11 pasos para una espera con propósito

Hay personas impacientes en el mundo y algunos otros que somos desesperados. Queremos para antier, lo que la vida tiene para dentro de algunos años o meses.
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Hay personas impacientes en el mundo y algunos otros que somos desesperados. Queremos para antier, lo que la vida tiene para dentro de algunos años o meses. Esperar y asumir que debe suceder lo que nosotros deseamos en el momento que nosotros decimos, es bastante frustrante y lleva en algunos casos a la desesperación. Aun cuando nadie, que yo sepa, viene con un contrato debajo del brazo (si acaso, con un bollo de pan, dicen) que estipule que a tal edad debió haber logrado tal cosa, tener tal otro y estar en tal posición.

La desesperación lleva a la angustia y ansiedad de que de nada coopera en nuestra vida. Es mejor entender que si algo no sucede, no lo logramos, no se ha dado, quizás es porque la vida tiene algo mejor para nosotros o porque no es el momento. Lo que sí he aprendido es que todo lo que sucede, son experiencias de aprendizaje, es decir, lecciones que debemos aprender para dar el siguiente paso y entonces la brecha o el puente entre el punto a donde estamos anhelando algo y nuestra meta, es una espera, una espera con propósito, ya que la vida no simplemente pasa, sino que siempre nos hace aprender.

El punto, es: ¿cómo esperar con propósito? Acá te comparto algunos puntos que espero te aporten. Recuerda, todo pasa para algo en la vida.

1. No te compares: Este es un gran punto de lanza que más de uno lleva clavado y no logra sacarse y hasta que no entendemos que si la vida hubiera querido que nuestra vida, casa, empleo, auto, físico y demás, fueran los que tiene el vecino, la prima, tu amiga o la esposa, el jefe o quien sea, hasta que no aprendemos eso, no podemos avanzar y hacer la espera más llevadera.

2. No tienes el control: Tú puedes querer algo y asumir que eso que deseas es lo mejor para ti, pero lo cierto es que no tienes el control de nada, así que de una vez por todas, ni te afanes y ten claro que lo que está para ti, aunque te quites y lo que no, aunque te pongas.

3. Todo tiene su momento debajo del cielo: Por más que te comportes como niño berrinchoso tratando de obtener lo que deseas, te cuento que no vas a aligerar el proceso, todo lo que debe suceder tiene un momento y parte de tu espera con propósito es aprender lo necesario para llegar a donde vas con todas las herramientas. Así que ni te apures. Mientras llega lo que deseas, vive el presente y trabaja lo que debes.

4. Suelta el miedo: Ese es el gran enemigo de muchas personas, al que le han entregado miles de sueños y oportunidades que pudieron hacer realidad. El miedo es mental y eres tú quien te lo generas. Enfréntalo y pásale por encima. Te darás cuenta que era más débil de lo que tú pensabas, si lo haces.

5. Enfócate: Es muy cierto lo que dice Karon Philllips en su libro "Señor, estás tarde otra vez": "es una contradicción muy grande, imploramos por tener paciencia cuando en realidad lo que queremos es que se nos concedan nuestros deseos, para que no nos haga falta la paciencia".

6. Perdona: No puedes avanzar cargando resentimiento, orgullo por algo que sucedió, es mejor liberarte de lo que sea que hiciste o te hicieron. Recuerda que cuando perdonas no liberas de culpa a la otra persona, te liberas tú.

7. Escucha qué te dice la vida: Muchas cosas nos pasan en la vida y la mayoría de personas en vez de verlas como oportunidades se enfrascan en creer que son "problemas". Hay que estar atento a lo que la vida nos dice. No nos podemos quedar inmóviles como estatuas ante lo que pasa. Dice Phillips en su libro que si sientes frustración en cierto tipo de relación o trabajo, u otra situación, quizás sea porque eso no corresponde con quien eres, con aquella persona que Dios te ha destinado a ser. Sigues colocándote en los lugares equivocados y luego te rehúsas a ver que los resultados no deseados son una invitación a cambiar.

8. La expectativa: Puedes tener la expectativa que los anhelos de tu corazón se concederán, el tiempo solo la vida te lo dirá cuando. Por eso, mientras esperas, trabaja lo que la misma vida te va diciendo que trabajes. ¿Qué estas sembrando tú? Haz tu parte, el resto, el universo, la vida, Dios, la energía, la fuente, el creador -como quieras llamarle-- te lo dirá. Espera pero sin afán. Espera mientras avanzas y vas afinando tu vida.

9. Deja de dudar: "Resulta tan difícil confiar y entregar nuestra duda porque va en contra de nuestro anhelo humano de tener el control y estar al mando de todo lo que se encuentra a nuestro alcance. Tenemos dificultad en aceptar lo que no podemos ver". ¡Más claro, ni el agua! Fluye, suelta y vive.

10. Cada día, pregúntate los siguiente: ¿Desde donde estoy, qué necesito para llegar a donde deseo? (Ya sea una meta profesional, personal, económica, de pareja). ¿Qué puedo hacer hoy para avanzar hacia mi sueño? ¿Qué necesito? ¿De qué tipo de personas necesito ayuda? ¿Qué necesito aprender? ¿Quiénes ya llegaron a obtener eso que deseo y cómo le hicieron?

11. Ten paz: Dicen que el que se enoja pierde, así que ni te ofusques porque eso que deseas arreglar no se ha podido o aquello que quieres encontrar u obtener no ha sido posible, o de pronto no llega lo que tanto anhelas. Ten paz, camina, haz todo lo necesario desde tu parte humana para que suceda y entrega para llegue en el momento adecuado. Muchas veces cuando deseamos algo con intensidad bloqueamos, cuando entregamos y soltamos, llega de la manera más inesperada.

Recuerda, el tiempo de espera es valioso, porque tiene un propósito de aprendizaje en cada parte del camino para ti. Incluso, cuando logras algo y entonces emprendes la carrera hacia una nueva meta, es volver a aprender algo, siempre aprendemos, de eso se trata la vida. Busca entonces no reprobar y superar cada lección de aprendizaje para que el camino no te esté repitiendo la lección hasta que la aprendas.

Y tú, ¿quieres encontrar el propósito de la espera que estás viviendo, sea cual sea la situación que la vida te ha entregado? ¡Tú decides!

Y recuerda: ¡a sonreír, agradecer y abrazar tu vida!

¡Gracias por existir, compartir y estar!

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