5 pasos para tener mejores relaciones profesionales y/o personales

A continuación, te comparto cinco características que deben existir para experimentar mejores relaciones familiares, de amigos, con compañeros de trabajo, de estudio, pareja, de negocios.
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Durante nuestra experiencia en la tierra, convivir con los demás está a la orden del día. Es básico. No hay más, ni arrugues la cara --a menos que seas como el abuelito de Heidi y vivas solo en la montaña con un perro llamado Niebla--. ( Si eres muy joven, investiga sobre esa famosa fábula).

Como sabemos, las relaciones personales son protagonistas dentro de nuestros ámbitos laboral, social o familiar. Son las relaciones que tenemos con otras personas dentro del trabajo, con los amigos, con los familiares, con los vecinos, conocidos y demás personas que la vida nos cruza en el camino. Un mundo abierto a la comunicación con los demás, que a veces no es la más adecuada, porque perdemos, en el día a día, la esencia de que todos somos unos y elegimos vivir cada quien por su lado, luchando por nuestros propios beneficios.

A continuación, te comparto cinco características que deben existir para experimentar mejores relaciones familiares, de amigos, con compañeros de trabajo, de estudio, pareja, de negocios. Si escoges transitar por este camino, disfrutarás de relaciones más estables, duraderas, afianzadas.

Ante todo la verdad. Para que exista una relación sana, lo básico es que exista verdad. Recuerda que todo en la vida se sabe, estemos presentes o hayamos partido, entre cielo y tierra no hay nada oculto. Además, si eliges la mentira, como bien dicen, tendrás que decir siete mentiras más para sostenerla y se convertirá en una bola de nieve. Cuando mientes, creas desconfianza, no eres alguien de fiar.

No importa cuál sea la verdad, es preferible decirla. Sí, a lo mejor hay que pagar un precio por decir la verdad, pero es preferible eso a un infierno en la tierra por andar mintiendo. Un amigo que te ama, en realidad te dice todo lo que piensa y sabe y hasta quizás lo que no deseas escuchar. Bien dicen que los verdaderos amigos se lastiman con la verdad para no destruirse con la mentira.
Las personas obsesionadas con tener la razón, esos que nunca pierden, así como quienes no mienten pero ocultan cosas, entran en la misma carretera de los que mienten.

La segunda característica es la humildad, bien dicen que Dios resiste la bendición a los que son soberbios y da gracia a los humildes. Muchas veces somos soberbios debido a falta de autoestima y de seguridad en nuestras vidas. De ahí vengo yo, y créeme que con la soberbia no gané más que no ser el santo de la devoción de muchas personas. Cuando mi vida cambió y entendí que nada ganaba con ser altanero y déspota, gané el favor y el apoyo de muchas personas. Así que amigo, amiga, la humildad te lleva a ganar, sostener y obtener mejores y beneficiosas relaciones con todos los demás. Nadie está por encima ni por debajo de otros, tómalo en cuenta.

El tercer paso para tener unas buenas relaciones con los demás, es la amabilidad. Como todos sabemos, una persona amable es una persona fácil de amar. Claro, ten cuidado acá, una cosa es ser amable y otra es ponerse de alfombra para los demás. Como bien dicen: mansos pero no mensos. Hay personas que por su cargo, por labor profesional, estatus económico, apellido y otras circunstancias, se olvidan de algo tan simple como saludar al subir a un ascensor; agradecer a los colaboradores que tienen otros cargos, así, ignoran por ejemplo a quienes realizan la limpieza en su lugar de trabajo o a quien tienen a la par. Sé amable, no importa lo que recibas a cambio. No importe si los demás no te contestan. Nunca sabemos qué cargan los demás, pero lo importante es qué es lo que nos define a nosotros. Si damos los buenos días o las gracias y no se nos contesta no pasa nada. Yo era de las personas que con tal de no saludar, me cambiaba de acera, me hacía que estaba ocupado o bien, hasta que hablaba por teléfono (por suerte nunca me delató una llamada que entrara en ese momento, jeje). El caso es que yo era así por tímido, por complejo de inferioridad, pero una vez que empecé a amarme y aceptarme, entendí que todos somos uno y que es importante sonreírle a los demás y mínimo saludar. Eso sí, te repito, no esperes nada, hazlo solamente porque sabes que debes hacerlo. No pretendas que los demás sean como tú o que hagan todo lo que tú harías, pero por favor, sé amable siempre. Te aseguro que generarás mejores relaciones que con la queja o la arrogancia.

El cuarto paso es la confidencialidad. Agarren el paraguas que acá, por lo general, a todos nos llueve, porque esto se refiere a aquellas personas que levantan contienda, es decir, que se prestan para crear, aumentar o generar especulaciones sobre alguien que está ausente y por supuesto incluye un deporte practicado por muchos millones de seres humanos estelarmente conocido como chisme. Si te dicen algo relacionado con alguna persona, di a los demás que se lo vayan a decir ellos o en el mejor de los casos, llama a esa persona de quien hablan y dile que alguien tiene algo qué decirle. Las cosas en la cara. NO hables de quien está ausente. Popularmente dicen que si una persona habla de otros cuando no están, de seguro lo mismo hará cuando estés ausente. ¡Aguas con ese tipo de personas! El chisme no deja nada, más que mala energía.

También juzgar sin conocer es lo mismo, porque, ¿cómo vas a hablar de algo que asumes, pero no estás viviendo en carne propia? Hablar mal de las personas es maldecir. Si no tienes nada bueno que decir, entonces no digas nada. Créeme, eso te llevará en todas las áreas de tu vida a tener mejores relaciones, sea en tu trabajo, amigos, conocidos, familia, esposa, esposo, hijos, compañeros de estudio y demás. Cuando hablas mal de alguien no buscas su bien. El que quiere que el otro cambie lo hace desde el amor, no desde la envidia.

Por último, ¿quieres tener mejores relaciones y que éstas perduren? Pues como para ello es básico estar en contacto frecuente, que es quizás el paso más básico y sencillo, el aportar a la vida de los demás y hacerles saber quiénes son para nosotros.

Busca tiempo para un buen y positivo contacto con las personas a quienes aprecias, amas, quieres; llámales, escríbeles, ve a comer con ellos, a tomarse un café, escríbeles.

Actualmente no importa cuál sea la distancia, el amor viaja a través de las redes sociales, de los chats telefónicos, mails, hay muchas maneras de hacer sentir a las personas que nos interesan y no sabes cuándo estarás, con un simple "hola", abrazando el corazón de alguien que necesita saberse importante para los demás. No dejes para mañana esa llamada, ese mail, ese whatsapp. Tómate en este mismo instante unos segundos para hacer algo para estar en contacto con esas personas que llevas en la mente pero a quienes no les haz hecho saber que les amas, y por quien agradeces a la vida. Indaga cuáles son los lenguajes de amor para esas personas (que te los compartí ya en otra columna) y dales a esas personas lo que necesitan: palabras de afirmación, calidad de tiempo, regalos, servicio y demás.

¡Adelante! ¡Ya sabes cómo tener mejores relaciones personales o profesionales!

Y recuerda: ¡Sonríe, agradece y abraza tu vida!

Sobre todo: ¡a despertar a la vida, gente! Para VIVIR.

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