiencia y rating para justificar buenas ventas, al fin y al cabo, la información también es un negocio en el que las grandes historias, las de pequeños héroes que van por la vida sin obtener reconocimiento, por lo general no se cuentan.

Patricia, por ejemplo, se concentraba solo en lo negativo, en la queja, y cuando le dio vuelta a la situación logró lo que ni ella misma se imaginó. Y es que muchas veces somos grandes creadores de historias dramáticas en nuestras mentes gracias a lo que hemos escuchado y para obtener la atención de los demás. Lo bueno es que podemos usar esa energía creadora para crear realidades que deseamos, llevar a cabo nuestros sueños.

Recuerda que los pensamientos crean sentimientos y si eliges, por ejemplo, como Marcos, una canción demasiado sufrida, aquella ruptura amorosa que estas pasando estará más viva que nunca. Es como echar limón en una herida abierta, dolerá más, en vez de concentrarte en agradecer y entender qué la vida desea que aprendas. Pero bueno, la elección es tuya, en caso de que estés pasando por algo así, o te dedicas a ser Bridget Jones, a comer helados y deprimirte, y subir de peso o a salir adelante, sabiendo que todo pasa para algo y que siempre la vida cuando borra algo de nuestro camino es para escribir algo mejor. Tú eliges en qué te concentras.

Y esto aplica hasta para lo que escuchas de los demás, sea que les abriste la puerta para opinar o no, evita depender, analiza y toma lo mejor de cada quien, lo que te conviene o sientes que vale la pena considerar y lo demás deséchalo, que al fin y al cabo nadie ha vivido ni está pasando lo que tú, por más que las situaciones se parezcan, cada cabeza es un mundo y lo que funcionó para alguien quizás para ti no.

Lo mismo con lo que ves o lees, decide que te aporta, no te tomes todo personal.

Elige muy bien lo que escuchas, los contenidos a los que le das importancia en tu vida, recuerda que todo en exceso es malo. Yo no digo que no veas noticias, telenovelas o no escuches canciones, pero elige qué tipo de programas ves o música escuchas, recuerda que todo se queda dando vuelta en nuestras mentes y si no estamos fuertes emocionalmente quizás estamos aumentando nuestro sufrimiento de gratis. Soy comunicador y me consta el gran poder que tienen los medios para influir en la vida de las personas, pero ten presente que, por lo general y frecuentemente, solo te muestran lo que venden lo que la gente desea ver y no la realidad absoluta de la vida. Por eso es bueno saber qué elegir, qué dejar que entre a nuestras vidas y qué no.

No tengo nada en contra de las telenovelas, de las canciones de despecho, sufrimiento y desamor ni de las noticias o los periódicos.

Ahora, que si eres una persona que no estás en un proceso de superar nada y tienes una vida plena y no te afectan estas historias porque las ves, como dicen algunos conocidos, para reírte, ¡adelante!

Y recuerda: ¡Sonríe, agradece y abraza tu vida!

Sobre todo: ¡a despertar a la vida, gente! Para VIVIR.

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